Acusan a Henry Cuellar, congresista de Texas, y su esposa de un presunto soborno de $600.000 de Azerbaiyán
El Departamento de Justicia de EE.UU. anunció los cargos el viernes, poco después de que el congresista protestara por su inocencia en un comunicado
La fiscalía federal acusó al representante demócrata de Texas, Henry Cuellar, y su esposa de conspiración y soborno, tras haber recibido presuntamente casi USD 600.000 de una empresa controlada por Azerbaiyán y un banco mexicano.
El Departamento de Justicia (DOJ) de Estados Unidos anunció los cargos el viernes, poco después de que Cuellar protestara por su inocencia.
Se alega que entre 2014 y 2021, Cuellar y su esposa aceptaron casi USD 600.000 en sobornos de una empresa energética controlada por Azerbaiyán y un banco en México, y a cambio, el congresista accedió a promover los intereses del país y del banco en Estados Unidos, según la denuncia.
Asimismo, el dinero fue presuntamente lavado a través de una serie de empresas pantalla e intermediarios en empresas ficticias propiedad de la esposa de Cuellar.
Entre otras cosas, Cuellar supuestamente aceptó influir en la legislación favorable a Azerbaiyán y pronunciar un discurso a favor de Azerbaiyán en la Cámara de Representantes de Estados Unidos.
El anuncio se hizo después de que el congresista publicara un comunicado a primera hora del viernes en el que afirmaba que “todo lo que he hecho en el Congreso ha sido para servir a la gente del sur de Texas”.
“Quiero dejar claro que tanto mi esposa como yo somos inocentes de estas acusaciones”, declaró Cuellar. “Antes de tomar medidas, busqué de manera proactiva el asesoramiento jurídico del Comité de Ética de la Cámara, que me dio más de una opinión por escrito, junto con una opinión adicional de un bufete de abogados nacional”.
“Además, solicitamos una reunión con los fiscales de Washington D. C. para explicarles los hechos y se negaron a discutir el caso con nosotros o a escuchar nuestra versión”.
Añadió que las medidas que tomó en el Congreso fueron “coherentes con las medidas de muchos de mis colegas y en interés del pueblo estadounidense”.
Cuellar, demócrata conservador, ha sido durante mucho tiempo blanco de los progresistas por su oposición al derecho al aborto. En 2020 y 2022, Jessica Cisneros se enfrentó a él en las primarias y lo envió a una segunda vuelta, en la que élse impuso en ambas ocasiones.
Los líderes demócratas de la Cámara de Representantes lo han apoyado constantemente y creen que es el único demócrata que puede ganar en el valle del Río Grande, con una población latina y fuertemente conservadora. En sus últimas primarias, en marzo, no tuvo oposición.
Cuellar también ha criticado duramente a otros demócratas por su política de inmigración y puso en marcha un grupo de demócratas partidarios de medidas más estrictas llamado Grupo de Trabajo de Demócratas para la Seguridad Fronteriza.
En su día fue copresidente del Grupo del Congreso para Azerbaiyán.
La familia de Cuellar también tiene una presencia destacada en el distrito. Su hermano es el sheriff del condado de Webb, mientras que su hermana fue juez de Río Bravo y del condado de Webb. Su concentración de poder le ha valido el apodo de “el Rey Laredo”, donde reside.
En 2022, el FBI registró la oficina de Cuellar en Laredo y su domicilio. Su abogado afirmó entonces que el congresista no era objeto de esa investigación.
Ese cateo formaba parte de una investigación más amplia relacionada con Azerbaiyán, en la que agentes del FBI entregaron una serie de citaciones y realizaron entrevistas en Washington D.C. y Texas, según declaró previamente a The Associated Press una persona con conocimiento directo de la investigación.
Las revelaciones federales muestran que el congresista de nueve mandatos viajó a Azerbaiyán en 2013. Dos años después, la oficina de Cuellar anunció un acuerdo entre una universidad de Texas y una organización llamada Asamblea de Amigos de Azerbaiyán para colaborar en la investigación y educación sobre petróleo y gas.
A pesar de la polémica suscitada por las redadas de 2022, Cuellar venció por segunda vez a una candidata demócrata de izquierda, Jessica Cisneros.
Un año después de la redada en su casa, el congresista declaró al Texas Tribune: “Por mi parte, no ha habido ningún delito… Mi objetivo sigue siendo el mismo desde mi primer día en el cargo: ofrecer resultados a los tejanos de todo mi distrito”.
Cuellar se ha mostrado impávido ante la polémica y se comprometió a presentarse a la reelección al Congreso en noviembre, en el que sería su undécimo mandato.
Tras el anuncio de los cargos, el líder de la minoría en la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, observó que el congresista tenía “derecho a su día en los tribunales”.
“Henry Cuellar ha dedicado admirablemente su carrera al servicio público y es un valioso miembro del Caucus Demócrata de la Cámara de Representantes. Como cualquier estadounidense, el congresista Cuellar tiene derecho a su día en los tribunales y a la presunción de inocencia a lo largo de todo el proceso judicial”, rezaba una declaración de Jeffries.
“De conformidad con la regla 24 del Caucus Demócrata de la Cámara, el congresista Cuellar recibirá un permiso de ausencia como miembro principal del Subcomité de Asignaciones de Seguridad Nacional mientras este asunto esté en curso”.
En cambio, el Comité Nacional Republicano del Congreso (NRCC) escribió en una breve publicación en X/Twitter: “Cuellar no pone a Texas en primer lugar, se pone a sí mismo en primer lugar. ¿Pedirán los demócratas de la Cámara que DIMITA?”.