Madre denuncia a pareja de ancianos por ocupar asientos de tren reservados para sus hijos
“Siempre cedería un asiento, reservado o no, a alguien que lo necesite más”, afirmó la madre
Una madre denunció públicamente a una pareja de ancianos por ocupar los asientos de tren que había reservado para sus tres hijos.
Amanda Mancino-Williams recurrió a X (antes conocida como Twitter) para contar la experiencia que tuvo en un tren repleto de Cheltenham a Nottingham en el Reino Unido. La mujer reservó cuatro asientos, dispuestos con una mesa de por medio. Sin embargo, al subir al tren descubrió que una pareja de ancianos ocupaban dos de ellos.
En un hilo publicado por primera vez en 2019, la mujer afirmó que la pareja se negó a reubicarse porque sus boletos reservados “no [importaban]”.
En la primera publicación mencionó: “Si una madre con tres hijos, cargada de bolsas, tiene cuatro asientos reservados para un largo viaje en tren, y ocupaste sus asientos en un vagón lleno, no le digas que los boletos no importan con un tono condescendiente y te niegues a moverte o a mirarlos. No actuemos como esa gente”.
Mancino-Williams luego compartió una imagen de sus tres hijos apretujados en dos asientos, con la leyenda: “Mi hijo de 12 años está mirando a esta mujer de una manera intimidante”.
También señaló que un hombre le ofreció su asiento y que, más tarde, habló con el conductor del tren, quien se disculpó y les proporcionó asientos en primera clase. Llena de frustración, expresó su decepción por no obtener los asientos que había pagado, y aseguró: “Siempre cedería un asiento, reservado o no, a alguien que lo necesite más. Pero [no puedo creer] que me dijera que mis boletos no significan nada para luego ignorarme. ¿Acaso esperan que [nos esfumemos]?”.
Y agregó: “Mis hijos me acaban de contar que mientras estaban sentados frente a la pareja, la mujer le dijo a su esposo, lo bastante alto para que los niños la escucharan: ‘Incluso cuando viajamos en primera clase, la gente no cede sus asientos; uno toma lo que está disponible’. Por si sentían lástima por ellos”.
Poco después del incidente, Mancino-Williams regresó a X para responder a los comentarios que sugerían que sus hijos debieron haber enfrentado a la pareja, y aclaró: “No se trata de que a mis hijos no tengan buenos modales para cederles sus asientos a los ancianos. Se trata de una cultura de acoso y privilegio”. Agregó: “Mis hijos y yo estábamos siendo justos y respetando las normas, pero ellos no. Adoptaron una actitud intimidante de inmediato cuando nos vieron acercarnos, muy conscientes de que esos asientos eran nuestros”.
Con la misma postura, la madre afirmó: “Dado lo fácil que fue para el conductor trasladarnos a otro vagón para resolver la situación, si de verdad lo hubieran necesitado, estoy segura de que también los hubieran reubicado. En cambio, optaron por hacer caso omiso de las normas e intentaron que mis hijos y yo nos sintiéramos indefensos. No tengo paciencia para semejante comportamiento”.
Después de compartir su experiencia, muchas personas comentaron en defensa de la madre. Una persona escribió: “Se comportaron como gente privilegiada que pensaba que podían salirse con la suya a la fuerza. Tú y tus hijos tenían todo el derecho”.
Otra coincidió y dijo: “El conductor debería haberlos movido de lugar; tus asientos estaban reservados, por lo tanto, eran tus asientos, punto. ¿Qué sentido tiene reservar asientos si no se van a respetar? Espero que hayan recibido un trato de lujo. La forma en que esa pareja se comportó es vergonzosa; son gente desagradable de verdad”.
Traducción de Josué Palacios