¿Puede Donald Trump indultarse a sí mismo?
El expresidente, que ahora lucha contra cuatro acusaciones, repartió generosamente pedidos de clemencia ejecutiva a sus aliados políticos desde la Casa Blanca.
Donald Trump ya ha sido acusado cuatro veces este año: dos a nivel federal y dos a nivel estatal.
En abril, durante un juicio en Nueva York, se declaró inocente de cargos estatales después de ser acusado por el fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg. Según las acusaciones, Trump habría manipulado sus registros comerciales con el objetivo de ocultar el pago de sobornos a la actriz porno Stormy Daniels en 2016, para evitar que hablara de una relación extramatrimonial que habrían tenido en 2006, y no arruinar su carrera presidencial.
Luego, el abogado especial del Departamento de Justicia, Jack Smith, le entregó una acusación federal en mayo por una presunta mala gestión de documentos gubernamentales clasificados después de que finalizara su único mandato presidencial, y otra en agosto por intentar revertir el resultado de las elecciones de 2020, conspirar para defraudar a los EE. UU., manipular a un testigo y conspirar contra los derechos de la ciudadanía.
En ambos casos, Trump volvió a declararse inocente de todos los cargos.
Sin embargo, eso no es todo. Desde entonces, ha recibido una cuarta acusación, pero esta vez de Fani Willis, fiscal del distrito del condado de Fulton (Georgia), por su intento de influir en el recuento de votos de 2020 en dicho estado. Tras la victoria de Joe Biden, Trump presionó al secretario de Estado, Brad Raffensperger, para que lo ayudara a "encontrar" los 11.780 votos que necesitaba para ganar, una conversación que fue grabada y descrita como "peor que el escándalo Watergate" por el experto en periodismo del Washington Post, Carl Bernstein.
Ningún expresidente o presidente en ejercicio de los EE. UU. había sido acusado formalmente de un delito, por lo que el hecho de que Trump haya recibido múltiples acusaciones ya es algo histórico. Además, tiene el "logro" de haberse convertido en el primer comandante en jefe de los EE. UU. en ser acusado dos veces.
La posibilidad de que Trump vuelva a ganar la presidencia en noviembre de 2024 y, luego, intente utilizar sus poderes de indulto presidencial para excusarse es algo fascinante que aún podría hacerse realidad.
Durante su presidencia entre 2017 y 2021, Trump utilizó sus poderes de clemencia ejecutiva para indultar a no menos de 237 personas, como al sheriff de Arizona, Joe Arpaio, al creador de contenidos de derecha, Dinesh D’Souza, y a sus amigos Steve Bannon, Roger Stone, Michael Flynn, Paul Manafort y George Papadopoulos.
Al momento de dejar su cargo después de que se produjera el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021, todos se preguntaban si podría indultarse a sí mismo, lo cual no tuvo respuesta, ya que nunca intentó hacerlo.
Según el consenso general entre los juristas de ese entonces, no había ninguna estipulación que le prohibiera actuar de esa manera; sin embargo, dado que tampoco existían precedentes, podría ser objeto de una demanda para determinar su validez jurídica.
Aunque Trump ahora es un ciudadano privado sin tales poderes, se encuentra en una posición fuera de lo común. Por un lado, ya fue acusado tres veces y, por el otro, supera en las encuestas a sus rivales Ron DeSantis, Mike Pence, Nikki Haley, Tim Scott y Chris Christie, y lidera la nominación del Partido Republicano para ser el candidato a presidente en 2024.
En la Constitución de los EE. UU., no hay nada que le impida a una persona participar en una campaña presidencial si fue acusada o incluso si tiene una condena por un delito. No obstante, la 14.ª Enmienda sí impide la participación de quienes prestaron juramento para asumir el cargo y después participaron en una "insurrección o rebelión" contra el país, lo que, en última instancia, podría causarle problemas Trump si es condenado por los cargos de Smith por el asalto al Capitolio.
En tanto eso no ocurra, es libre de volver a presentarse como candidato a la Casa Blanca. Sin embargo, si realmente ganara e intentara utilizar sus poderes de indulto restituidos para beneficio propio, la situación podría complicarse bastante.
En primer lugar, los indultos presidenciales solo se aplican a delitos federales.
Si bien eso significa que podría absolverse a sí mismo en los casos de los documentos clasificados y las elecciones de 2020 que presentó Smith, no podría hacer lo mismo con las acusaciones presentadas por Bragg o Willis, ya que son asuntos de Estado.
En segundo lugar, la Constitución les prohíbe a los presidentes indultarse a sí mismos en los juicios políticos, lo que significa que cualquier conducta por la que se declare culpable a Trump en relación con su juicio político no reuniría las condiciones para otorgarse un indulto.
En tercer lugar, cualquier indulto daría lugar, casi con seguridad, a un caso ante la Corte Suprema, la cual podría no estar a favor de Trump a pesar de contar con una mayoría conservadora entre sus escaños.
Un memorándum del Departamento de Justicia de 1974 señalaba: "En virtud de la norma fundamental de que nadie puede ser juez de su propia causa, el presidente no puede indultarse a sí mismo". Aunque ese memorándum no es ley, podría utilizarse para sentar un precedente en caso de que la situación llegara a los tribunales.
Por lo tanto, si se diera el caso de que Trump ganara las elecciones de 2024, pero fuera condenado por cargos en el caso estatal (cuyo juicio está previsto para marzo), o en el caso federal relacionado con el asalto al Capitolio por el que fue sometido a juicio político, no se le permitiría indultarse a sí mismo, lo que probablemente daría lugar a una enorme y costosa batalla legal para evitar su encarcelación.
Si no pudiese evitar ese desenlace, la situación desembocaría casi con toda seguridad en un tercer juicio político o en su destitución mediante la 25.ª Enmienda, que le permite al Gabinete destituir a un presidente incapaz de desempeñar sus funciones.
Hay muchas tareas y funciones presidenciales que no se podrían llevar a cabo desde una celda, como consultar material clasificado, entre varias otras.
Hasta el momento, la situación es completamente hipotética, ya que aún falta mucho para que Trump reciba alguna posible condena.
Por otra parte, su candidatura presidencial más reciente ha provocado enormes discusiones teóricas en torno a algunos aspectos del derecho constitucional en los EE. UU., incluso mucho más profundas que lo que preveían muchos expertos.
Curiosamente, Trump abordó la cuestión en una entrevista en el programa Meet the Press de la NBC el 14 de septiembre, en la que le dijo a la presentadora Kristen Welker que era "muy poco probable" que se autoindultara si recuperaba la Casa Blanca en 2024. También afirmó que "se vería terrible" hacerlo y que había rechazado la oportunidad de absolverse al final de su primer mandato.
"Podría haberme indultado a mí mismo cuando me fui", dijo el republicano. "La gente me decía: ‘¿Te gustaría indultarte?’ Tuve un par de abogados que me dijeron: ‘Puedes hacerlo si quieres’. Hubo gente que me dijo: ‘Quedaría mal si lo haces’, pues yo creo que se vería terrible".
Sobre la posibilidad de sentirse tentando y actuar de esa manera en el futuro, le dijo a Welker: "Creo que es muy poco probable. ¿Qué hice mal? No hice nada malo. ¿Quieres decir que porque cuestiono unas elecciones quieren meterme en la cárcel?".
Cabe destacar que "muy poco probable" no es exactamente lo mismo que "no".
Traducción de Noelia Hubert