¿Puede Trump ganar el Premio Nobel de la Paz? Quién lo nominó y qué posibilidades tiene
El presidente estadounidense afirma que puso fin a “siete guerras”, aunque muchos de los conflictos siguen vigentes. Los expertos aseguran a Maira Butt que es improbable que gane Trump, pero no hay que descartarlo
El presidente Donald Trump está a la espera de saber si su sueño se hará realidad esta semana: si su candidatura al Premio Nobel de la Paz se convierte en realidad.
No le queda mucho tiempo, ya que el anuncio se hará el viernes.
Su campaña pública por el galardón comenzó con una broma en 2018: “Todo el mundo lo piensa, pero yo nunca lo diría”, dijo sobre una posible nominación. “El premio que quiero es la victoria para el mundo”, expresó.
Cinco años después, su postura había cambiado a “me lo merezco, pero nunca me lo darán” cuando se le preguntó al respecto en febrero de este año tras reunirse con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Además dijo que debió “haberlo conseguido cuatro o cinco veces” cuando se le interrogó en junio.
Pero, a pesar de que las encuestas sugieren lo contrario, la exestrella de Apprentice es uno de los aspirantes. Según el creador, Alfred Nobel, el premio debería concederse a la persona que “más o mejor haya trabajado por la fraternidad entre las naciones, por la abolición o reducción de los ejércitos permanentes y por la celebración y promoción de congresos de paz”.

FanDuel, una de las mayores empresas de apuestas de Estados Unidos, sitúa a Trump justo por detrás de la favorita de las apuestas, Yulia Navalnaya (esposa del disidente ruso Alexei Navalny), y de la organización humanitaria Sudan's Emergency Response Rooms.
¿Quién nominó a Trump?
Varias personas y varias organizaciones.
Netanyahu, el gobierno de Pakistán, el gobierno de Camboya y el político estadounidense Buddy Carter fueron algunos de los que propusieron el nombre del presidente este año.
Un alto político ucraniano nominó a Trump, solo para retirar la sugerencia en junio de este año y acusar al presidente de complacer a Vladimir Putin.
¿Puede ganar?
El Comité Noruego del Nobel está formado por cinco personas, la mayoría de las cuales han sido críticas de Trump en público.
Sin embargo, los criterios de decisión no son sencillos y pueden servir tanto a un propósito simbólico o “geopolítico” como para recompensar logros y resultados reales.
“El problema de los criterios es que son muy abstractos”, afirma el profesor Matthew Mokhefi-Ashton, catedrático de Política y Relaciones Internacionales de la Universidad de Nottingham Trent.
El profesor hace referencia a los premios “aspiracionales” concedidos a Barack Obama, que ganó el galardón en 2009, antes de cumplir su primer año de mandato, gracias exclusivamente a su campaña electoral. Más tarde, el secretario del Nobel admitió que la victoria del expresidente había sido un “error”.

Otros premios Nobel polémicos y notables son el del diplomático y exsecretario de Estado estadounidense Henry Kissinger por su papel en el fin de la guerra de Vietnam en 1973, aunque también fue acusado de crímenes de guerra. “La sátira política quedó obsoleta cuando Henry Kissinger ganó el Premio Nobel de la Paz”, planteó Tom Lehrer, músico, escritor satírico y matemático estadounidense, a propósito de su victoria.
“En un mundo en el que eso puede ocurrir, entonces por supuesto que creo que es posible que Trump gane el Premio Nobel de la Paz”, sostiene el profesor Mokhefi-Ashton, quien señala que Trump está muy centrado en el “legado”.
El Foro de Familiares de Rehenes y Desaparecidos, que representa a los familiares de la mayoría de los rehenes israelíes retenidos por Hamás, pidió al comité que concediera el premio a Trump. Argumenta que el presidente estadounidense les ha llevado “luz” en sus “momentos más oscuros”.
Pero Theo Zenou, historiador e investigador de la Henry Jackson Society, ha dicho que no apostaría por la victoria de Trump.
“Trump ha sido increíblemente elocuente sobre su deseo, su ansia por el Premio de la Paz. Dice que ‘se merece’ uno, que sería una ‘farsa’ que no lo tuviera, etcétera. Esa creencia de merecimiento extremo no gustará a la comisión”, afirma.
Y agrega: “No quieren que se les vea cediendo a la presión o a las bravuconadas. Suelen preferir a las personas cuyo trabajo habla por sí solo. No te dan el Oscar al mejor actor por decir continuamente que tuviste la mejor actuación, dejas que tu trabajo hable por sí mismo”.

Además, señala la afirmación de Trump de que ha “acabado con siete guerras”, una frase muy repetida que sus críticos han manejado con escepticismo. El mes pasado, el Departamento de Estado estadounidense enumeró las siete guerras que el “Presidente de la Paz” había terminado “en solo siete meses”. Entre ellas: Camboya y Tailandia, Kosovo y Serbia, Pakistán e India, República Democrática del Congo y Ruanda, Egipto y Etiopía, Armenia y Azerbaiyán.
“Trump tiene una definición muy simplista de la paz. Piensa que la paz es la ausencia de combates, la ausencia de gente disparándose con ametralladoras, pero obviamente la paz no es eso”, afirma Zenou. El historiador pone como ejemplo la hostilidad que mantienen Irán e Israel, de la que no se puede decir que haya terminado tras el fin de 12 días de combates.
Explicó que hay muchos conflictos que tienen altibajos y la paz real tarda mucho tiempo en alcanzarse.
El profesor Mokhefi-Ashton afirma que el comité buscará pruebas de una “paz duradera” y para no dar la idea de que se “precipitaron”.
El momento oportuno, otro problema para Trump
Dado que las candidaturas al premio se cierran en enero, todas las nominaciones que ha recibido este año no contarán para el galardón que se anuncia el viernes. Además, los detalles completos de las nominaciones no se revelan hasta dentro de 50 años, por lo que no es posible saber con certeza cuán popular fue su nominación.
Muchos de sus acuerdos de paz siguen en curso. “Sencillamente, no es posible conceder a alguien el Premio Nobel de la Paz por un acuerdo que acaba de comenzar la semana pasada”, declaró Zenou refiriéndose a las conversaciones en curso entre Israel y Hamás, en las que actúan como mediadores Estados Unidos, Qatar y Egipto.
La negación del cambio climático podría resultar polémica
Los comentarios de Trump en los que negó la crisis climática la semana pasada también serán considerados polémicos, asegura.
“El Comité Nobel puede pensar que hay algún beneficio potencial en que gane el premio”, afirma. Observó que puede ser transaccional, por ejemplo con la intención de que le anime a apoyar más a Ucrania. No obstante, si lo hace como un cálculo geopolítico, perderá mucha de su relevancia en el futuro y todos los líderes mundiales intentarán hacer lo mismo.
“Trump ha forjado su carrera superando las probabilidades de hacer cosas que nadie habría creído posibles”, afirma el profesor Mokhefi-Ashton, aunque no cree que haya muchas posibilidades de que gane, ya que lo califica como el “triunfo de su vida”.
Esto no significa que no volverá a ser candidato el año que viene, ya que, según el profesor Mokhefi-Ashton, Trump es mucho más planificador a largo plazo de lo que la gente cree. Una derrota este año no significará una derrota para siempre para él, y es poco probable que se rinda.
“La gente lo subestima, y los que han fracasado al confrontarlo han fracasado precisamente por eso”, afirma.
Traducción de Michelle Padilla