Secretario de Estado de EEUU visita centro de supervisión del alto el fuego en Gaza

El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, recorrió el viernes un centro dirigido por Estados Unidos en Israel que supervisa el alto el fuego en Gaza, mientras el gobierno del presidente Donald Trump trabajaba para establecer una fuerza de seguridad internacional en el territorio y consolidar la frágil tregua entre Israel y Hamás.
La de Rubio fue la más reciente de una serie de visitas de altos funcionarios estadounidenses al centro de coordinación civil y militar. El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, estuvo allí a principios de esta semana, donde anunció su apertura, y los enviados estadounidenses Steve Witkoff y Jared Kushner, yerno del presidente, también estuvieron en Israel.
Alrededor de 200 soldados estadounidenses trabajan en el centro junto al ejército israelí y delegaciones de otros países, planificando la estabilización y reconstrucción de Gaza. El viernes, un reportero de The Associated Press pudo ver a personal internacional con banderas de Chipre, Grecia, Francia, Alemania, Australia y Canadá.
“Creo que tenemos mucho de qué estar orgullosos en los primeros 10 días, 11 días, 12 días de implementación, donde hemos enfrentado desafíos reales en el camino”, afirmó el secretario de Estado.
Rubio nombró a Steven Fagin, embajador de Estados Unidos en Yemen, para dirigir la rama civil del centro de coordinación en el sur de Israel. El principal oficial militar del centro es el almirante Brad Cooper, del Comando Central de Estados Unidos.
Un tono optimista
Estados Unidos busca apoyo de otros aliados, especialmente de las naciones árabes del Golfo, para crear una fuerza internacional de estabilización que se despliegue en Gaza y entrene a una fuerza palestina.
Rubio dijo que las autoridades estadounidenses trabajan para determinar los posibles términos para obtener un mandato de las Naciones Unidas u otra autorización internacional para la fuerza en Gaza, ya que varios posibles participantes requerirían uno antes de poder participar. Dijo que muchos países habían expresado interés y que se deben tomar decisiones sobre las reglas de participación.
Comentó que dichos países necesitan saber a qué se comprometen, “cuál es su mandato, cuál es su orden, bajo qué autoridad van a operar, quién va a estar a cargo de ello, cuál es su trabajo”. También dijo que Israel necesita sentirse cómodo con los países que participan.
Rubio se reunió el jueves con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Los medios israelíes se han referido al desfile de funcionarios estadounidenses que visitan su país como “Bibi-sitting”. El término, que alude al sobrenombre de Netanyahu, Bibi, se refiere a un antiguo anuncio de campaña cuando Netanyahu se posicionó como el “Bibi-sitter” (un juego de palabras con el apellido del político y la palabra “babysitter”, o niñera) a quien los votantes podían confiar a sus hijos.
Reconstrucción entre escombros
En la ciudad de Gaza, los palestinos que han tratado de reconstruir sus vidas han vuelto a casa entre escombros.
Las familias buscan refugio y reúnen materiales para dormir sin mantas ni utensilios de cocina.
“No pude encontrar ningún lugar más que aquí. Estoy sentado frente a mi casa, ¿a dónde más puedo ir? Frente a los escombros, todos los días miro mi hogar y siento pena por él, pero ¿qué puedo hacer?” dijo Kamal Al-Yazji mientras encendía pedazos de esponja para preparar café en la ciudad de Gaza.
Su casa de tres pisos, que una vez albergó a 13 personas, ha sido destruida, obligando a su familia a vivir en una tienda improvisada. Dijo que sufren por los mosquitos y los perros salvajes y apenas pueden permitirse comprar comida porque sus billetes están tan desgastados que los tenderos no los aceptan.
Rubio dijo el viernes que un conglomerado de hasta una docena de grupos participaría en los esfuerzos de ayuda en Gaza, entre los que están las Naciones Unidas y otras organizaciones humanitarias. Sin embargo, señaló que no habría ningún papel para la agencia de ayuda de la ONU en Gaza, conocida como UNRWA.
“Las Naciones Unidas están aquí, están sobre el terreno, estamos dispuestos a trabajar con ellos si pueden hacerlo funcionar”, expresó Rubio. “Pero no la UNRWA. La UNRWA se convirtió en una subsidiaria de Hamás”.
A principios de esta semana, la Corte Internacional de Justicia dijo que Israel debe permitir que la UNRWA proporcione asistencia humanitaria al territorio palestino.
Desde marzo, Israel ha impedido que la organización introduzca sus suministros. Pero la agencia sigue operando en Gaza, gestionando centros de salud, equipos médicos móviles, servicios de saneamiento y clases escolares para niños. Dice que tiene 6.000 camiones de suministros esperando para entrar.
La agencia ha enfrentado críticas de Netanyahu y sus aliados de extrema derecha, quienes dicen que el grupo está profundamente infiltrado por Hamás.
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Shurafa informó desde Deir al-Balah.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.





