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Jóvenes de la Generación Z toman la calle en contra de políticos y piden cambios profundos en Perú

Franklin Briceo
Miércoles, 15 de octubre de 2025 21:28 EDT
PERU-PROTESTA-GENERACIÓN Z
PERU-PROTESTA-GENERACIÓN Z (AP)

Miles de jóvenes peruanos marcharon el miércoles en ciudades de la costa del Pacífico, los Andes y la Amazonía exigiendo la renuncia del presidente interino José Jerí y de los miembros del Congreso, así como la derogación de leyes que a su entender favorecen la criminalidad.

La protesta de organizaciones juveniles autodenominadas como Generación Z se produjo en medio de un alza de los reportes de asesinatos y extorsiones en el país sudamericano.

Aunque en el mundo la expresión Generación Z corresponde a los menores de 30 años, en Perú las protestas incluyen también a sindicalistas y familiares de civiles muertos en las manifestaciones de 2022 y 2023.

Muchos manifestantes llevaban banderas negras con un símbolo del anime japonés One Piece —una calavera pirata con un sombrero de paja— al igual que otras banderas exhibidas en protestas similares contra los gobiernos de Nepal, Madagascar, Filipinas, Indonesia y Marruecos.

En la principal plaza de protestas de Lima, el electricista David Tafur, de 27 años, cubría su espalda con la bandera negra. “El caso mío es la indignación por el abuso de autoridad, la corrupción, las muertes”, dijo recordando cómo las cifras de asesinatos aumentaron desde 676 casos en 2017 hasta 2.082 casos en 2024.

Tafur indicó que se autoconvocó para protestar luego de enterarse de la manifestación en TikTok y que la historia del pirata Monkey D. Luffy que se enfrenta a los gobiernos corruptos lo atrapó.

“Luchamos por lo mismo, contra los corruptos, que además aquí son asesinos”, dijo recordando que el gobierno de la presidenta Dina Boluarte se sostuvo desde su inicio en diciembre de 2022 pese a más de 500 protestas y 50 manifestantes muertos.

Boluarte fue destituida el viernes pasado luego que los principales partidos en el Parlamento le retiraron el apoyo a medio año de las elecciones generales donde se elegirán 130 diputados, 60 senadores y un nuevo mandatario. Jerí, un legislador de 38 años, la reemplazó en el poder de forma interina.

En la misma plaza limeña, otros levantaban carteles que decían “protestar es un derecho, asesinar es un delito”. Una mujer llevaba un letrero con la frase “de una asesina a un violador, la misma porquería”, calificando de forma crítica el cambio de gobierno ocurrido la semana pasada.

El nuevo mandatario era el presidente del Parlamento y había llegado a ese puesto luego de un acuerdo entre los principales partidos que apoyaron a Boluarte durante todo su gobierno. Esa es la razón por la que diversos expertos lo ven como una continuación de la expresidenta.

Pero las críticas contra Jerí también se han incrementado porque el actual presidente estaba investigado por presunta violación sexual tras una denuncia realizada por una mujer. La indagación fue archivada por la fiscalía en agosto, pero sigue para otro hombre que acompañaba a Jerí el día en que habrían ocurrido los hechos.

Los manifestantes también criticaron que Jerí, mientras fue congresista, votara en favor de al menos seis leyes que, según sostienen, debilitan la persecución del crimen. Esas normas eliminan la detención preliminar en casos sin flagrancia, impiden procesar a partidos políticos como grupos criminales, elevan los requisitos para confiscar bienes a grupos criminales y dificultan la colaboración eficaz y los allanamientos.

En la ciudad de Juliaca, la estudiante Judith Cruz, de 23 años, dijo a la prensa que marchaba por todos los jóvenes. “Defendemos tus derechos para que no te amenacen cuando quieras tener un emprendimiento”, indicó al recordar el alza de las extorsiones, que aumentaron desde 2.305 en 2020 hasta 21.746 en 2024, según la fiscalía.

"También queremos que dejen de criminalizar las protestas", añadió Cruz.

La víspera el presidente Jerí nombró como primer ministro a Ernesto Álvarez, un exjuez muy activo en redes sociales que cerró sus cuentas en X e Instagram horas antes de juramentar.

Álvarez calificó al movimiento peruano Generación Z como “banda que quiere tomar por asalto la democracia” para supuestamente controlar los comicios generales de abril. Señaló que no representa a la juventud que estudia y trabaja.

El primer ministro también afirmó que la generación es “heredera” del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru, un grupo peruano calificado como terrorista por Estados Unidos hasta 2001.

Las manifestaciones de la Generación Z de Perú, aquellos de entre 18 y 30 años, empezaron hace un mes y se caracterizaron por desarrollarse los fines de semana, buscando al inicio cambios en la ley de pensiones que obligaba a los más jóvenes a realizar aportes reduciendo aún más sus escasos ingresos.

Finalmente, el Parlamento anuló los aportes obligatorios a los más jóvenes.

“Luego del tema de las pensiones llegaron varios malestares detrás que tienen que ver con la inseguridad, con cómo se ha ido destrozando la capacidad estatal en el Perú y con la corrupción”, dijo Omar Coronel, un profesor de sociología de la Pontificia Universidad Católica de Perú que estudia las protestas.

Coronel indicó que los jóvenes de la Generación Z en Perú no están ideologizados, están acostumbrados a informarse a través de las redes sociales y sienten un rechazo profundo contra las élites autoritarias.

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