‘The Smashing Machine’: la brutal historia real de la nueva biopic protagonizada por Dwayne ‘The Rock’ Johnson
Dwayne Johnson usa prótesis faciales para interpretar a Mark Kerr, una de las primeras estrellas de la UFC, en su próximo y ambicioso drama biográfico
En The Smashing Machine, un Dwayne “La Roca” Johnson casi irreconocible da vida a la leyenda de la UFC Mark Kerr.
El actor y exestrella de la lucha libre, de 52 años, utiliza prótesis faciales para asemejarse al peleador, considerado una de las figuras más fascinantes y trágicas de las artes marciales mixtas.
La cinta, producida por el estudio independiente A24, está escrita y dirigida por Benny Safdie, codirector de Diamantes en bruto, y se inspira en el documental de HBO de 2002 dirigido por John Hyams, también titulado The Smashing Machine.
El tráiler reveló que la película se ceñiría estrechamente a su fuente de inspiración, llegando incluso a recrear una de las escenas más famosas de la película anterior. El tráiler reveló que la película seguirá de cerca la obra original, al punto de recrear una de sus escenas más recordadas. Al inicio del documental, Mark Kerr aparece en una sala de espera antes de ser examinado por un médico y conversa con una mujer mayor sobre el origen de sus lesiones, lo que deriva en un debate sobre la naturaleza violenta de las peleas de la UFC.
“¿Se odian entre ustedes?”, pregunta la mujer.
“Absolutamente no”, responde Kerr.
El verdadero Mark Kerr, hoy de 56 años, nació en Toledo, Ohio, el 21 de diciembre de 1968. Fue el menor de siete hijos de un padre irlandés y una madre puertorriqueña. A los 12 años, sus padres lo enviaron a vivir con su hermano mayor, Michael, en Davenport, Iowa, con la instrucción de mantenerlo ocupado a través del deporte.

A los 15 años, mientras cursaba el bachillerato en Iowa, Mark Kerr inició su carrera como luchador. Más adelante ingresó a la Universidad de Siracusa, en Nueva York, donde se destacó como campeón de lucha libre y representó a su país en la Copa del Mundo y en el Campeonato Mundial de la disciplina.
Kerr también formó parte del Team Foxcatcher, el equipo financiado por el polémico multimillonario John du Pont, cuya relación con los atletas y el asesinato del luchador Dave Schultz inspiraron la película Foxcatcher (2014), protagonizada por Steve Carell. Tras quedar a un paso de clasificar a los Juegos Olímpicos de 1996, Kerr volcó su carrera hacia las artes marciales mixtas (MMA).
Su debut competitivo se produjo en enero de 1997, en Brasil, durante el Campeonato Mundial de Vale Tudo, donde se coronó campeón después de derrotar a tres rivales en una sola noche. El dominio absoluto que ejercía sobre sus oponentes, gracias a su técnica de lucha de élite combinada con potentes golpes en el suelo, le valió el apodo de “The Smashing Machine” (La máquina de aplastar).
Nueve de los primeros once combates de Mark Kerr terminaron en menos de 184 segundos. “No creo que a Mark le gustara hacer daño a la gente, pero se le daba muy bien”, recordó después John Hyams, director del documental The Smashing Machine. “Creo que eso formaba parte de su lucha interna”, añadió.
El éxito en Brasil lo llevó a recibir una invitación para competir en el Ultimate Fighting Championship (UFC) en Alabama ese mismo año. La organización, fundada en 1993, todavía se encontraba en una etapa temprana, y Kerr se convirtió rápidamente en una de sus primeras grandes estrellas. En aquel entonces, el uso de esteroides era habitual dentro del torneo.
A pesar de su popularidad, la UFC era considerada altamente controvertida. Varios políticos estadounidenses impulsaban iniciativas para prohibirla por completo, mientras que las principales ciudades del país rechazaban organizar eventos y la cobertura televisiva comenzó a desaparecer.

En busca de un ingreso más estable y lucrativo, Mark Kerr viajó a Japón para competir en el PRIDE Fighting Championship, donde los eventos reunían con frecuencia a más de 50.000 espectadores. Según sus cálculos, ganó alrededor de 1,8 millones de dólares durante su paso por el circuito japonés, una cifra extraordinaria para las artes marciales mixtas de aquella época. Con esas ganancias, Kerr compró una casa “increíblemente cara” en Santa Mónica, California, además de su vivienda en Phoenix, y adquirió dos automóviles en cada lugar.
“Necesitaba al menos tres combates al año para mantener ese estilo de vida”, reconoció. “Bajé el ritmo a un combate anual y no me mostré agresivo en las renegociaciones con Pride. Llegué al agotamiento y ya no tenía tantas ganas de pelear. El dinero se acaba. Si fueran 100 millones sería distinto. Yo bromeaba con la gente: si Mike Tyson pudo gastar 300 millones de dólares, yo podía gastar un millón”, recordó.
Aunque se convirtió en una de las máximas estrellas del circuito japonés, las constantes lesiones lo empujaron hacia una dependencia cada vez más fuerte de los analgésicos, lo que marcaría el inicio de su declive personal. “Cada vez que se acercaba un combate estaba bastante asustado”, recordó el luchador de MMA Mark Coleman al hablar de la etapa de Mark Kerr en Japón. Según él, “toda la situación lo intimidaba y probablemente eso fue lo que lo llevó a consumir analgésicos”.
En el documental The Smashing Machine, se mostraron imágenes explícitas de Mark Kerr inyectándose narcóticos en un intento por adormecer el dolor de las lesiones. Su entonces novia, y posteriormente esposa, Dawn, personaje que en la adaptación cinematográfica interpretará Emily Blunt, le rogó que iniciara un proceso de desintoxicación.
La pareja tuvo un hijo, Bryce, en 2005. Sin embargo, la relación se quebró un año más tarde y el matrimonio terminó en divorcio poco después.

En 1999, Mark Kerr fue hospitalizado tras sufrir una sobredosis de narcóticos, aunque regresó al octágono al año siguiente. Después del estreno del documental en 2002, continuó peleando de manera esporádica durante gran parte de la década. Sus últimos cinco combates terminaron en derrota, incluido un enfrentamiento en 2009 en el que fue noqueado en apenas 25 segundos.
Un año más tarde, Kerr anunció que estaba “retirado en un 99,9 %” y reveló que había retomado sus estudios con la intención de ingresar al sector de las ventas farmacéuticas. En 2015, su vida había dado un giro radical: trabajaba en un concesionario de automóviles Toyota.
En 2019, Kerr reveló a través de una campaña en GoFundMe que llevaba tres años enfrentando una neuropatía periférica. Según explicó, su situación se complicaba por el historial de adicciones, ya que “la medicación para el dolor no era una opción”.
Durante el UFC 316, celebrado en junio de 2025, se anunció que Kerr sería incorporado al “ala pionera” del Salón de la Fama del UFC, en el marco de la Semana Internacional de la Lucha en Las Vegas. El encargado de darle la noticia fue Dwayne Johnson.
Para conmemorar el reconocimiento, Johnson escribió en Instagram:
“Mark fue uno de los mejores luchadores del planeta y, en ese mismo tiempo, sufrió dos sobredosis mientras luchaba contra sus adicciones fuera de la jaula. Hoy, Mark es un pilar de esperanza para quienes se aferran a la fe y combaten sus propios demonios: un día, una hora, un minuto a la vez. Te quiero, hermano, y gracias por vivir tu vida —porque tu vida ha cambiado la mía”.
Traducción de Leticia Zampedri