ICE planea gastar 180 millones de dólares en cazarrecompensas para localizar a miles de inmigrantes
Seguridad Nacional busca rastreadores para vigilancia física en más de un millón de hogares
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) busca contratar cazarrecompensas e investigadores privados para localizar a decenas de miles de inmigrantes, como parte del plan de deportaciones masivas impulsado por Donald Trump, según documentos oficiales.
La agencia declaró tener una “necesidad inmediata” de servicios de localización de personas, lo que podría incluir cazarrecompensas, fiadores, cobradores de deudas, notificadores judiciales, agentes de embargo y otros investigadores, de acuerdo con documentos de contratación revisados por The Independent.
ICE podría gastar hasta 180 millones de dólares en estas contrataciones, que incluyen operaciones de vigilancia física en más de un millón de hogares. La agencia lo describe como “investigación de localización mejorada”, que contempla la recopilación de fotos y documentos que verifiquen el lugar de residencia o empleo de los inmigrantes, incluidos recibos de servicios públicos y otros registros.
La agencia cuenta con una “lista de direcciones” que abarca 1,5 millones de domicilios, y los proveedores contratados por el gobierno recibirían lotes de 50.000 casos cada uno para rastrear, según los documentos.
Los investigadores deberán entregar “fotografías con sello de tiempo del lugar” y podrán utilizar tecnología de vigilancia para realizar una “investigación de localización mejorada”, que incluye rastreo en tiempo real tanto automatizado como manual.
-where-m.jpeg)
Según los documentos, “para alcanzar un mayor nivel de certeza, el proveedor puede verificar físicamente la ubicación y presencia del extranjero, preferentemente confirmando su domicilio o lugar de trabajo”.
Los agentes de rastreo deberán reportar al gobierno la “ubicación física” del objetivo o, en su defecto, informar que no lograron localizarlo y que cualquier intento adicional sería infructuoso.
Además, se indica que “el proveedor debe priorizar la localización del domicilio y solo recurrir al lugar de trabajo si no hay otra opción”.
ICE también exige a los proveedores que “garanticen el cumplimiento de todas las leyes y regulaciones aplicables en materia de recopilación de datos, privacidad e informes” y que “detallen su metodología para el rastreo de personas, incluyendo las herramientas y recursos utilizados, para asegurar transparencia y confianza en sus procesos”.
Los documentos, revelados inicialmente por 404 Media, forman parte de una serie de propuestas que delinean planes más amplios para expandir los arrestos migratorios y aumentar la capacidad de detención bajo el Gobierno de Trump, que actualmente mantiene a más de 66,000 personas en centros de detención de inmigración en todo el país, una cifra récord.
El Gobierno destinó miles de millones de dólares a reforzar la aplicación de leyes migratorias, con un presupuesto aprobado por el Congreso que convierte a ICE en una de las agencias policiales mejor financiadas del mundo, equiparable al gasto militar de algunos países.
El Departamento de Seguridad Nacional, que supervisa a ICE, se ha propuesto contratar a 10.000 nuevos agentes para el próximo año, lo que duplicaría su plantilla actual, con un fuerte impulso a la división de Operaciones de Ejecución y Deportación.
Sin embargo, críticos advierten que una expansión acelerada de agentes y contratistas —sin una evaluación adecuada— podría repetir errores del pasado. En gobiernos anteriores, el aumento masivo de personal en la Patrulla Fronteriza estuvo acompañado por un alza en casos de corrupción y mala conducta.
ICE también enfrenta un intenso escrutinio legal, con demandas en todo el país que denuncian abusos generalizados en centros de detención y el uso ilegal de la fuerza en las calles, en medio del despliegue de agentes federales en ciudades gobernadas por demócratas bajo órdenes de Trump.
La agencia, además, amplía sus alianzas con cuerpos policiales locales y contratistas privados para el traslado de detenidos, asigna decenas de millones de dólares a campañas publicitarias y de comunicación, equipa a los agentes de la patrulla fronteriza con material de grado militar y transforma vehículos de ICE para que se asemejen al avión privado de Trump.
Traducción de Leticia Zampedri






