Greta Thunberg denuncia que la “patearon” y le escribieron “z***a” en su maleta al estar bajo custodia israelí
La activista sueca dice que tuvo que “mendigar” agua después de que su flotilla de ayuda a Gaza fuera capturada; las autoridades israelíes califican las acusaciones de “ridículas”
Greta Thunberg afirma haber sido “golpeada y pateada” mientras estaba bajo custodia israelí tras ser detenida en su flotilla de ayuda a Gaza.
La joven activista sueca acusó a los guardias israelíes de no tener “empatía ni humanidad”, recordó haber visto a decenas de personas esposadas con la frente en el suelo y afirma que tuvo que “mendigar” agua mientras soportaba un calor de 40 grados.
Thunberg también afirmó que los guardias israelíes escribieron la palabra “z***a” y dibujaron imágenes de un pene y la estrella de David en su maleta. Israel respondió a la activista que sus acusaciones son “absurdas e infundadas”.
La joven de 22 años fue detenida tras intentar entregar ayuda humanitaria a Gaza en decenas de embarcaciones, en una infracción del bloqueo naval israelí del enclave arrasado. Thunberg fue deportada el 6 de octubre.

Recordó haber visto una zona “distópica” con vallas de hierro, donde unos 50 detenidos habían sido atados y estaban sentados con la frente “contra el suelo”.
“Me arrastraron hasta el lado opuesto al que estaban sentados los demás, y tuve la bandera a mi alrededor todo el tiempo. Me pegaron y me patearon”, declaró al diario sueco Aftonbladet.
“Hay muchas cosas que no recuerdo. Ocurren muchas cosas a la vez. Estás en estado de conmoción, sufres, pero entras en un estado en el que intentas mantener la calma”, relató. Los guardias israelíes también se tomaron selfis con ella mientras estaba en prisión, según declaró.
Las autoridades israelíes niegan rotundamente las afirmaciones de la joven. El Ministerio de Asuntos Exteriores declaró a The Telegraph: “Se respetaron plenamente todos sus derechos legales. Curiosamente, la propia Greta se negó a acelerar su deportación e insistió en prolongar su estancia bajo custodia. Tampoco presentó nunca una queja ante las autoridades israelíes en relación con estas acusaciones ridículas e infundadas, porque sencillamente nunca sucedieron”.

The Independent se puso en contacto con el Ministerio de Asuntos Exteriores israelí y con las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) para obtener más comentarios.
Thunberg también afirmó que los guardias se reían de ella mientras sujetaban botellas de agua, ya que estaba pidiendo agua por el calor de 40 °C en la prisión.
“Cuando la gente se desmayó, golpeamos las jaulas y pedimos un médico. Entonces vinieron los guardias y dijeron: ‘Vamos a gasearlos’. Era normal que dijeran eso. Sujetaron un tanque de gas y amenazaron con activarlo contra nosotros”, declaró.
Y agregó: “Durante las noches, los guardias pasaban habitualmente y sacudían los barrotes, encendiendo linternas, y varias veces por noche entraban y obligaban a todo el mundo a levantarse”.

Ella fue detenida a principios de octubre, después de que la flotilla zarpara en agosto, con más de 40 embarcaciones y 500 activistas a bordo que pretendían entregar ayuda a Gaza.
La marina israelí había advertido antes por radio a los activistas de que dieran media vuelta, pues corrían el riesgo de “entrar en una zona de guerra activa”, y agregó: “Si continúan e intentan romper el bloqueo naval, detendremos su navío”.
Se hizo caso omiso de la advertencia y el ejército israelí detuvo los barcos y apresó a los activistas, entre ellos Thunberg, el nieto de Nelson Mandela, Mandla Mandela, y varios políticos europeos.
Traducción de Olivia Gorsin