Acusan a un hombre de asesinar a una pareja con fentanilo para cobrar una herencia
Luke D’Wit modificó el testamento de Stephen y Carol Baxter y, al día siguiente, aparecieron muertos
Un hombre es acusado de haber utilizado su teléfono celular para monitorear el fallecimiento de un matrimonio después de envenenarlos con fentanilo, un fuerte opioide que se utiliza para aliviar el dolor.
Según se conoció durante el juicio, Luke D’Wit (34) modificó el testamento de Stephen (61) y Carol Baxter (64) para incluirse como heredero un día después de que la pareja apareciera sin vida en el porche de su casa.
Los Baxter eran dueños de una exitosa fábrica de alfombras de baño en Essex (Reino Unido) y, hasta el momento, D’Wit niega cualquier tipo de responsabilidad con respecto a los hechos.
La fiscal Tracy Ayling sostuvo que D’Wit había trabajado para la pareja y que tenían una relación muy cercana, al punto de considerarlo como “un hijo adoptivo”.
El jueves, se informó a los miembros del jurado que D'Wit había instalado en su teléfono una “app de vigilancia” que le permitía controlar una cámara desde otro dispositivo.
Asimismo, el peritaje policial reveló que el teléfono del acusado contenía imágenes de la pareja sin vida “en sus sillones”, correspondientes a la tarde del 7 de abril del año pasado. Dos días después, su hija Ellie Baxter encontró los cadáveres ubicados en el mismo lugar.
“La fiscalía sostiene que [D’Wit] estaba observando estas imágenes de los Baxter mientras se encontraban en el porche, sentados en sus sillones”, comentó la fiscal.
“Los mismos sillones en los que los encontró [su hija] Ellie [Baxter] dos días después”.
Por otra parte, la fiscal afirmó que la pareja “no se movió para nada” después de que se registraron las imágenes y que, gracias a la cámara del timbre, se pudo observar a D'Wit caminando en dirección a la casa de los Baxter “mirando un teléfono” ese día.
También se informó que Carol Baxter padecía un problema de tiroides y que tenía un marcapasos.
“Si se hubiera movido después de que se tomaron esas imágenes, el marcapasos lo habría registrado”, manifestó Ayling.
Dirigiéndose al jurado, añadió: “¿Por qué el Sr. D'Wit observaba al Sr. y a la Sra. Baxter en el porche? ¿Los estaba viendo morir? Ambos estaban débiles”.
“¿Fue entonces que el Sr. D'Wit limpió la escena y lavó las tazas, sin dejar ningún rastro?”.
También sostuvo que D'Wit no abandonó el domicilio de los Baxter hasta las 7:55 p. m. del 7 de abril, momento en el que fue captado por la cámara del timbre.
“Fue la última persona que los vio con vida”, añadió Ayling. “Los vio morir a través de su teléfono”.
Los Baxter fueron encontrados sin vida el 9 de abril, luego de que su hija Ellie llegara al lugar.
Según consta en las grabaciones que se reprodujeron durante el juicio, la mujer se contactó con los servicios de emergencia en medio de un ataque de pánico y dijo: “Necesito una ambulancia ahora mismo”.
También se la escuchó decir que necesitaba ingresar a la casa y que creía que sus padres habían muerto.
Más tarde, D'Wit, que vivía cerca, tomó la llamada y le dijo al operador: “Soy un amigo”.
Por otra parte, se supo que la pareja dirigía una empresa llamada Cazsplash, dedicada a la fabricación de alfombras de baño.
D'Wit era el “heredero de un testamento bastante particular”, que habría sido creado en su propio teléfono un día después del fallecimiento de la pareja.
De acuerdo con los términos del documento, D'Wit se convertiría en el director de la empresa y en la persona a cargo de “todas las decisiones comerciales”.
“Modificó el testamento y robó las joyas de Carol, entre otras muchas cosas, para beneficiarse de su muerte”, declaró Ayling ante el tribunal.
La fiscalía también alegó que D'Wit creó múltiples identidades falsas y que se hizo pasar por un abogado para intentar convencer a los familiares de que el testamento que había redactado era real.
Antes de que la pareja muriera, también se hizo pasar por un médico de Florida para asesorar a Carol Baxter sobre cómo sobrellevar la enfermedad de Hashimoto.
La fiscal aseguró que D'Wit brindó asesoramiento sin ningún fundamento médico y que las identidades fueron creadas a través de su teléfono para manipular a la mujer fallecida.
Se estima que el juicio durará unas seis semanas.