Hallan señales de vida en un exoplaneta y podrían existir más de 10 mil millones similares
Los hallazgos sugieren que las estrellas moribundas, a menudo ignoradas, podrían albergar exoplanetas con vida
Los científicos declararon esta semana que detectaron un indicio alentador de vida en un planeta más allá de la Tierra.
Ahora, otro grupo de investigadores ha anunciado que más estrellas enanas blancas de nuestra galaxia —unas 10.000 millones en total— podrían ofrecer un entorno con mayor potencial para albergar exoplanetas con vida de lo que se pensaba hasta ahora. Una enana blanca es el núcleo estelar que queda después de que una estrella moribunda agota su combustible nuclear.
Los hallazgos sugieren que hay muchos más objetivos de oportunidad para localizar mundos potencialmente habitables en toda nuestra galaxia. Un equipo de investigadores había descubierto antes que hasta siete planetas del tamaño de la Tierra podían orbitar alrededor de una sola estrella.
Aomawa Shields, profesora de física y astronomía de la Universidad de California en Irvine, explicó en un comunicado que las estrellas enanas blancas siguen desprendiendo calor por la actividad nuclear residual de sus capas externas, pero los núcleos dejan de mostrar fusión nuclear. Por lo tanto, no se ha prestado mucha atención a la capacidad de estas estrellas para albergar exoplanetas habitables. Y agregó: “Nuestras simulaciones por ordenador sugieren que si existen planetas rocosos en sus órbitas, estos planetas podrían tener más terrenos habitables en sus superficies de lo que se pensaba”.
Shields y su equipo dirigieron el estudio financiado por la National Science Foundation que se publicó el miércoles en The Astrophysical Journal.
Para llegar a estas conclusiones, compararon el clima de exoplanetas en dos estrellas diferentes con composiciones similares. Una de ellas era una hipotética enana blanca que ya ha pasado gran parte de su ciclo vital y que se creía inhóspita. La otra era Kepler-62, situada a unos 1.200 años luz de la Tierra, que es un sistema conocido con varios exoplanetas en la Vía Láctea y tiene mundos habitables.
Utilizaron un modelo informático tridimensional que suele emplearse para estudiar el entorno de la Tierra, y descubrieron que el exoplaneta enano blanco era mucho más cálido que Kepler-62.
Los autores descubrieron que la región en la que un exoplaneta podría albergar agua líquida apta para la vida estaba mucho más cerca de la estrella enana blanca que la misma zona alrededor de Kepler-62.
La diferencia clave eran las características de rotación de los planetas. La enana blanca tiene un periodo de rotación mucho más rápido, lo que da lugar a una circulación de nubes más fina alrededor del planeta que permite que el calor de la estrella caliente el planeta por encima del punto de congelación.
En cambio, se espera que la rotación de un exoplaneta en la región habitable de una estrella como Kepler-62 genere más nubes en el lado diurno del planeta que reflejen la radiación entrante.
“El planeta que orbita Kepler-62 tiene tanta cubierta de nubes que se enfría demasiado y sacrifica en el proceso una preciosa superficie habitable. Por otra parte, el planeta que orbita alrededor de la enana blanca gira tan rápido que nunca tiene tiempo de acumular tanta nubosidad en su lado diurno, por lo que retiene más calor, y eso juega a su favor”, dijo Shields.
“Estos resultados sugieren que el entorno estelar de las enanas blancas, antes considerado inhóspito, puede presentar nuevas vías para los investigadores de exoplanetas y astrobiología”, señaló.
Traducción de Michelle Padilla