Intercambian a venezolanos deportados por Trump y presos en El Salvador por ciudadanos estadounidenses
Los venezolanos liberados podrían contar cómo era la prisión salvadoreña donde estuvieron recluidos durante meses de proceso legal
Decenas de venezolanos que habían sido deportados por el gobierno de Donald Trump a una prisión de alta seguridad en El Salvador fueron repatriados a Venezuela como parte de un acuerdo bilateral que busca asegurar la liberación de ciudadanos estadounidenses detenidos en ese país.
Según informaron Reuters y Bloomberg, más de 200 venezolanos expulsados de manera sumaria hacia el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) en El Salvador serán trasladados a Caracas en el marco del acuerdo.
A cambio, el gobierno venezolano entregará a las autoridades de Estados Unidos a cinco ciudadanos estadounidenses y cinco residentes legales permanentes que permanecían detenidos en el país sudamericano.
El canje de prisioneros realizado el viernes se produce tras los intentos, considerados desordenados por algunos analistas, del gobierno de Trump por negociar la liberación de ciudadanos estadounidenses detenidos en Venezuela. A cambio, Washington buscaba repatriar a decenas de venezolanos a quienes había acusado de pertenecer a la organización criminal Tren de Aragua.
La liberación de estos venezolanos, tras más de cuatro meses detenidos en el CECOT en El Salvador, podría arrojar luz sobre sus experiencias dentro de la prisión y sobre las condiciones que enfrentan cientos de personas que aún permanecen recluidas en ese centro, tristemente célebre por sus condiciones extremas.

Hasta la fecha, solo una persona deportada desde Estados Unidos al CECOT logró regresar al país.
Se trata de Kilmar Abrego García, un padre salvadoreño que vivía en Maryland. Después de varias semanas de litigio por su detención y deportación, logró regresar a Estados Unidos. Al principio, funcionarios del gobierno reconocieron que su expulsión fue un error, aunque más tarde sostuvieron que el país ya no tenía jurisdicción sobre su caso. El mes pasado, Abrego García regresó para enfrentar una acusación penal federal en Tennessee por presunto tráfico de migrantes dentro del país.
En un escrito reciente presentado ante el tribunal, se detalla por primera vez las condiciones que enfrentan los inmigrantes venezolanos recluidos en la prisión salvadoreña.
Según sus abogados, Kilmar Abrego García fue víctima de golpizas severas, privación extrema del sueño, alimentación deficiente y tortura psicológica durante su estancia en el centro.
The Independent se puso en contacto con el Departamento de Estado en busca de comentarios.
A pesar de que el gobierno de Trump sostuvo que los venezolanos deportados y enviados a la prisión de máxima seguridad en El Salvador ya no eran responsabilidad de Estados Unidos, funcionarios del propio gobierno los han utilizado como moneda de cambio en un acuerdo de intercambio de prisioneros que llevaba semanas en negociación.
Sin embargo, las negociaciones, lideradas por el secretario de Estado Marco Rubio por un lado y el enviado presidencial Richard Grenell por el otro, parecían estar estancadas hasta el aparente avance alcanzado el viernes.

El regreso de los venezolanos había sido una exigencia constante del presidente Nicolás Maduro, quien acusó tanto al gobierno de Nayib Bukele como a la administración Trump de violar los derechos humanos al encerrar a migrantes en el CECOT, una prisión que organizaciones humanitarias han calificado como un “gulag tropical” y un campo de concentración.
A partir del 15 de marzo, aproximadamente 250 venezolanos fueron deportados a ese centro de máxima seguridad en El Salvador, luego de que el expresidente Trump invocara una ley centenaria de tiempos de guerra. Esa normativa permitió catalogar a presuntos miembros del Tren de Aragua como “enemigos extranjeros” y expulsarlos del país sin el debido proceso.
Desde la Casa Blanca afirman que Maduro comandó una “invasión” de miembros de pandillas al país, algo que contradice los informes de las agencias de inteligencia estadounidenses.
Los abogados del gobierno de Estados Unidos sostuvieron que, una vez deportados, el país ya no tenía jurisdicción sobre los venezolanos, a pesar de haber desobedecido órdenes judiciales de emergencia que intentaban bloquear su traslado a El Salvador. Sin embargo, las autoridades salvadoreñas informaron recientemente a las Naciones Unidas que “la responsabilidad legal de estas personas recae exclusivamente en el gobierno estadounidense”.
El presidente Nayib Bukele había insinuado por primera vez la posibilidad de un “acuerdo humanitario” con Estados Unidos y Venezuela en abril, pocas semanas después de aceptar albergar a los deportados en el CECOT. Las autoridades venezolanas, por su parte, rechazaron la propuesta inicial de deportación y exigieron el regreso de sus ciudadanos, a quienes calificaron como “secuestrados”.
Mientras tanto, varios jueces federales en Estados Unidos han bloqueado temporalmente nuevas deportaciones de venezolanos bajo la Ley de Enemigos Extranjeros, lo que anticipa una nueva batalla legal en la Corte Suprema en torno a las amplias facultades ejecutivas del presidente Trump y su agenda antiinmigrante.
Los abogados que representan a los venezolanos detenidos en el CECOT han impulsado una demanda colectiva, con el objetivo de impugnar judicialmente las acusaciones que motivaron su deportación.
“El tribunal recibió pruebas significativas que indican que muchos de los recluidos en el CECOT no tienen vínculos con organizaciones criminales y permanecen detenidos en una prisión extranjera por acusaciones sin sustento e incluso absurdas,” escribió el mes pasado el juez federal James Boasberg.
Traducción de Leticia Zampedri