Descubren revolucionario método para extraer oro de desechos electrónicos
Científicos en Zúrich fueron capaces de producir una pepita de 22 quilates de oro a partir 20 tarjetas madre
Científicos han desarrollado un método sumamente eficaz para extraer oro de desechos electrónicos. Este avance, afirman, podría generar USD 50 por cada dólar invertido.
Los investigadores utilizaron esponjas hechas de proteínas derivadas de la producción de quesos para recuperar el metal precioso de residuos de aparatos electrónicos: un método que describen como sostenible y viable desde una perspectiva comercial.
En el estudio, los científicos fueron capaces de producir una pepita de 450 miligramos de oro de 22 quilates a partir de tan solo 20 tarjetas madre de computadoras viejas.
Los hallazgos sugieren que la suma de los costes de adquisición de los materiales básicos y los costes energéticos de todo el proceso es 50 veces inferior al valor del oro que puede recuperarse.
Para extraer el oro, los científicos primero desnaturalizaron proteínas de suero de leche en condiciones ácidas y a altas temperaturas para crear una pasta proteica. Esta pasta al secarse adquirió las características de una esponja.
Luego extrajeron las piezas metálicas de las 20 tarjetas madre, las disolvieron en un baño ácido, y colocaron esta esponja de fibra proteica en la solución para atraer los iones de oro.
Las fibras de la esponja también pueden atraer otros iones metálicos, pero los de oro se adhieren de una manera mucho más eficiente.
Acto seguido los científicos calentaron la esponja, lo que transformó los iones de oro en láminas; estas láminas luego se derritieron para formar una pepita de oro.
A través de este método, que publicaron en la revista científica Advanced Materials, fue posible obtener una pepita de alrededor de 450 miligramos a partir de 20 tarjetas madre.
Según el estudio, la pepita estaba conformada en un 91 % por oro (el resto era cobre), lo que equivale a 22 quilates.
Los investigadores aseguraron que los costos de adquisición de los materiales básicos, más los costos energéticos de todo el proceso, son 50 veces inferiores al valor del oro que puede recuperarse.
“Lo que más me gusta es que estamos utilizando un subproducto de la industria alimentaria para obtener oro a partir de residuos electrónicos... Más sostenible imposible”, declaró en un comunicado Raffaele Mezzenga, coautor del estudio y profesor de la ETH de Zúrich.
Traducción de Sara Pignatiello