Ozzy Osbourne quería que su funeral fuera “una celebración, no un festival de la lágrima”
El célebre rebelde del heavy metal también confesó que le entusiasmaba la idea de sumar algunas bromas: “el sonido de golpes dentro del ataúd, tal vez”
Ozzy Osbourne expresó en una ocasión que no le importaba la música que se pusiera en su funeral, siempre y cuando fuera una “celebración” y no un “festival de la lágrima”.
El mundo está de luto por la muerte del legendario pionero del heavy metal, conocido sobre todo por ser el líder de Black Sabbath, el martes 22 de julio, a los 76 años.
“Con más tristeza de la que las meras palabras pueden transmitir, informamos que nuestro querido Ozzy Osbourne falleció esta mañana”, reza un comunicado conjunto de su mujer, Sharon, y sus hijos Kelly, Jack y Aimee. “Estaba con su familia y rodeado de amor”.
Aunque los planes para su funeral no han sido revelados, Osbourne ―otrora célebre por sus controvertidas locuras, como arrancar de un mordisco la cabeza de una paloma muerta y “esnifar una fila de hormigas”― se sinceró en una ocasión sobre qué imaginaba para su despedida.
“Sinceramente, no me importa lo que toquen en mi funeral; pueden poner un popurrí de Justin Bieber, Susan Boyle y ‘We Are the Diddymen’ si eso les hace felices, pero quiero asegurarme de que sea una celebración, no un festival de la lágrima”, confesó en una entrevista con fanáticos organizada por The Times en 2011.
“También me gustaría alguna broma: el sonido de golpes dentro del ataúd, tal vez, o un video mío en el que le pido a mi médico una segunda opinión sobre su diagnóstico de ‘muerte’. Nada de obsesionarse con los malos momentos. Así que para responder a tu pregunta, sí, planificarlo en cierto modo es justo para la familia que dejas atrás”.
Concluyó: “Vale la pena recordar que mucha gente no ve más que miseria toda su vida. Entonces, se mire por donde se mire, la mayoría de los habitantes de este país ―especialmente las estrellas del rock como yo― son muy afortunados. Por eso no quiero que mi funeral sea triste. Quiero que sea un momento para dar las gracias”.
Osbourne vivió para ser testigo de una celebración mundial de su legado en su concierto de despedida con Black Sabbath hace apenas unas semanas, cuando los cuatro miembros originales de la banda tocaron juntos por primera vez en dos décadas en el Villa Park de Birmingham.
A ellos se unieron otros gigantes del heavy metal como Metallica, Alice in Chains y Slayer, además de artistas como Guns N' Roses, Tom Morello y Yungblud.
La recaudación del concierto, una suma total de USD 190 millones, se donó a tres organizaciones benéficas.
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Traducción de Martina Telo