Riesgo de demencia podría estar vinculado a un medicamento de venta sin receta
Los antihistamínicos utilizados para conciliar el sueño y aliviar los desagradables síntomas de la alergia pueden representar un peligro inesperado para la salud
Existe un medicamento común de venta sin receta que puede aliviar las alergias y el resfriado o servir como somnífero que puede aumentar el riesgo de demencia de una persona.
Los antihistamínicos bloquean la histamina, sustancia química que provoca los molestos síntomas de la alergia. Sin embargo, el tipo de antihistamínico que tome puede influir mucho en su salud a largo plazo.
Existen dos tipos principales de antihistamínicos en el mercado: los de primera y los de segunda generación.
Los médicos afirman que estos antihistamínicos de “primera generación” son menos seguros porque atraviesan con mayor facilidad la barrera hematoencefálica, llegan al sistema nervioso central y provocan somnolencia. En cambio, los antihistamínicos de segunda generación no tienen tal efecto.
“La gente a veces asume que estos medicamentos deben ser inofensivos porque se venden sin receta médica, pero si los usas con demasiada frecuencia o durante demasiado tiempo, pueden alterar tu pensamiento, hacerte sentir aturdido durante el día, y posiblemente conducir a problemas a largo plazo”, señaló la Dra. Pamela Tambini, médica internista y directora médica de Engage Wellness, a Women’s Health.
Los antihistamínicos de primera generación actúan específicamente sobre una sustancia química cerebral clave que interviene en la memoria, denominada acetilcolina. Por su diseño, tienen un impacto a largo plazo en la salud de nuestro cerebro. Es un impacto negativo que se ha documentado desde hace unos años, pero puede que no sea algo que se contemple al buscar alivio.
El uso frecuente de estos medicamentos para dormir de primera generación se ha relacionado con un mayor riesgo de padecer la enfermedad crónica en adultos mayores, según un estudio publicado en la revista sobre Alzeheimer Journal of Alzheimer’s Disease en 2023.
Un estudio publicado en 2024 en la revista sobre alergias e inmunología Journal of Allergy and Clinical Immunology también afirmó que existe cierto riesgo asociado a los antihistamínicos de segunda generación, pero en menor grado. Un estudio publicado este año en la revista de la organización especializada en alergias World Allergy Organization Journal sugiere que la gente debería evitar tomar Benadryl.
Aunque los estudios han hallado una relación entre los fármacos (incluido el Benadryl) y la demencia, los investigadores afirman que no prueba que causen la enfermedad, según la Facultad de Medicina de Harvard. Sin embargo, lo que sí se sabe es que los fármacos que bloquean la acetilcolina pueden causar confusión y aumentar el riesgo de caídas en las personas mayores. Además, la producción de acetilcolina disminuye con la edad. Por tanto, bloquearla puede incrementar el nivel de peligro para los adultos mayores, que corren un mayor riesgo de padecer demencia. En particular, muchos fármacos tienen un efecto más potente en las personas mayores, que a su vez suelen tomar más medicamentos.
Tambini advirtió en contra de “amortiguar constantemente” el sistema con dichos medicamentos, ya que el cerebro no funciona de manera óptima. Con el tiempo, puede derivar en problemas de memoria o incluso contribuir al deterioro cognitivo, sobre todo si el riesgo ya está presente.
En su lugar, los médicos recomiendan recurrir a otras opciones más recientes, como Claritin. No obstante, está bien utilizar ocasionalmente un somnífero de venta libre.
“Existen opciones más seguras y eficaces, y hablar con el médico es un primer paso estupendo para averiguar qué ocurre realmente y cómo recuperar el sueño”, afirma Tambini.
Traducción de Michelle Padilla