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Profundizando

“Estoy realmente en paz”: por qué distanciarse de los padres a veces es la decisión correcta

Tras la revelación de Matthew McConaughey de que cortó el contacto con su madre durante ocho años, Helen Coffey investiga por qué la ausencia de contacto con los progenitores es a veces la opción más saludable, y por qué necesitamos desestigmatizar el distanciamiento en una sociedad que deifica a la familia

Domingo, 05 de octubre de 2025 01:00 EDT
Matthew McConaughey revela por qué no habló con su madre durante ocho años
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“Fue horrible, pero también fue fantástico que me pasara”. Cara*, una periodista de 25 años de Bradford, Inglaterra, se sincera sobre una experiencia que, para muchos, sería impensable. Hace tres años y medio, a los 22, se peleó con su padre y desde entonces no se hablan.

Aunque la idea de llegar a un punto en el que se corta todo contacto con un progenitor pueda sonar extrema, es mucho más común de lo que la sociedad educada nos quiere hacer creer. Según estudios anteriores de la organización benéfica Stand Alone, una de cada cinco familias del Reino Unido puede estar afectada por el distanciamiento; asimismo, el Instituto de Estudios Familiares de EE. UU. afirma que el 6 % de los hijos adultos del país están distanciados de sus madres. Sin embargo, durante mucho tiempo ha sido un tema tan tabú que suelen faltar datos concretos.

Sin embargo, en los últimos años, voces muy destacadas han sacado el tema a la luz. El actor Matthew McConaughey reveló recientemente que había dejado de hablar con su madre durante ocho años después de que ella vendiera historias sobre él a la prensa (ambos se han reconciliado desde entonces). Asimismo, la presentadora inglesa Davina McCall ha hablado con crudeza y franqueza de la problemática relación que mantuvo con su madre alcohólica tras una infancia nómada, mientras que la ex actriz infantil Jennette McCurdy causó sensación con su libro autobiográfico, éxito de ventas en 2022, I'm Glad my Mom Died (Me alegro de que mi madre muriera), el cual pronto se convertirá en una serie de Apple TV protagonizada por Jennifer Aniston. A principios de este año, el editor reconvertido en autor Eamon Dolan publicó The Power of Parting: Finding Peace and Freedom Through Family Estrangement (El poder de la separación: encontrando paz y libertad en el distanciamiento familiar), que combina investigación, reportajes y su propia experiencia para explorar el espinoso tema del distanciamiento parental.

“Creo que cada vez es más frecuente”, afirma Cara, y añade: “Como generación, ya no toleramos tantas cosas. No tenemos ganas de cargar con más traumas y heridas; es más fácil priorizarse a uno mismo, sobre todo en el caso de las mujeres jóvenes”.

Sin embargo, no está claro si el número de hijos adultos que deciden romper los lazos con uno de sus progenitores está aumentando realmente —no hay estudios sólidos que respalden esta teoría— o si, más probablemente, la gente se siente más cómoda al hablar de ello. Hay más acceso a la terapia, más lenguaje para definir y procesar nuestras relaciones y más posibilidades de compartir las experiencias vividas a través de las redes sociales y otras plataformas en línea.

El distanciamiento puede producirse por todo tipo de razones. En el caso de Cara, la relación con su padre siempre había sido difícil. “Tenía opiniones sexistas. [Los desacuerdos] se habían ido acumulando y cada vez había más discusiones", dice. Finalmente, las cosas llegaron a un punto crítico después de que se enzarzara en una pelea física con alguien durante una noche de fiesta para celebrar el cumpleaños de su hija. “Me llamó más tarde e intentó actuar como si no hubiera pasado nada. Pero algo en mi cerebro había cambiado; pensé: ‘estoy disgustada, no puedo dejarlo pasar’”. Tras discutir por teléfono, él cortó todo contacto. Y Cara decidió que ella, a su vez, dejaría de intentar tener una relación.

“Es extraño, es como si siempre hubiera estado buscando una salida”, relata, y agrega: “Nunca he tenido el instinto de llamarle o de tenderle la mano. Tuve la corazonada de que había hecho lo correcto”.

Davina McCall, presentadora de televisión británica, ha hablado abiertamente sobre sus dificultades para mantener una relación con su madre
Davina McCall, presentadora de televisión británica, ha hablado abiertamente sobre sus dificultades para mantener una relación con su madre (PA)

Cara afirma que el distanciamiento ha sido algo innegablemente “bueno”. Continúa: “No me di cuenta de la influencia negativa que él había tenido en mí hasta que se fue”. Y la gente que se horroriza por su decisión “no tiene el contexto previo de la relación: él no era realmente un gran padre. ¿Dónde acaba esa línea que separa mi felicidad de la lealtad familiar?”.

Para Angel Cassin, directora ejecutiva de Together Estranged, organización sin ánimo de lucro dedicada a apoyar a hijos adultos distanciados, la ruptura entre ella y su madre fue más dramática. Hija de una madre soltera, Cassin describe su crianza como “caótica, desafiante. Había muchos problemas de salud mental, y eso desgraciadamente dio lugar a un comportamiento emocionalmente abusivo bastante frecuente”. De adulta, Cassin hizo todo lo posible por renegociar la relación y cambiar la dinámica, pero fue en vano. “Había muchas conductas exacerbantes y desafiantes, como el acoso”, explica. Al final, se vio obligada a recurrir a la policía. “Es algo que nadie, especialmente un hijo o hija, quiere hacer. Pero estas cosas que nunca habrías imaginado antes se vuelven necesarias; acabas teniendo que establecer límites realmente firmes y claros que ahora llamamos distanciamiento”. Cassin no tiene contacto con su madre desde 2018.

Según la doctora Becca Bland, coach e investigadora experta en el distanciamiento familiar, aunque cada distanciamiento es único, hay ciertos factores que se repiten. Los malos tratos, ya sean emocionales, físicos o sexuales; el divorcio y nuevo matrimonio de los padres, que pueden provocar rupturas familiares; y la polarización de la moral, los valores y las creencias. “Lo vemos en EE. UU. ahora mismo; es una nación muy dividida en cuanto a valores”, comenta en este sentido, y continúa: “Eso repercute en las familias, porque estamos llevando nuestros valores, creencias y autenticidad a esas redes familiares. Si es rígido, entonces no tenemos realmente el espacio para ser nosotros mismos y ser validados por ser nosotros mismos”.

No era un gran padre. ¿Dónde acaba esa línea que separa mi felicidad de la lealtad familiar?

Sam Morris, artista, escritor y creador de contenidos de Londres, ha compartido abiertamente su viaje de distanciamiento con sus casi 350.000 seguidores de TikTok. Tomó la dolorosa decisión de cortar los lazos con su madre después de que esta se radicalizara durante la pandemia de covid, promoviendo teorías conspirativas cada vez más extremas. “Hace casi dos años que no tengo contacto alguno con mi madre, y estoy en la fase de aceptación del proceso de duelo —porque realmente tuve que atravesarlo. Fue horrible”, dice en una emotiva publicación de principios de este año. Añade: “Tenía que aceptar que la mujer que conocía se había ido, y tenía que llorarla mientras aún vivía”.

La aceptación es un factor importante para muchos de los miembros de Together Estranged que también forman parte de la comunidad LGBTQIA; en algunos casos, salir del clóset ha provocado directamente el distanciamiento de los padres. Tampoco es infrecuente que las personas que deciden alejarse de grupos religiosos o normas culturales específicas se sientan incapaces de continuar una relación con familiares que ya no respetan o reconocen sus decisiones o estilo de vida.

En el caso de Bland, fue criada por su abuela, ya que sus padres eran adictos. “Era increíblemente difícil tener una experiencia consistente de amor con ellos; no estaban disponibles emocionalmente en absoluto”, dice. Esto llevó a comportamientos abusivos, negligencia y “todo tipo de toxicidad”. A los 24 años, intentó dialogar con ellos al respecto; la relación colapsó rápidamente.

Jennette McCurdy escribió el éxito de ventas 'I’m Glad My Mother Died'
Jennette McCurdy escribió el éxito de ventas 'I’m Glad My Mother Died' (Getty)

A pesar de que el distanciamiento es bastante común —después de todo, rara es la familia en la que no se da alguna situación del tipo “la tía Karen no se habla con la tía Sharon”—, sigue existiendo un enorme estigma, sobre todo cuando se trata de hijos que se han separado voluntariamente de la relación con sus padres.

“En las sociedades se suelen endiosar ciertos valores”, dice Bland, y prosigue: “La unión familiar es muy importante. Pero si eres una excepción, realmente no tienes voz, ni espacio, y desde luego no tienes un lugar para el apoyo o el duelo”.

Una respuesta instintiva frecuente a la que los hijos adultos se enfrentan en es: “Pero si es tu madre (o tu padre, o tu hermano). ¡Solo tienes una familia! Llámalos”. Cassin explica: “Gran parte del estigma procede de esta sensación equivocada o mal informada de que todas las familias son sanas y de que todos los padres saben querer a sus hijos. Pero sabemos que hay padres que maltratan a sus hijos. La gente tiene que entender que se trata de una cuestión compleja, llena de matices y retos”.

Se juzga especialmente a las madres. Si la relación padre-hijo se deteriora, sobre todo tras el divorcio, está más aceptado socialmente; el simple hecho de que exista el término “padre holgazán” cuando no hay equivalente femenino es, quizá, la mejor prueba de esto. “Ese estigma es realmente fuerte”, afirma la doctora Lucy Blake, académica especializada en el distanciamiento familiar y autora del libro Home Truths: The Facts and Fictions of Family Life. Agrega: “Creo que parte de eso viene de cómo se producen los acuerdos de custodia, ya que a menudo la paternidad compartida sigue siendo menos común que el hecho de que las madres tengan la custodia. Luego están los permisos de paternidad y maternidad: las políticas familiares desde el principio de la vida suelen favorecer las relaciones madre-hijo en detrimento de las padre-hijo”.

La investigación psicológica refleja la creencia inherente de que las madres son las principales cuidadoras y progenitoras, como el concepto de “madre suficientemente buena” del psicoanalista británico D. W. Winnicott o la teoría del apego de John Bowlby. “Hay muchos arquetipos sobre el vínculo maternal”, arguye Bland, y prosigue: “Es un concepto muy arraigado en la sociedad: que las madres siempre serán cariñosas. Se espera mucho de las mujeres que sean la madre 'perfecta', pero algunas simplemente no tienen esa capacidad”.

El estigma procede de esta sensación equivocada o mal informada de que todas las familias son sanas y de que todos los padres saben querer a sus hijos

Angel Cassin, Together Estranged

Además de ser una decisión increíblemente difícil desde el punto de vista emocional, el alejamiento de uno o varios progenitores supone una serie de obstáculos únicos para los hijos adultos. Y nuestra sociedad, que sigue haciendo hincapié en la familia nuclear, no está preparada para ofrecer apoyo.

Blake señala los distintos problemas que se plantean en las distintas etapas de la vida: los estudiantes suelen tener dificultades para cubrir sus necesidades básicas de alimentación y vivienda cuando van a la universidad, por ejemplo.

“Alojarse con amigos es común en esa población. También sufren por no tener a nadie a quien llamar para pedir consejos prácticos sobre dinero y todos los aspectos difíciles y desafiantes de convertirse en adulto”, dice. Muchas políticas tampoco están pensadas para este grupo, desde acceder a un préstamo estudiantil hasta tener un avalista para la vivienda.

Cassin ha bautizado las dificultades tácitas y prácticas como “administración del distanciamiento”. Pone el ejemplo de que, cuando se casó, tuvo que negociar para acceder a una versión de su partida de nacimiento que fuera aceptada.

La actriz Angelina Jolie y su padre, Jon Voight, han pasado por sonados periodos de distanciamiento
La actriz Angelina Jolie y su padre, Jon Voight, han pasado por sonados periodos de distanciamiento (Getty)

Cuando los hijos adultos se convierten ellos mismos en padres, se enfrentan a obstáculos adicionales al no contar con apoyo emocional ni ayuda para el cuidado de los niños. Blake añade: “Existe una expectativa social sobre el papel de los abuelos. La experiencia de criar a los hijos mientras se está alejado de los padres es poco conocida, y frecuentemente ignorada”.

Y todo eso se suma a la desventaja intrínseca de sentirse culpable y juzgado en una sociedad que sigue basándose en principios morales que tienen su origen en la Biblia, como: “Honra a tu padre y a tu madre”. Bland dice: “En Inglaterra la respetabilidad es un valor muy importante. Y tener una buena relación con tu familia equivale a respetabilidad. Eso es lo que dicen las investigaciones. Por lo tanto, se convierte en un enorme dilema de valores: ¿puedo ser un ser humano respetable y no tener una relación con mis padres adictos sin avergonzarme?”.

En última instancia, a pesar de los numerosos obstáculos y efectos secundarios negativos, el distanciamiento puede tener un impacto positivo neto para las personas que se sienten obligadas a seguir este camino. Sam Morris ha dicho en TikTok sobre su decisión: “Estoy realmente en paz. En toda mi vida, nunca me había sentido tan feliz”. Por su parte, Cara habla de los beneficios tras vivir una infancia en la que “[le] robaron mucha felicidad y mucha confianza”.

[Los grupos de apoyo] ofrecen un espacio social para procesar el dolor de perder a alguien que aún vive

Dra. Becca Bland

Según la investigación de Blake, muchas personas han descrito sentirse por fin “seguras” tras poner fin a las relaciones parentales, mientras que muchas personas de la comunidad Together Estranged han hablado de lo “livianos” que se sienten tras interrumpir el contacto, a pesar del dolor y las dificultades devastadoras. Un comentario que suele hacerse sobre la experiencia es: “Esto es lo más difícil que he hecho nunca, pero me alegro mucho de haberlo hecho”.

Para quienes atraviesan una situación de distanciamiento, compartir su experiencia y encontrar un nexo de unión a través de un grupo de apoyo puede ser de gran ayuda; tanto Bland como Together Estranged organizan grupos regulares. “[Los grupos de apoyo] ofrecen un espacio social para procesar el dolor de perder a alguien que aún vive”, dice Bland. La terapia también puede ayudar a las personas a resolver los múltiples problemas que plantea una ruptura familiar.

¿Y para los que tenemos la suerte de que distanciarnos de nuestros padres siga siendo algo impensable? Debemos evitar los juicios y, en su lugar, considerar la posibilidad de responder con empatía. “Tenemos que ser más amables como sociedad y entender que la gente no toma estas decisiones porque se hayan peleado por algo sin importancia”, expresa Cassin, y continúa: “Necesitamos apoyar a estas personas y cuidarlas, porque probablemente han tomado una decisión realmente sana en una situación muy tóxica”.

*Se ha cambiado el nombre

Traducción de Sara Pignatiello

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