Brote de E. coli en Florida estaría relacionado con leche bronca no pasteurizada
El brote de E. coli surge en un momento en que el gobierno de Trump enfrenta presiones para flexibilizar las regulaciones sobre la leche bronca
Las autoridades sanitarias alertan de un brote de Campylobacter y complicaciones relacionadas con E. coli vinculado al consumo de leche bronca procedente de una granja de Florida.
El brote de leche cruda ha afectado a 21 personas, entre ellas seis niños menores de 10 años, y ha causado siete hospitalizaciones, según el Departamento de Salud de Florida. El departamento comentó que dos personas sufrieron “complicaciones graves”.
“Las prácticas de saneamiento en esta granja son especialmente preocupantes debido al número de casos”, advirtió el departamento en un anuncio el lunes, aunque no nombró la instalación.
The Independent se puso en contacto con el departamento en busca de más información.
La leche cruda solo puede venderse para consumo no humano en el estado, aunque algunos se saltan la norma y compran leche destinada a animales de compañía o piensos para su uso personal.
Desde 1987, el Departamento de Agricultura prohíbe la venta de leche cruda para consumo humano fuera de las fronteras estatales, y los funcionarios federales de salud pública advierten que el consumo de leche no pasteurizada expone a las personas a gérmenes como Campylobacter, Cryptosporidium, E. coli, Listeria, Brucella y Salmonella. El riesgo es especialmente alto para niños, ancianos, embarazadas y personas con sistemas inmunitarios vulnerables.
“La leche pasteurizada ofrece los mismos beneficios nutricionales sin los riesgos del consumo de leche cruda”, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). “Desde principios del siglo XX, la pasteurización ha reducido enormemente las enfermedades transmitidas por la leche”.
“Aunque no se han demostrado científicamente los supuestos beneficios nutricionales y para la salud del consumo de leche cruda, los riesgos para la salud son evidentes”, señala la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) en su sitio web. “Desde 1987, se han notificado 143 brotes de enfermedad (algunos acompañados de abortos espontáneos, mortinatos, insuficiencia renal y muertes) asociados al consumo de leche cruda y productos lácteos crudos contaminados con bacterias patógenas como Listeria, Campylobacter, Salmonella y E. coli”.
El año pasado, las autoridades reguladoras de California retiraron lotes de leche cruda de una granja de Fresno tras detectarse gripe aviar en las muestras.
A pesar del consenso científico sobre los riesgos de las leches no pasteurizadas, en los últimos años la leche cruda ha adquirido un estatus contracultural y se ha hecho popular entre algunos conservadores e independientes.
El secretario de Salud y Servicios Humanos, Robert F. Kennedy Jr., ha dicho que solo bebe leche bronca. De hecho, los partidarios de la leche cruda dentro de su campaña Make American Healthy Again (Hagamos a Estados Unidos saludable otra vez) se sintieron alentados en un principio cuando Kennedy incluyó la leche cruda en una lista de alimentos y temas relacionados con la salud que esperaba abordar en el cargo.
Desde que asumió el cargo, la FDA de Kennedy detuvo temporalmente un programa de control de calidad para analizar la leche en medio de los recortes de personal de la administración de Trump en el departamento de salud, pero el secretario no ha logrado el tipo de cambios en la regulación federal de la leche que esperaban.
Mark McAfee de Raw Farm, una central lechera de California que contaba con Kennedy como cliente, ha dicho que Kennedy y sus aliados le animaron inicialmente a ayudar a los funcionarios federales a cambiar las normas de la leche cruda, pero más tarde le negaron una reunión con los reguladores.
“Es publicidad engañosa y eso es bastante triste”, declaró al Fresno Bee el mes pasado.
Traducción de Michelle Padilla