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Activista adolescente de Florida presenta a Joe Biden en evento del Orgullo de la Casa Blanca

El presidente firma una orden ejecutiva radical para combatir la discriminación, redoblar los esfuerzos de prevención del suicidio y bloquear los programas de “terapia de conversión” financiados con fondos federales

Alex Woodward
Miércoles, 15 de junio de 2022 20:57 EDT
Joe Biden condena la agenda “ultra MAGA” en el acto del Orgullo en la Casa Blanca
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El presidente Joe Biden condenó la violencia contra los estadounidenses transgénero y la ola de legislaciones dirigida contra las personas LGBT+ antes de firmar una orden ejecutiva para reforzar las medidas contra la discriminación y los esfuerzos de prevención del suicidio.

Durante el segundo evento anual del Orgullo del presidente en la Casa Blanca, el presidente criticó una campaña “ultra MAGA” de medidas discriminatorias, que incluye más de 300 proyectos de ley a nivel estatal presentados por legisladores republicanos, en su mayoría destinados a eliminar la atención médica transgénero y prohibir que los atletas transgénero asistan a los deportes escolares, así como los esfuerzos de las autoridades de Texas para enjuiciar a las familias de los menores de edad transgénero por maltrato infantil y la “Ley de derechos de los padres en la educación” de Florida, que los opositores han llamado la ley “Don’t say gay”.

“En Florida, persiguiendo a Mickey Mouse, por el amor de Dios”, dijo el presidente, en alusión a los esfuerzos liderados por los republicanos para despojar a Walt Disney World de su acuerdo con el gobierno después de que la compañía criticó públicamente la ley.

“Estos ataques son reales y tienen consecuencias para familias reales”, aseguró.

El presidente fue presentado por Javier Gómez, de Florida, de 18 años, quien ayudó a organizar huelgas en su escuela secundaria de Florida para protestar contra la llamada ley estatal “Don’t say gay”, que prohíbe la discusión en el aula sobre “orientación sexual o identidad de género” en el jardín de niños y hasta rl tercer grado o “de una manera que no sea apropiada para la edad o el desarrollo de los estudiantes” en otros grados.

Los opositores han advertido que el lenguaje amplio de la legislación, y la aplicación a través de acciones civiles contra maestros y escuelas por la percepción de una infracción, paralizará la libertad de expresión en el aula y la forma en que los estudiantes aprenden sobre las personas, la historia y los eventos LGBT+, sus familias o ellos mismos, y plantea preguntas sobre cómo los estudiantes pueden discutir cualquiera de esos temas sin propiciar demandas potenciales.

Él dijo que la aceptación de su maestro de quinto grado abiertamente gay “creó un salón de clases que me hizo sentir bienvenido”.

“Me temo que los estudiantes de Florida y de todo el país no podrán obtener el mismo apoyo debido a una legislación de odio”, dijo. “Mi presencia aquí es testimonio de que estamos contraatacando… Porque nuestras vidas son gloriosas, hermosas y dignas. Merecemos respeto y amor. Hasta que tengamos eso, seguiremos luchando por la liberación. … Estoy luchando por el próximo pequeño Javier para que no tenga que llorar para dormir todas las noches con la esperanza de que se despierte siendo normal”.

En su mensaje a los jóvenes estadounidenses LGBT+, el presidente dijo: “Solo sé tú. Eres amado. Eres escuchado. Eres comprendido. Tú perteneces. Quiero que sepas que, como tu presidente, todos nosotros en este escenario te respaldamos”.

Instó a los miembros del Congreso a aprobar la Ley de Igualdad, que ampliaría las protecciones federales contra la discriminación por motivos de orientación sexual e identidad de género en el empleo, la vivienda, la educación y otros programas.

El proyecto de ley fue aprobado por la Cámara de Representantes controlada por los demócratas, pero ha languidecido en un estancado Senado.

Biden firmó una orden ejecutiva radical que ordena al Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU. que ayude a los estados a ampliar el acceso a la atención médica para los estadounidenses LGBT+ y ordena al Departamento de Educación que estudie los impactos de las leyes estatales en los jóvenes LGBT+ y elabore políticas escolares inclusivas.

La orden también exige al Departamento de Salud que aclare que los programas financiados por el gobierno federal no pueden apoyar los esfuerzos de “terapia de conversión” y que garantice que la ayuda estadounidense no se utilice para apoyar esta práctica en otros lugares.

Su orden también apoya los programas de prevención del suicidio y ordena a las agencias federales que estudien las barreras para los programas y beneficios federales, así como los impactos dispares que enfrentan las personas LGBT+ en la vivienda, la adopción temporal, el sistema de justicia penal, la atención médica y las escuelas.

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