Trump le exige a fiscal general procesar a sus adversarios políticos: “No podemos retrasarlo más”
“Imaginen si Richard Nixon hubiera tuiteado el escándalo de Watergate en lugar de grabarlo en cintas secretas”, declaró Hillary Clinton
Donald Trump dejó en claro la noche del sábado que siente frustración con su fiscal general debido a su reticencia para iniciar procesos penales con motivación política contra una lista de enemigos del presidente, algo que, desde la Casa Blanca, han intentado impulsar durante meses con fundamentos débiles.
El presidente publicó un mensaje en Truth Social dirigido a Pam Bondi, fiscal general de Estados Unidos, en el que afirmó haber revisado numerosos informes del Departamento de Justicia que, según él, indican que no se ha logrado ningún avance en las investigaciones, pese a que William Pulte —funcionario de la Agencia Federal de Financiamiento de Vivienda (FHFA)— envió referencias penales al equipo de Bondi.
En la publicación, que comienza con la frase: “Pam: revisé más de 30 declaraciones y publicaciones que dicen, esencialmente, ‘lo mismo de siempre. Hablan mucho, pero no hacen nada’”, Trump da por sentada la culpabilidad del senador Adam Schiff y de otras personas, como Lisa Cook, integrante de la Junta de la Reserva Federal, y exige a Bondi que inicie los procesos penales sin “demora”.
La publicación concluye: “No podemos retrasarlo más, esto destruye nuestra reputación y credibilidad. Me sometieron a dos juicios políticos y me acusaron cinco veces, ¡por nada! LA JUSTICIA DEBE APLICARSE, ¡YA!”.
Hillary Clinton, su rival en las elecciones de 2016, respondió el domingo por la mañana con una declaración: “Imaginen que Richard Nixon hubiera tuiteado el escándalo de Watergate en lugar de grabarlo en cintas secretas. Es lo que pasa ahora”.

Los comentarios de Trump hacen referencia a una campaña de acusaciones por fraude hipotecario que el presidente ha lanzado, con ayuda de dos de sus principales colaboradores, contra varios funcionarios demócratas. Entre los señalados se encuentran Adam Schiff, Lisa Cook, el exdirector del FBI James Comey, entre otros.
Quien encabeza esa ofensiva es William Pulte, designado por Trump al frente de la Agencia Federal de Financiamiento de Vivienda (FHFA). Junto con Ed Martin, un fiscal especial nombrado para este caso, ambos operan bajo las órdenes del presidente para identificar y denunciar penalmente a demócratas y otras figuras ante el Departamento de Justicia.
Sin embargo, a pesar del estatus de Martin como fiscal especial, desde la agencia dirigida por Pam Bondi no han presentado cargos contra ninguno de los señalados. Todos los implicados negaron con firmeza las acusaciones.
La frustración de Trump con este asunto surge luego de que la fiscal federal del distrito este de Virginia renunciara el viernes, al negarse a participar en el plan del presidente, lo que obligó a Trump a nominar a otra exasesora para ocupar el cargo. Lindsey Halligan, una abogada con poca experiencia y sin antecedentes en juicios penales estatales o federales, es la elegida del presidente, mientras la Casa Blanca presiona a esa oficina para que inicie una investigación contra la fiscal general del estado de Nueva York por cargos similares.
“Es sumamente inteligente, valiente y, al trabajar con la fiscal general Pam Bondi y el fiscal general adjunto Todd Blanche, tiene la fortaleza y la determinación para desempeñar un papel EXTRAORDINARIO en este nuevo y muy importante cargo”, escribió Trump en una publicación aparte en Truth Social al anunciar el nombramiento de Halligan el viernes.
Incluso si el presidente logra debilitar la supuesta independencia política del Departamento de Justicia, no existe certeza alguna de que los procesos penales contra Adam Schiff u otros objetivos de Trump terminen en condenas.
En varios casos, grandes jurados del Distrito de Columbia han rechazado formular cargos por delitos graves contra manifestantes y otros señalados por el Departamento de Justicia bajo el gobierno de Trump. Uno de los casos más notorios involucró a un hombre captado en video mientras arrojaba un sándwich a un agente federal.
Funcionarios del gobierno informaron a The Independent que Todd Blanche, exfiscal de alto rango en el Distrito Sur de Nueva York y abogado defensor de Trump en varios casos penales durante su etapa fuera del poder, expresó a figuras clave de la administración su inconformidad con el accionar de Ed Martin —fiscal especial—, quien evitó la estructura formal del departamento y amplió el alcance de la investigación más allá del presunto fraude hipotecario, al incluir posibles delitos fiscales.
Según fuentes cercanas, Blanche ofreció a Martin acceso a personal y recursos para apoyarlo, ya que el fracaso en conseguir acusaciones formales contra Letitia James, Adam Schiff o Lisa Cook provocaría un nuevo bochorno para el Departamento de Justicia.
“Trump mantiene comunicación con muchas voces valiosas dentro de su gobierno” y “recibe actualizaciones frecuentes” por parte de Pam Bondi y Todd Blanche, declaró la vocera adjunta de la Casa Blanca, Abigail Jackson, a The Independent.
“También se apoya en otras relaciones sólidas que mantiene, como la que tiene con Ed Martin, para intercambiar opiniones y tratar diversos temas”, añadió Jackson.
Traducción de Leticia Zampedri