Trump promete proteger a los cristianos y a las radios AM en un discurso repleto de falacias e incoherencias
El expresidente también criticó a los demócratas y aseguró que buscan silenciar a la comunidad cristiana
El jueves por la noche, Donald Trump subió al escenario en Nashville 90 minutos más tarde de lo pautado para dar un discurso descabellado, incoherente y repleto de afirmaciones falsas.
Con motivo de la Convención Internacional de Medios Cristianos de la NRB (Emisoras de Radio Cristianas), el precandidato republicano a la presidencia llegó al evento visiblemente agotado y tuvo algunas dificultades durante su discurso (p. ej., al pronunciar palabras simples como “evangélico”).
En varias ocasiones, declaró haber convertido a “Israel” en la capital de dicho país durante su presidencia (un error que podría estar vinculado con la decisión de trasladar la embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalem). También sostuvo que planeaba cerrar el Departamento de Educación y elogió a los manifestantes del Capitolio, a quienes definió como prisioneros políticos y “rehenes” con un “espíritu increíble”.
Por otra parte, también afirmó de manera falsa que “todo el mundo” estuvo de acuerdo con la decisión del Tribunal Supremo respecto al derecho al aborto, y pareció confundir la investigación del abogado especial del FBI Robert Mueller sobre los presuntos vínculos de su campaña con Rusia en 2018 con el caso de Hunter Biden y su computadora portátil, uno de los temas preferidos de los conservadores conspiracionistas.
En cuanto a su puesta en escena, Trump se presentó a sí mismo como un hombre de fe, aunque no de una manera demasiado convincente. Además, aseguró falsamente que los demócratas estaban a favor de asesinar a los bebés no deseados “incluso después del nacimiento” y sugirió que cualquier cristiano que vote por la oposición debe estar “loco”.
También acusó sin fundamento al Gobierno de Joe Biden de perseguir a los católicos romanos (a pesar de que el propio presidente es un católico devoto que acude regularmente a la iglesia).
“Nadie tocará la cruz de Cristo durante el Gobierno de Trump, se los juro”, prometió.
Asimismo, intentó azuzar los miedos contra “los grandes medios de comunicación y los grupos de prensa de izquierda” que, según él, pretenden silenciar a los cristianos y dijo: “Quieren que digan lo que ellos quieren... lo que ellos quieren que digan. Y no vamos a dejar que eso suceda”.
“Van a decir lo que quieran y van a creer. Van a creer en Dios”.
“Van a creer en Dios porque está aquí y nos está mirando. ¡Dios probablemente no puede creer lo que está viendo!”.
Por último, aseguró de forma poco clara: “Protegeré el contenido que esté a favor de Dios. Vamos a proteger el contexto y el contenido que esté a favor de Dios”.
“Con ese fin, a petición de las NRB, haré lo que esté a mi alcance para proteger las radios AM en nuestros coches porque nos gusta escuchar las radios AM”.
Trump tiene 77 años y, últimamente, ha tenido un cronograma agotador, puesto que mientras hace campaña por la nominación republicana, se enfrenta a varios juicios en Nueva York, Washington D. C., Georgia y Florida relacionados con las cuatro acusaciones penales y los 91 cargos por delitos graves que penden sobre él.
Sin embargo, pese a sus errores y torpezas en los últimos tiempos, Trump se mantiene firme en su intención de pintar a Biden (81) como alguien incapaz de llevar adelante un segundo mandato en la Casa Blanca por su avanzada edad y grado de deterioro cognitivo.
Traducción de Noelia Hubert