¿Quién podría ser el compañero de fórmula de Kamala Harris si Joe Biden se retira?
Si el presidente abandona la campaña, hay algunas posibles opciones para un vicepresidente de Harris
Todas las miradas están puestas en la vicepresidenta Kamala Harris desde el mal desempeño del presidente Joe Biden durante el primer debate presidencial en Atlanta. La Convención Nacional Republicana no ha frenado la marea de demócratas que piden que Biden abandone la candidatura para evitar que gane Donald Trump. Por otro lado, encuestas recientes han demostrado que Harris obtiene mejores resultados que Biden entre grupos demográficos clave como los jóvenes y la gente de color.
Pero si Biden se hace a un lado, ella tendría entonces la poco envidiable tarea de elegir un compañero de fórmula para ir mano a mano con el recién nombrado compañero de fórmula de Trump, el senador J. D. Vance de Ohio.
Los candidatos presidenciales indican el tipo de campaña y administración que desean cuando eligen a un compañero de fórmula. La elección de Harris por parte de Biden indicaba que valoraba a los votantes negros que le ayudaron a conseguir la nominación demócrata para la presidencia y a las votantes de los suburbios que se habían unido a la coalición anti-Trump. La elección de Vance por parte de Trump demuestra que valora más a alguien que comparta su ideología que a alguien que incremente la participación de la población.
Como mujer negra e india, la realidad es que Harris probablemente tendrá que elegir a un hombre blanco demócrata para calmar las preocupaciones de algunos bloques dentro del Partido Demócrata.
The Independent recopiló una lista de cinco posibles reemplazos.
Roy Cooper
El gobernador demócrata de Carolina del Norte tiene tres puntos a su favor. En primer lugar, conoce a Harris desde que ambos eran fiscales generales de Carolina del Norte y California, respectivamente. The Independent habló con Cooper a principios de este año y reveló que siempre le dice a Harris cuántas veces ha visitado el estado, un lugar que los demócratas quieren ganar, pero no han averiguado cómo lograrlo desde que Barack Obama lo hizo en 2008.
“Es obvio que se siente identificada con las mujeres y con lo que están pasando”, opinó Cooper. “Y además, ha estado en primera línea protegiendo la atención sanitaria de las mujeres, como fiscal general, como senadora de Estados Unidos y ahora como vicepresidenta”.
Cooper también puede decir que se ha enfrentado a Donald Trump en unas elecciones y ha ganado dos veces. Ganó en 2016 en oposición a un proyecto de ley que habría prohibido a las personas transgénero usar baños públicos alineados con su género. En 2020, logró la reelección gracias a su gestión de los desastres en el estado y la gestión de la pandemia de covid-19.
Como gobernador, ha luchado y colaborado con la legislatura estatal en igual medida; vetó la prohibición del aborto de 12 semanas de la legislatura estatal (aunque la legislatura la anuló rápidamente), pero también aprobó la expansión de Medicaid bajo Obamacare. Como gobernador de mandato limitado, tampoco ocuparía un escaño que pudiera ir a un republicano.
Su inconveniente es que, a los 67 años, podría ser considerado una reliquia. Y sus años como fiscal general ofrecen a los republicanos una mina de oro para la investigación de la oposición.
Josh Shapiro
El gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, tiene múltiples factores a su favor. Es un gobernador de Pensilvania muy popular, que goza del apoyo de muchos republicanos y demócratas. En 2022, derrotó al acérrimo partidario de MAGA, Doug Mastriano, a quien Trump había apoyado. Del mismo modo, ha recibido excelentes críticas por su manejo de múltiples crisis, incluido el descarrilamiento del tren en East Palestine, Ohio, que colinda con Pensilvania.
Asimismo, cuando se derrumbó el puente de la carretera interestatal 95 en Pensilvania, Shapiro recibió elogios por ayudar a orquestar la rápida reconstrucción del puente.
El antiguo fiscal general se ha centrado en gran medida en la lucha contra la delincuencia en Pensilvania, lo que a veces ha irritado a los progresistas de la misma manera que el historial de Harris como fiscal, pero también le ha protegido de las críticas de que los demócratas son blandos con la delincuencia. Shapiro practica el judaísmo conservador y ha tratado de reprimir las manifestaciones en los campus que muchos judíos perciben como antisemitas. También tiene otro as bajo la manga: cuando Trump demandó a Pensilvania para impugnar los resultados de las elecciones de 2020, Shapiro se defendió de él con demandas, algo de lo que se jactó diciendo: “Por cierto, el expresidente quedó 0 a 43. Yo quedé 43 a 0”.
Pero, con solo dos años de trayectoria, Shapiro sigue siendo increíblemente nuevo en política. Ha recibido críticas por estar demasiado ansioso por ser el centro de atención nacional. Pero su popularidad en un estado indeciso podría ayudarle.
Andy Beshear
Las palabras “demócrata” y “Kentucky” (el estado natal de Mitch McConnell) rara vez se utilizan juntas sin alguna conjugación del verbo “perder”. Pero el gobernador Andy Beshear es una de las raras excepciones a esa regla.
J. D. Vance saltó a la fama cuando escribió su libro Hillbilly Elegy, que narraba la difícil situación de la clase trabajadora blanca. Pero como gobernador, Beshear ha impulsado inversiones en esa comunidad. Incluso se tomó una foto con Biden y McConnell en el puente Brent Spence gracias a la ley bipartidista de infraestructuras.
Beshear también ha defendido la Ley de Chips y Ciencia y la inversión privada en el estado. Todo ello, combinado con su apoyo al derecho al aborto en Kentucky, un estado abiertamente republicano, le impulsó a la reelección el año pasado.
No obstante, si Beshear abandona Kentucky, el estado quedaría sin demócratas. Además, solo ha ganado en dos elecciones celebradas fuera de año, en las que la participación es baja, lo que significa que no está claro cuál sería su aceptación a nivel nacional.
Mark Kelly
El senador Mark Kelly a menudo se ve eclipsado por su homóloga más extravagante de Arizona, la senadora independiente Kyrsten Sinema. Pero Kelly tiene un historial con el que la mayoría de los demócratas solo podrían soñar, ya que es veterano de la Marina y exastronauta.
Kelly incursionó en la política después de que su esposa, la excongresista Gabby Giffords, recibiera un disparo en la cabeza y se viera obligada a jubilarse en 2011. Desde entonces, se ha convertido en un abierto defensor de acabar con la violencia armada.
En 2020, cuando Biden y Harris ganaron Arizona, Kelly superó al candidato líder en unas elecciones especiales para terminar el mandato del senador John McCain. Dos años más tarde, derrotó rotundamente al candidato Blake Masters, partidario entusiasta de MAGA, quien, al igual que Vance, es discípulo del capitalista de riesgo Peter Thiel.
Kelly es también un prolífico recaudador de fondos que no tendría problemas para aportar dinero a la candidatura.
Elegir a Kelly significaría que los demócratas se toman en serio la necesidad de mantener el oeste en su campo. Como demócrata de un estado fronterizo, podría rebatir las críticas de los republicanos de que Trump gestionaría mejor la inmigración. Y como veterano, ha asumido el manto de McCain como ardiente defensor de Ucrania, lo que contrastaría con la oposición de Vance a apoyar al país contra la agresión de Putin.
Pero el historial de Kelly en Arizona podría ser la razón exacta por la que los demócratas quieren mantenerlo en el Senado.
Tim Walz
Al igual que Kelly, el gobernador de Minnesota, Tim Walz, es un veterano, aunque del ejército estadounidense. El excongresista representó a una zona rural de Minnnesota y ganó un distrito que Trump había ganado ese mismo año.
Más tarde se postuló para gobernador y dirigió el estado durante los disturbios que siguieron al asesinato de George Floyd en Minneapolis. Como gobernador, se ha centrado mucho en proteger el derecho al aborto y los derechos de la comunidad LGBTQ+, al tiempo que ha ampliado las comidas escolares gratuitas a los niños, independientemente de los ingresos de sus padres.
Como habitante del medio oeste, Walz podría atraer a los votantes de estados importantes para la victoria como Michigan; de hecho, ha sido representante de los demócratas durante la Convención Nacional Republicana en el vecino Wisconsin.
Al mismo tiempo, el hecho de haber sido gobernador durante las protestas de Black Lives Matter podría ser utilizado en su contra por los republicanos que prometen una “mano dura contra el crimen” en sus campañas.
Traducción de Michelle Padilla