“Vamos a cambiar todo”. Derechista Quiroga promete reformas profundas de ganar balotaje en Bolivia
Jorge “Tuto” Quiroga fue visto en su momento como una figura secundaria en las contiendas presidenciales de Bolivia. Sus propuestas de libre mercado y un gobierno pequeño cayeron en saco roto en un país andino dominado por un populismo con gastos excesivos.
Pero luego de tres intentos presidenciales fallidos, el colapso del partido de izquierda que gobernó Bolivia durante casi dos décadas y una agresiva campaña que promete rescatar Bolivia de su peor crisis económica en decenios, el exgobernante (2001-2002) y candidato derechista va rumbo a un balotaje en octubre con la oportunidad de alcanzar la presidencia del país con las mayores reservas de litio del mundo.
En una entrevista con The Associated Press, Quiroga dijo que de imponerse en la segunda vuelta a Rodrigo Paz, de centro y el más votado en primera vuelta, impulsará cambios profundos como una manera de atraer inversiones para enfrentar la crisis económica tras casi 20 años en el poder del Movimiento al Socialismo (MAS), con Evo Morales y luego Luis Arce.
“Han sido 20 años de destrucción", señaló Quiroga, de 65 años, en su departamento en un barrio residencial acomodado de La Paz. "Primero haces el programa de salvataje, inyectas los 12.000 millones de dólares con los organismos (financieros multilaterales) de los cuales somos socios”.
“El dinero es para salvar el sistema financiero”, agregó Quiroga, para justificar lo que llama su “programa de salvataje”.
‘Vamos a cambiar todo’
Bolivia, que por décadas vivió del auge del gas exportando a Brasil y Argentina, sufre ahora de un profundo desabastecimiento de combustibles, el cual el Estado compra y subsidia en un 50%, afectando sus ingresos y escasas reservas. A ello se suma la falta de dólares y una inflación que durante el primer semestre del año alcanzó el 15,53%, la más grande en dos décadas.
El 17 de agosto, en la primera vuelta, Quiroga obtuvo el 26,7% de los votos y se ubicó segundo después del senador Paz, del centrista Partido Demócrata Cristiano (PDC), que obtuvo 32,06%, convirtiéndose en la sorpersa de la jornada.
Quiroga gobernó Bolivia en 2001 y fracasó en su intento por volver al poder en 2005, 2014 y 2020. Esta vez se vende como un gestor público y promete lograr que la esperanza regrese al país tras años de pugnas internas en el partido gobernante, bloqueos carreteros y crisis económica.
Dijo, en ese sentido, su receta es transformar la economía estatal de Bolivia en una basada en el libre mercado y la propiedad privada.
“Vamos a cambiar todo... yo voy a abrir Bolivia al mundo y que el mundo venga a Bolivia. Quiero inversiones y quiero comercio. Voy a hacer una modificación profunda de todas las leyes sectoriales de agropecuaria, hidrocarburos, minería”, entre otras, señaló Quiroga.
Quiroga, ex vicepresidente de Hugo Banzer (1997-2001) — un exdictador militar que renunció en 2001 tras ser disgnosticado de cáncer — desafía a su rival Paz a que presente una propuesta clara, alejada del populismo que el exmandatario culpa de la crisis.
Los medios han divulgado algunas propuestas que atribuyen a Paz, como el pago de dinero para las madres de más de 300 dólares (al cambio oficial) y mejores pensiones para los jubilados, lo que según expertos ha atraído a desilusionados votantes del gobernante MAS desesperados por el cambio pero cautelosos de la austeridad que pregona Quiroga.
‘Revolución propietaria liberal’
Quiroga también explicó en la entrevista que los comerciantes serán parte de lo que él llama la “revolución propietaria liberal", que se trata de que "tú seas dueño de tu país", con la cual tendrán un título de propiedad, explicó.
Además, de la "tenencia de la tierra individualmente, de vivienda, el litio”, señaló en referencia al recurso estratégico en el que Bolivia funda su esperansa de un posible repunte económico, como lo fue la exportación de gas.
Para el sector agropecuario, que exporta soja a países vecinos, promete “facilitar créditos, sustituir los títulos de propiedad sindicales por derechos de propiedad individuales”.
‘No hay impunidad para nadie’
Quiroga, quien es un duro crítico al expresidente Morales, reiteró que si gana la presidencia hará cumplir una orden de detención para que se presente a declarar por un caso de presunto abuso a una menor cuando ejercía la presidencia.
“Yo cumplo con las leyes para todas las personas... No hay impunidad para nadie. Hoy día ya no es tema judicial. Ya la justicia ha dicho mandamiento de aprehensión (en referencia a que ha ordenado la detención)", dijo. "Los mandamientos de aprehensión se cumplen para todos”.
Quitaría reconocimiento a Maduro
Pero no será lo unico que cambiría. A diferencia de Morales y del presidente saliente Arce, anunció que no reconocerá a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela.
“Voy a reconocer a Edmundo González, el legítimo ganador de las elecciones. A Nicolás Maduro le espera una celda fría en La Haya o una hamaca caliente en Cuba que vaya escogiendo”, manifestó.
Señaló que Maduro está “muy nervioso” luego que el gobierno del presidente estadounidense Donald Trump le ha subido la recompensa a 50 millones de dólares por la información que conduzca a su arresto por considerarlo cabeza de un cártel del narcotráfico.
Dijo que buscaría un acercamiento con Estados Unidos, con el que la ex admistración de Morales y su sucesor Arce han mantenido unas frías relaciones. En 2008, el entonces gobierno de Morales expulsó al embajador de Estados Unidos, Philip Goldberg, y posteriormente a la agencia antidrogas de ese país (DEA, por sus siglas en inglés) acusándoles de espionaje.
Aunque dijo que no está de acuerdo con varias cosas que hace el gobierno de Rusia — en guerra con Ucrania —, aseguró que se acercaría a Moscú si se logra con esa nación precios favorables para comprar combustibles “en el marco de lo que es la integración, inversión y comercio".
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La corresponsal en Argentina de The Associated Press, Isabel DeBre, colaboró con este reporte.