Por qué Trump no ganó el Nobel de la Paz, y por qué aún podría lograrlo
El mandatario estadounidense insiste en que ya debería haber ganado el prestigioso premio “cuatro o cinco veces”
Donald Trump no ganó el Premio Nobel de la Paz, una decisión que probablemente enfurezca al presidente, quien ha asegurado haber puesto fin a “siete guerras”.
En su lugar, el Comité Noruego del Nobel otorgó el galardón de este año a la líder opositora venezolana María Corina Machado, en reconocimiento a su “incansable” labor en la promoción de los derechos democráticos del pueblo venezolano, según un comunicado emitido este viernes desde Oslo.
Machado permanece en la clandestinidad, debido a las graves amenazas contra su vida.
“Cuando los autoritarios toman el poder, es fundamental reconocer a quienes se levantan y resisten con valentía en defensa de la libertad”, expresó el comité.
La campaña de Trump para obtener el prestigioso galardón ha sido todo menos discreta: Trump comenzó a insinuar su deseo por el Nobel desde su primer mandato, pero esta vez ha sido aún más explícito, al afirmar que “lo merece” y que ya debería haberlo ganado “cuatro o cinco veces”.
Su aspiración ha sido tan evidente que algunos líderes mundiales llegaron a expresar su apoyo durante encuentros diplomáticos.

¿Quién apoyó a Trump para que gane el Nobel de la Paz?
Durante la última semana, casi todos los líderes mundiales fueron consultados sobre si respaldaban la candidatura de Donald Trump al prestigioso galardón.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, declaró que apoyaría a Trump si Estados Unidos le entregaba misiles Tomahawk. En paralelo, el Kremlin manifestó su respaldo a una eventual victoria del expresidente.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu —pese a su relación compleja con Trump— le entregó personalmente un sobre con una nominación durante las conversaciones de paz sobre Gaza.
Aunque su afirmación de haber puesto fin a “siete guerras” resulte discutible, el autor del bestseller El arte de la negociación parece haber logrado avances concretos hacia la paz en Medio Oriente. Esta semana, Hamas e Israel firmaron un acuerdo para implementar la primera fase del plan de paz de 20 puntos propuesto por Trump.
¿Por qué Trump no ganó?
El momento en que se firmó el acuerdo de paz en Gaza fue determinante.
Las nominaciones para el Nobel de la Paz de este año cerraron el 31 de enero, y Trump había asumido la presidencia apenas 11 días antes, el 20 de enero.
Eso significa que ninguno de sus esfuerzos diplomáticos ni nominaciones recientes pudo ser considerado para el anuncio del viernes. Además, aunque el acuerdo entre Israel y Hamas fue ratificado esta semana, los rehenes aún no han sido liberados y la tregua sigue siendo frágil, lo que probablemente no cumple con el criterio del comité, que valora logros con una “durabilidad” comprobada.
“El Premio Nobel de la Paz es el resultado de meses de investigación y deliberación por parte del comité del Nobel”, explicó Theo Zenou, historiador e investigador de la Henry Jackson Society.
“No cambiarían su decisión a último momento por un acuerdo que aún está en proceso”.
¿Tiene otra oportunidad? Sí. Trump aún podría estar en carrera para el premio del próximo año, si el alto el fuego en Gaza se mantiene y se avanza hacia un acuerdo más amplio y sostenible.

Campaña pública por el Nobel
El Comité no es ajeno a la polémica. Ya en 2009 fue criticado por concederle el Premio Nobel de la Paz a Barack Obama, cuando llevaba menos de un año en la presidencia de Estados Unidos y sin logros concretos en política internacional.
En el caso de Donald Trump, su insistente campaña pública para obtener el Nobel parece haber tenido el efecto contrario: para los cinco miembros del comité, la independencia es clave, y suelen rechazar cualquier intento de presión.
“La campaña abierta de Trump probablemente molestó al comité”, explicó el historiador Theo Zenou. “Ellos valoran mucho mantener su autonomía”.
Matthew Mokhefi-Ashton, profesor de política en la Universidad Nottingham Trent, coincidió: “Justamente no se lo quisieron dar porque estuvo demasiado empeñado en conseguirlo”.

Una decisión estratégica del Comité
Este ha sido un año marcado por múltiples conflictos globales. Las guerras más visibles —como la invasión rusa en Ucrania o la ofensiva de Israel en Gaza— acapararon la atención mediática, mientras que otras, como la guerra civil en Sudán, pasaron casi desapercibidas en la cobertura internacional.
Entre los nombres que sonaban como favoritos al Nobel de la Paz estaban Yulia Navalnaya, viuda del líder opositor ruso Alexei Navalny, y el grupo humanitario Emergency Response Rooms, que opera en Sudán. Sin embargo, analistas señalan que el comité optó por poner el foco en una causa menos expuesta.
“Machado es una elección poco polémica”, señala el historiador Theo Zenou. “El comité está reafirmando su compromiso con la democracia. Quieren enviar un mensaje claro a los autoritarios, y a quienes aspiran a serlo, en todo el mundo”.
Para el profesor Matthew Mokhefi-Ashton, también se trata de una jugada política bien pensada:
“Trump y los republicanos llevan años criticando al gobierno socialista de Venezuela. Al darle el premio a una de las principales figuras opositoras a Maduro, el comité dificulta que él y sus aliados republicanos critiquen la decisión”. Además, Trump ha expresado públicamente su apoyo a María Corina Machado, lo que sugiere que esta elección podría aplacar tanto a sus seguidores como a sus detractores.
Traducción de Leticia Zampedri