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Prohíben reuniones religiosas en un pueblo español, generando críticas y acusaciones de islamofobia

Suman Naishadham
Viernes, 08 de agosto de 2025 16:01 EDT
ESPAÑA-PROHIBICIÓN RELIGIOSA
ESPAÑA-PROHIBICIÓN RELIGIOSA (AP)

El gobierno de España criticó el viernes una prohibición impuesta en una localidad del sureste que proscribe las reuniones religiosas en centros deportivos públicos, una medida que afectará principalmente a los miembros de la comunidad musulmana de la localidad que, en los últimos años, han utilizado estos espacios para celebrar festividades religiosas.

La prohibición, aprobada la semana pasada por el gobierno local conservador de Jumilla, una localidad de 27.000 habitantes, se ha convertido desde entonces en un punto de conflicto. Sus críticos, incluido el gobierno nacional de izquierda de España, condenaron la medida por considerarla discriminatoria, mientras que algunos miembros de la derecha la celebran como un medio para defender la cultura cristiana de la nación.

Elma Saiz, ministra de Migración de España, calificó el viernes la prohibición de “bochornosa” e instó a los líderes locales a “dar un paso atrás” y disculparse con los residentes locales. El líder de una destacada asociación islámica del país criticó la medida, diciendo que equivalía a una “islamofobia institucionalizada”.

Saiz dijo a la emisora española Antena 3 que políticas como la prohibición en Jumilla perjudican a “ciudadanos que llevan décadas viviendo en nuestros pueblos, en nuestras ciudades, en nuestro país, aportando y perfectamente integrados sin ningún problema de convivencia”.

La prohibición es la más reciente controversia relacionada con los candentes temas de la inmigración y el multiculturalismo en España. Se produce tras los enfrentamientos ocurridos el mes pasado en la región sureña de Murcia entre grupos de extrema derecha y residentes locales y migrantes. Los disturbios estallaron después de que un residente anciano en la localidad de Torre-Pacheco fuera golpeado por agresores presuntamente de origen marroquí, lo que hizo que grupos de extrema derecha hicieran un llamado a tomar represalias contra la numerosa población migrante del área.

Funcionarios conservadores de Jumilla, cuya economía se basa en la agricultura de viñedos ondulantes, olivos y almendros, defendieron la prohibición el viernes.

La alcaldesa de la localidad, Seve González, dijo al periódico español El País que la medida no señalaba a ningún grupo en particular y que su gobierno quería “instar al equipo de Gobierno a promover campañas culturales que defiendan nuestra identidad”

La medida fue propuesta inicialmente por el partido de extrema derecha Vox y luego enmendada y aprobada por el centroderechista Partido Popular, al que pertenece la alcaldesa. En dicha medida se estipula que las instalaciones deportivas municipales solo pueden ser utilizadas para actividades atléticas o eventos organizados por las autoridades locales. Se indica que, en ninguna circunstancia, los centros pueden ser utilizados para realizar actividades culturales, sociales o religiosas ajenas al Ayuntamiento.

Mohamed El Ghaidouni, secretario de la Unión de Comunidades Islámicas de España, criticó la justificación del gobierno local para la moción, particularmente su afirmación de que las festividades musulmanas tradicionalmente celebradas en los centros deportivos —principalmente el Eid al-Fitr, que marca el final del mes sagrado islámico del ramadán, y el Eid al-Adha— son “ajenas a la identidad del pueblo”.

La prohibición, dijo, “choca contra la institución del estado español” que protege la libertad religiosa.

La rama de Vox en la región de Murcia celebró la medida a principios de esta semana, diciendo en X que ”¡España es y será siempre una tierra de raíces cristianas!”

“Debemos proteger los espacios públicos de prácticas ajenas a nuestra cultura y nuestra forma de vida”, escribió el viernes el líder del partido, Santiago Abascal, añadiendo que “España no es Al Ándalus”, haciendo referencia al nombre histórico de la España islámica.

Durante siglos, España fue gobernada por musulmanes, cuya influencia está presente en el idioma español y en muchos de los monumentos más celebrados del país, entre ellos, la famosa Alhambra morisca de Granada. El dominio islámico terminó en 1492 cuando el último reino árabe en España cayó ante los católicos.

Gobiernos de derecha de otras partes de Europa han aprobado medidas similares a la prohibición en Jumilla, afectando el corazón de los debates en curso en todo el continente sobre el nacionalismo y el pluralismo religioso y cultural.

El año pasado en Monfalcone, una gran ciudad portuaria industrial del noreste de Italia con una importante población inmigrante de Bangladesh, su alcaldesa de extrema derecha, Anna Maria Cisint, prohibió las oraciones en un centro cultural. La medida generó protestas en las que participaron unas 8.000 personas, y la comunidad musulmana de la ciudad ha presentado una apelación en un tribunal regional.

En Estados Unidos, las políticas religiosas del presidente Donald Trump han atraído a los cristianos conservadores, mientras que sus críticos han dicho que erosionan la separación entre la iglesia y el estado.

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La periodista de The Associated Press Giada Zampano en Roma contribuyó a este despacho.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.

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