Trump propone un ostentoso salón dorado en la Casa Blanca por $200 millones
La secretaria de Prensa, Karoline Leavitt, presentó los planos de la remodelación total de la residencia presidencial, que le dan un nuevo sentido al término “arcos dorados”
La Casa Blanca se prepara para una transformación dorada que pocos esperaban.
Este jueves, la secretaria de Prensa Karoline Leavitt anunció que en septiembre comenzará la construcción de un nuevo salón de baile de más de 8.300 metros cuadrados, impulsado por el presidente Donald Trump, quien espera usarlo para cenas de Estado y eventos oficiales antes del fin de su mandato en 2029.
Leavitt describió el proyecto como “una ampliación exquisita y necesaria”, que aportará un espacio “cuidadosamente diseñado” y con una estética que busca realzar el carácter simbólico del edificio presidencial.
“La Casa Blanca es uno de los edificios más hermosos e históricos del mundo, pero actualmente no puede albergar grandes eventos oficiales sin instalar una carpa enorme y poco estética a unos 100 metros de la entrada principal”, explicó Leavitt.
El nuevo salón de baile de la Casa Blanca tendrá capacidad para 650 personas sentadas, un aumento significativo frente a las 200 que caben actualmente en el Salón Este. Según Leavitt, esta expansión ofrecerá un entorno más digno y funcional para recibir a líderes mundiales y delegaciones extranjeras.

El nuevo centro de eventos se construirá en el lugar que actualmente ocupa el ala este de la Casa Blanca, ubicada entre la residencia ejecutiva y la sede del Departamento del Tesoro.
Este sector, construido por primera vez en 1902 y ampliado con un segundo piso cuatro décadas después, alberga oficinas como las de la primera dama Melania Trump y su equipo, la oficina militar de la Casa Blanca, la oficina de visitantes y otras funciones de apoyo. Karoline Leavitt informó que esas oficinas serán reubicadas temporalmente durante las obras.
Además, explicó que el ala este será “modificada y reconstruida en gran medida” una vez completado el nuevo salón de baile.
Leavitt señaló que la construcción costará unos 200 millones de dólares, financiados por el presidente Trump y donantes privados, cuyos nombres no fueron revelados.
Aunque el nuevo espacio estará “sustancialmente separado del edificio principal de la Casa Blanca”, Leavitt destacó que mantendrá una estética “casi idéntica en temática y herencia arquitectónica” al resto del complejo presidencial.


En una imagen digital del salón de baile, facilitado por la Casa Blanca, se muestra un enorme vestíbulo con techos ornamentados, lámparas de araña y detalles en pan de oro por todos lados.
La imagen recuerda al fastuoso salón de baile que Donald Trump mandó construir en los terrenos de Mar-a-Lago, la histórica mansión de Palm Beach de los años veinte que hoy funciona como club privado, sede de su empresa familiar y también como su residencia principal.
Desde su regreso a la Casa Blanca para un segundo mandato en enero, Trump ha impulsado una serie de cambios estéticos en el edificio presidencial para adaptarlo más a su estilo personal.
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Recurrió a un ebanista que ya había trabajado en Mar-a-Lago, a quien llamó su “hombre de oro”, para que aplicara su característico toque de Midas a múltiples superficies del Despacho Oval. El resultado: la emblemática sala quedó adornada con llamativos detalles en pan de oro puro, en zonas donde antes no existía ninguna ornamentación similar.
También ordenó que el emblemático Jardín de Rosas Kennedy se transforme en un patio similar al que utiliza para recibir invitados en su club social de Florida.
Aunque los rosales que rodean la zona desde el gobierno de John F. Kennedy se han conservado, la tradicional superficie de césped, escenario de numerosos actos oficiales frente al Despacho Oval, fue reemplazada por adoquines.
Traducción de Leticia Zampedri