Hezbollah no depondrá las armas; afirma que plan de desarme en Líbano beneficia a Israel

El líder del grupo político-militar libanés Hezbollah afirmó el viernes que la organización no se desarmará y afirmó que la decisión que el gobierno nacional tomó la semana pasada de desarmar al grupo, respaldado por Irán, para finales de año, sirve a los intereses de Israel.
Naim Kassem expresó que la decisión del gobierno de retirar “las armas defensivas a la resistencia, a su pueblo y a Líbano durante una agresión” facilita el asesinato de “combatientes de la resistencia y sus familias y los expulsa de sus tierras y hogares”.
Manifestó que el gobierno debió haber “extendido su autoridad y expulsado a Israel de Líbano”. En un discurso televisado para conmemorar un evento religioso chií, añadió que “el gobierno sirve al proyecto israelí”.
Kassem añadió que, si la crisis actual provoca un conflicto interno, el gobierno es el responsable. Señaló que Hezbollah y su aliado chií, el movimiento Amal, no pidieron a sus seguidores que protestaran en las calles para dar paso a más diálogos. El movimiento Amal fue uno de los principales grupos armados en la guerra civil de Líbano de 1975 a 1990 y ahora es un poderoso partido político liderado por el presidente del Parlamento, Nabih Berri.
Sin embargo, dijo que, si se toma la decisión de protestar en las calles, los manifestantes “estarán por todo Líbano y se dirigirán a la embajada de Estados Unidos”. No dio más detalles.
Las armas de Hezbollah han sido un importante punto de división en Líbano, y algunos grupos opuestos a la organización afirman que solo el estado debería tener armas.
El gobierno libanés votó la semana pasada a favor de un plan respaldado por Estados Unidos para desarmar a Hezbollah para finales de año e implementar un alto el fuego con Israel.
El pequeño país mediterráneo ha estado bajo presión internacional para que Hezbollah deponga las armas desde la guerra de 14 meses con Israel, que terminó con un alto el fuego mediado por Estados Unidos en noviembre.
Sin embargo, el líder del grupo dijo que éste solo discutirá una estrategia de defensa nacional sobre sus armas una vez que Israel se retire de Líbano y detenga sus ataques aéreos casi diarios, que han matado a decenas de miembros de Hezbollah desde el fin de la guerra.
“La resistencia no entregará sus armas mientras la agresión continúe y la ocupación permanezca,” dijo Kassem, y añadió que el grupo luchará una larga batalla si es necesario.
La guerra entre Israel y Hezbollah debilitó al grupo, respaldado por Irán, y abatió a gran parte de su liderazgo militar y político. La guerra provocó la muerte de más de 4.000 personas en Líbano, desplazó a más de 1 millón y causó una destrucción cuyo remedio costará 11.000 millones de dólares, según el Banco Mundial,.
Tras el fin de la guerra, las fuerzas israelíes permanecieron en cinco ubicaciones dominantes dentro de Líbano.
Israel ha acusado a Hezbollah de intentar reconstruir sus capacidades militares. El ejército israelí ha dicho que las cinco ubicaciones en Líbano proporcionan puntos de observación o están ubicadas frente a comunidades en el norte de Israel, donde unos 60.000 israelíes fueron desplazados durante la guerra.
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