Terremoto de magnitud 8,8 desata evacuaciones y alertas de tsunami en Hawái, California y Japón
Tras el sexto sismo más potente en la historia moderna, la situación cambia rápidamente en zonas costeras expuestas al riesgo de tsunami
Un potente terremoto de magnitud 8,8 frente a la costa oriental de Rusia desató evacuaciones y alertas de tsunami en todo el Pacífico. El impacto alcanzó a países como Estados Unidos y Japón, así como a regiones tan distantes como Polinesia y Chile.
El sismo ocurrió durante la madrugada del miércoles y fue el sexto más fuerte registrado en la historia. Poco después, el volcán más activo de la península de Kamchatka entró en erupción cerca del epicentro.
Las autoridades advirtieron que el riesgo podría extenderse durante varias horas a escala global.
El temblor causó daños en edificios y dejó varios heridos en una zona remota de Rusia. El gobierno de Japón ordenó evacuar gran parte de su costa oriental, mientras que en Hawái se aplicaron medidas similares en áreas de riesgo. En Kamchatka, los puertos quedaron inundados y los residentes se desplazaron hacia el interior. En el norte de Japón, olas blancas y espumosas alcanzaron la costa.
En Honolulu, el tráfico colapsó calles y carreteras mientras la población intentaba ponerse a salvo.

En Hawái se registraron olas de hasta 1,7 metros, mientras que en Japón la más alta alcanzó 1,3 metros, según informaron las autoridades. En California se observaron olas de casi medio metro y en la provincia canadiense de Columbia Británica, se detectaron otras de menor tamaño.
Hasta el momento, no se han reportado heridos de gravedad ni daños importantes.
En varias zonas, el peligro ya comenzó a disminuir. En Hawái y algunas regiones de Japón, el gobierno redujo sus niveles de alerta, mientras que las autoridades de la península de Kamchatka cancelaron la suya por completo.
En contraste, Chile elevó la alerta al nivel más alto en gran parte de su costa del Pacífico y comenzó a evacuar a cientos de personas. En la Polinesia Francesa, las autoridades pidieron a los habitantes de las remotas islas Marquesas que se trasladaran a zonas más altas, ante la posibilidad de olas de hasta 2,5 metros, que ya comenzaron a llegar en la madrugada del miércoles.
En Ecuador, las autoridades de las islas Galápagos también ordenaron evacuaciones preventivas para las personas que viven en áreas costeras vulnerables.

Gran parte de la costa oeste de Estados Unidos, que incluye California, Oregón, Washington y la Columbia Británica en Canadá, seguía bajo aviso de tsunami. Las autoridades advirtieron sobre la posibilidad de corrientes fuertes, olas peligrosas e inundaciones en playas y puertos. En Hawái, aunque se mantenía el aviso, las órdenes de evacuación ya habían sido levantadas en la Gran Isla y en Oahu. El aeropuerto de Honolulu reanudó sus vuelos por la tarde, según informó el Departamento de Transporte.
El coordinador del Centro Nacional de Alerta de Tsunamis de Alaska, Dave Snider, señaló que el riesgo podría extenderse por horas o incluso más de un día. “Un tsunami no es solo una ola”, explicó. “Es una secuencia de olas poderosas que pueden durar mucho tiempo”.
Según el Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico, el sismo ocurrió poco antes de las 13:30, hora de Hawái. En un primer momento, se informó una magnitud de 8, pero el Servicio Geológico de Estados Unidos la ajustó a 8,7 y luego a 8,8. De acuerdo con ese organismo, el epicentro se ubicó a 119 kilómetros al este-sureste de Petropavlovsk-Kamchatsky, una ciudad de 165.000 habitantes. El sismo tuvo una profundidad de 19,3 kilómetros.
Los tsunamis se producen cuando un terremoto submarino desplaza bruscamente el fondo del océano, lo que provoca el movimiento masivo del agua sobre la superficie. Esta energía genera olas que pueden recorrer grandes distancias. Contrario a lo que muchos creen, un tsunami no consiste en una sola ola gigante, sino en una serie de olas que llegan a la costa con la fuerza de una marea súbita y creciente.
Cuando hay posibilidad de que ocurra un tsunami, las autoridades emiten una alerta, que indica riesgo potencial. Si se confirma que las olas representan una amenaza real, la alerta se actualiza a un aviso de tsunami. Este aviso se emite cuando se anticipa una inundación importante en zonas costeras a causa de un tsunami confirmado.
Canadá, Filipinas, Indonesia, México y Nueva Zelanda se encontraban entre los países que expresaron temor ante la posible llegada de olas de tsunami.

En el litoral del Pacífico japonés, sonaron las alarmas y las autoridades emitieron órdenes de evacuación para decenas de miles de personas. Los trabajadores desalojaron la central nuclear de Fukushima, escenario del desastre radiactivo de 2011 provocado por un tsunami, según informó el operador TEPCO.
Hasta el miércoles, no se habían reportado irregularidades en ninguna planta nuclear. La alerta de tsunami también afectó el transporte en la región, donde transbordadores, trenes y aeropuertos suspendieron o retrasaron varias operaciones.
El Ministerio de Servicios de Emergencia de Rusia informó en Telegram que un jardín de infancia sufrió daños, al igual que una red eléctrica en la isla de Sajalín, lo que provocó un corte de electricidad, según declaraciones del gobernador regional recogidas por la agencia rusa RIA.
Por otro lado, un video difundido por el Ministerio de Sanidad regional mostró a un equipo médico en Petropavlovsk-Kamchatsky realizando una cirugía mientras el terremoto sacudía el quirófano.
“Actualmente, se están produciendo réplicas”, declaró en Telegram Danila Chebrov, director de la sucursal de Kamchatka del Servicio Geofísico. “Su intensidad seguirá siendo bastante alta. Sin embargo, no se esperan temblores más fuertes en el futuro cercano”.

Traducción de Leticia Zampedri