La Cámara aprueba publicación de archivos de Epstein en votación casi unánime tras cambio de postura de Trump
La medida obliga al Gobierno a hacer públicos todos los archivos sobre el traficante sexual condenado, pero aún necesita la aprobación del Senado mientras aumentan las dudas sobre si el Departamento de Justicia cumplirá tras la nueva investigación que ordenó Trump la semana pasada
La Cámara de Representantes aprobó el martes una ley que obliga al Departamento de Justicia a hacer públicos todos sus expedientes sobre el financiero pederasta Jeffrey Epstein. No obstante, sigue sin estar claro cuándo se publicarán los archivos, o si se publicarán.
La votación fue casi unánime, excepto por un solo republicano en contra, Clay Higgins, de Luisiana.
Aunque la votación por 427 votos a favor y 1 en contra (con cinco miembros que no votaron) podría indicar un esfuerzo unificado, el proceso previo a la decisión demuestra todo lo contrario. La votación en la Cámara se produjo después de que el liderazgo republicano bloqueara al principio la legislación, lo que llevó a los representantes Thomas Massie (republicano de Kentucky) y Ro Khanna (demócrata de California) a introducir la petición de aprobación. El 218.º voto crucial se otorgó la semana pasada cuando la representante demócrata Adelita Grijalva de Arizona —que ganó una elección especial el 23 de septiembre— finalmente juró su cargo después de retrasos en parte debido al cierre de la Administración.
Eso acorraló al presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, que llevaba meses paralizando la medida a instancias del presidente Donald Trump. Luego, en un giro de 180 grados respecto a su postura de que el caso Epstein y las súplicas de sus víctimas para que se hiciera público eran una mera “farsa demócrata”, Trump instó de repente a los republicanos a aprobar la medida y dijo el fin de semana que la firmaría si también se aprobaba en el Senado.
Aun así, la votación del martes sobre la aprobación es solo el primer paso de lo que podría ser un largo proceso antes de que se hagan públicos los expedientes.
Ahora se plantea la cuestión de cuándo y cómo votará el Senado la legislación después de que Trump la impulsara. Y luego está el asunto de que Trump haya pedido a la fiscal general Pam Bondi que abra una investigación sobre la “implicación y relación” de Epstein con destacados demócratas. Lo cual hizo de inmediato.

En concreto, Trump nombró al expresidente Bill Clinton, al donante demócrata y fundador de LinkedIn Reid Hoffman y al expresidente de Harvard y secretario del Tesoro Larry Summers como presuntos socios de Epstein. Dicha medida podría complicar la publicación de los archivos completos, ya que la Administración de Trump podría alegar que la investigación está abierta por el Departamento de Justicia.
La legislación pide al Departamento de Justicia que divulgue al público todos los registros, documentos, comunicaciones y material de investigación no clasificados relacionados con Epstein y su socia y cómplice Ghislaine Maxwell.
Antes de que Trump finalmente cambiara de postura y dijera que los republicanos deberían votar a favor de liberar los archivos, solo tres miembros del Partido Republicano (las representantes Marjorie Taylor Greene, de Georgia; Nancy Mace, de Carolina del Sur; y Lauren Boebert, de Colorado) habían firmado la petición de aprobación.
Johnson se opuso a que se votaran los archivos de Epstein y el martes declaró a los periodistas que esperaba que el Senado modificara la legislación una vez aprobada por la Cámara.
“Esto debió haberse hecho de una manera mucho más cuidadosa y no se hizo”, señaló Johnson. Además lo calificó de “acto político crudo y obvio”.
Pero las peticiones de aprobación permiten a los representantes eludir a los líderes del Congreso y forzar una votación si reciben una mayoría de firmas.

Durante meses, languideció después de que la demócrata Adelita Grijalva ganara en septiembre unas elecciones especiales en el distrito 7 de Arizona para sustituir a su difunto padre. Johnson finalmente juró a Grijalva en el cargo la semana pasada y Grijalva firmó inmediatamente la petición, lo que permitió que se presentara.
Pero la votación amenazaba con separar por completo al caucus republicano. Trump había jugado al gato y al ratón con Mace, que se postula a gobernadora, pero que, como sobreviviente de una violación, quería que se publicaran los archivos.
También provocó que Trump retirara su apoyo a Greene, otrora sus mayores defensoras en el Congreso, e incluso que la llamara “traidora”. Antes de la votación, Greene dijo que esperaba que el Departamento de Justicia no paralizara la publicación de los nombres que figuran en los expedientes.
“La verdadera prueba será si el Departamento de Justicia hará públicos los expedientes, o si todo seguirá atorado en investigaciones”, comentó Greene en una rueda de prensa antes de la votación.
Durante la campaña presidencial de 2024, Trump, que en algún momento consideró a Epstein un amigo antes de una supuesta pelea, prometió que desclasificaría información relacionada con Epstein, un conocido depredador de niñas que murió bajo custodia policial durante el primer mandato de Trump en la Casa Blanca. El futuro vicepresidente de Trump, J. D. Vance, hizo lo mismo.
Muchos en la derecha esperaban que los archivos desclasificados revelaran que muchos demócratas amigos de Epstein, un acaudalado financiero que obtuvo su dinero por medios misteriosos, habían sido cómplices de su red de traficantes.
Pero en julio, el Departamento de Justicia y el FBI hicieron público un memorando de dos páginas en el que se afirmaba que Epstein no tenía una “lista de clientes” y que lo más probable era que se había suicidado. El memorando provocó una bronca en la derecha, incluso entre muchos de los conductores de pódcast de la manosfera que habían apoyado a Trump en las elecciones de 2024.
Hasta entonces, Johnson se había opuesto a la divulgación de los archivos con el argumento de que podría revelar la identidad de muchas de las víctimas. Pero muchas sobrevivientes de Epstein y Maxwell presionaron al Congreso para que desclasificara los archivos relacionados con Epstein.
La legislación se dirigirá ahora al Senado, pero no hay garantías de que se apruebe.
Traducción de Michelle Padilla






