Primer ministro chino recibe al presidente palestino en un acercamiento a Oriente Medio
El primer ministro de China, Li Qiang, recibe al presidente palestino, Mahmud Abás, dentro de los esfuerzos de Beijing de estrechar relaciones y aumentar su presencia en Oriente Medio
El primer ministro de China, Li Qiang, recibió el jueves al presidente palestino, Mahmud Abás, dentro de los esfuerzos de Beijing de estrechar relaciones y aumentar su presencia en Oriente Medio.
Li, que asumió el cargo esta primavera con escasa experiencia en política exterior, describió a Abás como “un viejo amigo del pueblo chino” que ha hecho “importantes contribuciones a la promoción de las relaciones chinopalestinas”.
La reunión se celebró al día siguiente de que Abás fuera recibido con plenos honores militares por Xi Jinping, presidente de China y líder del Partido Comunista, que gobierna el país.
Las dos partes anunciaron después la formación de una “asociación estratégica” que abre camino para ampliar la influencia china en la región en un momento en el que se percibe que el principal rival de Beijing en influencia global, Estados Unidos, se está retirando de la zona tras los conflictos en Irak y Afganistán y complicaciones en sus lazos con Arabia Saudí, una potencia regional.
China, por su parte, busca recursos energéticos y mercados para sus exportaciones civiles y militares, al tiempo que promociona su versión de gobierno autoritario como parte de un desafío conjunto con Rusia al orden mundial democrático impulsado por Occidente.
Beijing mantiene desde tiempo atrás relaciones diplomáticas con la Autoridad Palestina, y ha nombrado un enviado especial para reunirse con autoridades israelíes y palestinas. Sin embargo, su experiencia en la región se limita principalmente a la construcción, manufactura y otros proyectos económicos.
Estas asociaciones le permiten a China reforzar su presencia diplomática y dan a las grandes empresas chinas una ventaja al negociar acuerdos de infraestructura acordes con la “Iniciativa del Cinturón y Ruta de la Seda” que ha dejado a muchos países en desarrollo profundamente endeudados con los bancos chinos.
China también ha intentado estrechar lazos con Israel para expandir su presencia diplomática y conseguir acceso a tecnología avanzada.
La visita de Abás sigue a una reunión en China entre enviados de Irán y Arabia Saudí que resultó en la normalización diplomática entre los dos rivales de Oriente Medio y reforzó la posición de Beijing en la zona.
El acercamiento entre Riad y Teherán se interpretó como una victoria diplomática para China, ante la impresión de que Estados Unidos se está retirando poco a poco del Golfo Pérsico y sus alrededores.
China ha recibido a una creciente lista de líderes internacionales desde que reabrió sus fronteras en primavera tras tres años de cierre prácticamente total, debido a sus duras medidas de “cero COVID”.
Algunos de esos visitantes fueron el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, cuya visita provocó una controversia por los esfuerzos chinos de reducir el apoyo exterior a la autogobernada Taiwán y bloquear las críticas a su historial de derechos humanos.
Estaba previsto que el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, visitara Beijing la semana que viene en un viaje aplazado por la presencia de un supuesto globo espía chino sobre Estados Unidos. Las relaciones diplomáticas entre los dos países pasan por su peor momento en décadas debido a disputas sobre comercio, tecnología, el apoyo estadounidense a Taiwán y una creciente competencia por la influencia en Asia y otros lugares.