Kilmar Ábrego García permanecerá en prisión por riesgo de que ICE lo deporte, decide jueza
Los abogados de Ábrego García expresaron su preocupación en torno a que dejarlo en libertad provocara que ICE lo detuviera de inmediato y lo deportara
Kilmar Ábrego García permanecerá por ahora en la cárcel ante el temor de que los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas se lancen a deportarlo en cuanto salga en libertad.
Los abogados de Ábrego García expresaron su preocupación en torno a que dejarlo en libertad provocaría que ICE lo detuviera de inmediato y lo deportara.
Una jueza federal dictaminó que el padre salvadoreño, que enfrenta cargos penales de tráfico de personas, tiene derecho a ser puesto en libertad e incluso estableció condiciones específicas.
Pero permanecerá en la cárcel al menos unos días más mientras los abogados discuten si los fiscales pueden impedir la deportación de Ábrego García si queda en libertad a la espera de juicio.
La jueza Barbara Holmes de Nashville rechazó el miércoles la petición de la fiscalía federal de encarcelar al padre salvadoreño deportado injustamente mientras espera juicio por cargos penales.
Puede quedar en libertad bajo fianza, pero debe asistir a terapia de control de ira, arresto domiciliario, control de localización y pruebas de detección de drogas, según declaró previamente la jueza.
No obstante, la administración del presidente Donald Trump insinuó que los funcionarios de inmigración lo deportarían en cuanto lo liberaran.
Tres meses después de ser detenido y deportado injustamente a una brutal prisión salvadoreña, Ábrego García, de 29 años, regresó de manera abrupta a Estados Unidos para enfrentarse a una acusación penal federal.
Él se declaró inocente.
Los jueces federales y un Tribunal Supremo unánime habían ordenado a la administración de Trump que “facilitara” su regreso después de que los abogados del gobierno admitieran que fue expulsado del país debido a un “error administrativo”.
Pero el gobierno pasó semanas luchando contra las órdenes judiciales mientras los funcionarios decían públicamente que nunca regresaría a Estados Unidos.
La semana pasada, Holmes denegó la moción del Departamento de Justicia para mantener a Ábrego García en prisión preventiva y argumentó las “múltiples capas de rumores” en los argumentos del gobierno que “desafiaban el sentido común”.
Sin embargo, Holmes admitió que era probable que Ábrego García acabara de nuevo bajo custodia federal del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas mientras su causa penal avanza en los tribunales.
Los fiscales federales y la fiscal general Pam Bondi han intentado presentar a Ábrego García como una amenaza pública y un peligro para la sociedad en una petición para mantenerlo en prisión mientras su caso avanza hacia el juicio. Se le acusa de una serie de delitos, por los que no ha sido imputado, entre ellos “solicitud de material de abuso sexual infantil”.
La jueza Holmes puso en duda los argumentos de los fiscales y señaló que habían sido filtrados a través de “al menos tres, si no cuatro o más, niveles de rumores” y no tenían “ningún peso” legal.
“El hecho de que ni siquiera pueda determinarse el nivel de los rumores hace que las pruebas sean notoriamente poco fiables”, escribió.
The Associated Press contribuyó con información