Los misterios que persisten tras la publicación de los archivos de Epstein, y el millón que podría faltar
El Departamento de Justicia publicó el último lote de archivos y fotografías relacionados con Jeffrey Epstein: casi 30.000 páginas o 10 GB de información, informa Joe Sommerlad
El martes, el Departamento de Justicia publicó un nuevo y voluminoso conjunto de archivos vinculados a investigaciones previas sobre Jeffrey Epstein y habilitó la descarga de otros 11.000 documentos en su sitio web.
La difusión se produjo después de que, el viernes, el organismo publicara un paquete incompleto de documentos y fotografías sobre el fallecido abusador sexual, con el fin de cumplir el plazo de 30 días establecido tras la aprobación en noviembre de la Ley de Transparencia de los Archivos Epstein.
No obstante, gran parte del material apareció con fuertes censuras, sin el contexto necesario y sin un formato de búsqueda, pese a que la ley lo exigía de forma expresa.

La publicación parcial generó una reacción airada por parte de un grupo de sobrevivientes de Epstein, que la calificó de “inaceptable”, y también de los legisladores que impulsaron originalmente la divulgación de los archivos. Estos últimos señalaron que ahora evalúan avanzar con cargos por desacato al Congreso contra la fiscal general Pam Bondi por la forma en que manejó el proceso.
En respuesta, el Departamento de Justicia difundió casi 30.000 páginas de documentos apenas dos días antes de Navidad, un volumen equivalente a 10 gigabytes de información. Lejos de cerrar el tema, la nueva entrega volvió a abrir interrogantes sobre el fallecido magnate y su círculo social.
¿Cuántas veces viajó Trump en el avión de Epstein?
En el lote de archivos publicado el viernes hubo pocas menciones al presidente, pero en la entrega más reciente aparecen muchas más referencias.
Donald Trump no ha sido acusado de ningún delito vinculado a Jeffrey Epstein, un antiguo conocido suyo en Nueva York y contacto social ocasional en Florida. Además, la mención del nombre de una persona en los documentos no supone, por sí sola, delito alguno.
Sin embargo, en los últimos meses aumentó la presión para que explique su relación con Epstein, que, según dijo, terminó en 2004 tras un conflicto en Mar-a-Lago.

Uno de los registros más llamativos incluidos en el último lote de archivos es un correo interno enviado por un fiscal federal adjunto sin identificar del Distrito Sur de Nueva York, fechado en enero de 2020.
En el mensaje, dirigido a colegas, el funcionario explicó que los registros de vuelos obtenidos del jet privado de Jeffrey Epstein indicaban que Donald Trump había viajado en esa aeronave “muchas más veces de lo que se informó previamente”.
Según el correo, hubo al menos ocho vuelos entre 1993 y 1996 en los que Trump figuró como pasajero, y en al menos cuatro de ellos estuvo presente Ghislaine Maxwell, ex pareja y colaboradora de Epstein.
Esa información parece contradecir una afirmación que Trump publicó en Truth Social en enero de 2024, durante la campaña presidencial, cuando aseguró de manera tajante: “Nunca estuve en el avión de Epstein ni en su ‘estúpida’ isla”.
¿Quiénes eran los 10 presuntos cómplices buscados por el FBI?
Una serie de correos electrónicos del FBI enviados en julio de 2019 hace referencia a posibles investigaciones sobre 10 personas señaladas como asociadas y facilitadoras del fallecido delincuente sexual.
“Cuando tengas un momento, ¿puedes darme una actualización sobre el estado de los 10 cómplices?”, dice uno de los mensajes, enviado desde una cuenta con la firma “FBI New York”.
Dos días después, otro correo solicitó “una actualización sobre los 10 cómplices antes del cierre de la jornada”.
Según otro email de julio de 2019, tres de los 10 presuntos conspiradores residían en Florida y fueron citados a comparecer ante un gran jurado federal. En los mensajes también se menciona a otras personas en Boston, Nueva York y Connecticut.
Entre los presuntos conspiradores mencionados por nombre figuran Ghislaine Maxwell, condenada a 20 años de prisión por tráfico sexual; el ex agente de modelos Jean-Luc Brunel, encontrado muerto en una cárcel en 2022; y el empresario Leslie Wexner, que cortó lazos con Epstein tras su imputación en Florida a fines de los años 2000.

En otro mensaje de los investigadores, divulgado el martes, se indica que uno de los posibles conspiradores es un “empresario adinerado de Ohio”, que se cree corresponde a Leslie Wexner.
Un representante legal de Wexner afirmó que el fiscal que encabezaba la investigación sobre Epstein en ese momento sostuvo que no era co-conspirador ni objetivo del caso y reiteró que su cliente negó en varias ocasiones haber tenido conocimiento de los delitos.
Aun así, siete de las diez personas mencionadas continúan sin ser identificadas.
El líder de la minoría en el Senado, Chuck Schumer, pidió más información y cuestionó en redes sociales: “¿Quiénes son estos diez cómplices? ¿Por qué no vimos esos memorandos? ¿Dónde están los registros del gran jurado? ¿Dónde están los archivos del FBI? ¿Qué están ocultando?”.
Los mensajes también ponen en cuestión el testimonio del director del FBI, Kash Patel,
quien aseguró ante el Congreso que no había “información creíble” de que Epstein hubiera traficado mujeres y niñas para terceros. Sin embargo, documentos citados por CNN hacen referencia a memorandos enviados tras la muerte de Epstein en prisión en agosto de 2019, en los que se mencionan posibles conspiradores que aún podrían enfrentar cargos.
¿Cómo separar la realidad de la ficción?
En un mensaje publicado el martes en X, el Departamento de Justicia alertó que los últimos documentos divulgados incluyen “afirmaciones falsas y sensacionalistas” contra el presidente. Según el organismo, se trata de acusaciones “infundadas y falsas” que habrían sido “instrumentalizadas” anteriormente “de haber tenido alguna credibilidad”. Es la primera reacción oficial del departamento sobre el contenido de los archivos.
Más tarde ese mismo día, el vicefiscal general Todd Blanche también se expresó en la misma plataforma y afirmó: “En los últimos días, hubo mucho sensacionalismo e incluso mentiras descaradas sobre los llamados ‘archivos Epstein’. Pero separemos la realidad de la ficción”.
“La entrega de documentos consiste precisamente en eso. En ocasiones, puede implicar la publicación de materiales falsos o inexactos, solo porque se encuentran en nuestro poder y la ley exige su divulgación”.

Pero ¿qué tan sencillo resulta “separar la realidad de la ficción” al revisar los documentos publicados, cuando se ofrece tan poco contexto o información temporal?
El martes, el Departamento de Justicia sostuvo en X que una carta que habría sido escrita por Epstein desde prisión al exmédico de la selección estadounidense de gimnasia, Larry Nassar, era “falsa”. En el texto, el autor hacía una broma grosera sobre “el presidente” mientras se lamentaba por sus respectivos destinos.
“El matasellos de la carta es de tres días después de la muerte de Epstein y fue enviado desde el norte de Virginia, cuando él estaba detenido en Nueva York”, indicó el departamento. “La dirección del remitente no consignaba la cárcel donde estaba recluido ni incluía su número de interno, un requisito obligatorio para el correo saliente”.
Esa evaluación se apoya en otro documento del expediente: una solicitud del FBI de septiembre de 2019 para realizar un análisis caligráfico de la carta y establecer su autoría, cuyo resultado no figura en los archivos.
También fue identificado como falso un video enviado al FBI que supuestamente mostraba el suicidio de Epstein en su celda, remitido por una persona que lo había encontrado en internet y buscaba confirmar su autenticidad.
Si bien estos dos casos parecen relativamente claros, su inclusión refuerza la importancia de no dar por válido todo lo que figura en los llamados archivos Epstein sin antes establecer su contexto.
Traducción de Leticia Zampedri






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