La estatua de Trump y Epstein reaparece en Washington tras ser retirada dos veces por autoridades federales
La estatua, que generó atención nacional tras ser retirada de la Explanada Nacional, volvió a aparecer, ahora frente a un restaurante en la capital de EE. UU.
Una estatua de 3,6 metros que representa al presidente Donald Trump y al difunto delincuente sexual Jeffrey Epstein tomados de la mano ha reaparecido en Washington D. C., luego de haber sido retirada dos veces por las autoridades federales.
La escultura, que generó atención nacional tras ser removida de la Explanada Nacional, apareció nuevamente, esta vez frente al restaurante Busboys and Poets, en el corredor de la calle U.
La aparición de la estatua coincide con los esfuerzos de la Casa Blanca por desviar la atención ante el creciente escrutinio sobre la relación entre Donald Trump y Jeffrey Epstein, luego de que el Comité de Supervisión de la Cámara publicara decenas de miles de mensajes del patrimonio de Epstein, incluidos correos entre el financiero y su cómplice Ghislaine Maxwell, en los que se menciona al presidente por su nombre.
Cabe destacar que Trump no figura como remitente ni destinatario en ninguno de los correos y no ha sido acusado de ningún delito.
“Así como el nombre de Trump apareció por sorpresa entre los correos filtrados de Epstein, nosotros también salimos a dar un saludo inesperado”, dijo este jueves al medio The Daily Beast el colectivo artístico responsable de la obra, The Secret Handshake.

La estatua, titulada “Mejores amigos para siempre”, apareció por primera vez el 23 de septiembre en la Explanada Nacional, cerca de la Casa Blanca, acompañada de una placa en la que se leía: “Celebramos el duradero vínculo entre el presidente Donald J. Trump y su ‘amigo más cercano’, Jeffrey Epstein”.
La estatua tenía permiso para permanecer en la propiedad hasta el 28 de septiembre, pero fue retirada solo un día después de su instalación. El DOI (Departamento del Interior de EE. UU.) dijo al periódico The Washington Post que los responsables del parque retiraron la estatua porque “no cumplía con los requisitos del permiso concedido”, pero no explicaron por qué no los cumplía.
Ahora vuelve a estar en la Explanada Nacional después de que Carol Flaisher, gerente de locaciones en Washington D. C., solicitara otro permiso en nombre de los artistas, según el periódico.
La estatua apareció por primera vez mientras el Gobierno de Trump se enfrentaba a las continuas peticiones de mayor transparencia sobre la investigación acerca de Epstein, que se suicidó en 2019 mientras estaba bajo custodia por acusaciones de que había traficado y abusado de niñas. El asunto llegó a un punto crítico durante el verano después de que la Administración Trump dijera que no habría más revelaciones sobre el caso.
Desde entonces, los legisladores han solicitado y hecho públicos algunos documentos del patrimonio de Epstein. Los funcionarios del Departamento de Justicia de EE. UU. también hicieron públicas las transcripciones de una entrevista realizada en julio a Ghislaine Maxwell, la exnovia de Epstein, quien cumple una condena de 20 años por el papel que tuvo en su complot de pederastia.


El miércoles, el paquete de correos publicado por la Cámara de Representantes reveló que Epstein le dijo a Ghislaine Maxwell que Trump “pasó horas” en su casa con una de sus víctimas. En otro mensaje dirigido al autor Michael Wolff, Epstein afirmó que Trump “sabía sobre las chicas”, lo que sugiere que el presidente estaba más al tanto del historial de abusos del delincuente sexual de lo que se había informado hasta ahora.
Tras la publicación de los correos, funcionarios del Gobierno habrían mantenido reuniones privadas en la Sala de Situación de la Casa Blanca para discutir cómo manejar la situación.
Públicamente, tanto el presidente como la secretaria de prensa, Karoline Leavitt, han intentado restar importancia al contenido de los correos y calificaron su contenido como un “engaño”,
“Está claro que se trata de otro montaje de los demócratas y los medios tradicionales, alimentado por una indignación falsa para desviar la atención de los logros del presidente”, escribió Leavitt el jueves en X.
Traducción de Leticia Zampedri

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