Agentes de la Patrulla Fronteriza rompen seis costillas a ciudadano de EE. UU. de 67 años durante operativo
El incidente ocurrió el sábado en el vecindario de Old Irving Park de Chicago, donde, según los residentes, los agentes federales interrumpieron un festejo infantil
Un video estremecedor muestra una escena caótica en una tranquila calle de Chicago cuando agentes de la Patrulla Fronteriza con equipo táctico sacan a rastras a un hombre de 67 años de su coche mientras niños con disfraces de Halloween miran horrorizados.
Según su club de corredores, el hombre, que es ciudadano estadounidense, regresaba de una carrera en equipo cuando los agentes lo sacaron de su vehículo, lo tiraron al suelo y se hincaron sobre él, supuestamente rompiéndole seis costillas y provocándole una hemorragia interna.
El incidente ocurrió el sábado en el vecindario de Old Irving Park de la ciudad, donde, según los residentes, los agentes interrumpieron un desfile infantil de Halloween a causa de un operativo de control migratorio.
En un comunicado compartido en Instagram, el club DWRunning, con sede en Chicago, identificó a la víctima como uno de sus atletas, aunque no lo nombró.
“Uno de nuestros atletas volvía ayer a casa tras una larga carrera en equipo y, al girar hacia su cuadra, se encontró con que el control fronterizo había bloqueado la carretera”, escribió el club.

Asimismo, señaló: “Los agentes lo amenazaron con romperle la ventana si no movía el coche. Antes de que pudiera actuar, lo sacaron del coche, se arrodillaron sobre su espalda y lo sometieron, a pesar de que en ningún momento opuso resistencia. Le rompieron seis costillas y le provocaron una hemorragia interna”.
El club condenó el incidente: “Es cierto que esto está ocurriendo en nuestro país con una frecuencia espantosa. Es aterrador y tiene que acabar. Debemos seguir compartiendo estas historias, denunciando estas injusticias y defendiendo a quienes no pueden defenderse por sí mismos”.
Desde el incidente, el grupo ha recibido numerosas muestras de apoyo.
“La avalancha de mensajes y apoyo en las últimas 24 horas ha sido abrumadora y conmovedora. Nos ha dado la esperanza de que la luz puede brillar en la oscuridad”, decía el mensaje. Y agregó: “Para aquellos preocupados por nuestro atleta, gracias. Está tan bien como cabe esperar”.
El copropietario y entrenador jefe de DWRunning, Dan Walters, declaró a The Independent que no podía hacer más comentarios por el momento por motivos legales.

El violento enfrentamiento, que múltiples personas captaron con sus teléfonos, reavivó la indignación por las tácticas de los agentes federales de inmigración que operan en zonas residenciales para aplicar la política declarada de Donald Trump de acorralar y deportar a los inmigrantes ilegales.
Se suscitó durante una redada de inmigración más amplia en Old Irving Park, donde los residentes dicen que los agentes federales lanzaron gas lacrimógeno sin previo aviso mientras las familias se reunían para el desfile de Halloween del vecindario.
Según ABC News, otros videos mostraban a los agentes abordando y deteniendo a varias personas, entre ellas ciudadanos estadounidenses, a las puertas de casas decoradas para Halloween. En un clip, se oye a un hombre identificado como Carlos Rodríguez gritar: “Están matando de miedo a nuestros hijos”.
“Increíble. Nunca pensé que esto pasaría en mi vecindario: asustar a nuestros hijos hasta la muerte, pensando que esto es algo genial”, exclamó Rodríguez en el video, informó ABC News.



Cuando se le pidió que comentara el incidente, Tricia McLaughlin, secretaria adjunta del Departamento de Seguridad Nacional, hizo una declaración a The Independent en la que se refería al operativo, pero no al trato concreto que se dio al hombre de 67 años.
“El 25 de octubre de 2025, la Patrulla Fronteriza llevó a cabo un operativo que resultó en la detención de un extranjero ilegal criminal de México, que ya había sido detenido por agresión.

“Durante las operaciones, los agentes de la Patrulla Fronteriza fueron rodeados y acorralados por un grupo de agitadores. Las fuerzas del orden federales emitieron múltiples órdenes legales y advertencias verbales, todas las cuales fueron ignoradas. Durante el operativo, se detuvo a dos ciudadanos estadounidenses por agredir y obstaculizar a un agente federal. Para despejar la zona de forma segura tras múltiples advertencias que fuero ignoradas por la multitud, la Patrulla Fronteriza tuvo que desplegar medidas antidisturbios”.
“Nuestros agentes se enfrentan a un aumento del 1000 % de las agresiones contra ellos cuando se juegan la vida para detener a asesinos, violadores, maltratadores y pandilleros. El mensaje de la secretaria Noem a los alborotadores es claro: no nos detendrán ni nos frenarán. El ICE [Servicio de Inmigración y Control de Aduanas] y nuestros socios policiales federales seguirán haciendo cumplir la ley. Y si le ponen la mano encima a un agente de la ley, serán perseguidos con todo el peso de la ley”.
Los archivos judiciales de un caso presentado por el Chicago Headline Club, una sección de la Sociedad de Periodistas Profesionales, y revisados por The Independent, pintan un panorama diferente. Los abogados alegan que el 25 de octubre, “agentes enmascarados de la CBP [Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza] entraron en la cuadra 3700 de Kildare en Old Irving Park y arruinaron lo que debería haber sido una mañana de sábado normal”.

Los niños se preparaban para un desfile, los vecinos estaban todavía en pijama, incluso una mujer había salido con el cabello envuelto en una toalla, cuando los agentes empezaron a abordar a los residentes, entre ellos un hombre de “aproximadamente 70 años”.
Los testigos aseguraron que los agentes actuaron de forma agresiva con los vecinos que no se habían mostrado violentos. Al parecer, los agentes lanzaron gas lacrimógeno al abandonar el lugar, “sin ninguna advertencia audible”, y no llevaban ningún número de identificación.
El documento establece: “Según Brian Kolp, un abogado que ‘apoya a las fuerzas del orden y las representa’, los residentes no estaban haciendo nada amenazador ni violento (los vecinos no estaban tocando a los agentes ni amenazándolos). Cuando abandonaban el lugar de los hechos tras efectuar las detenciones, y sin ninguna advertencia audible, los agentes arrojaron gas lacrimógeno. Uno de los bidones se incendió.

“Los agentes federales iban enmascarados y no llevaban ningún número de identificación. La experiencia fue aterradora para los residentes”.
Los abogados de los demandantes afirman que los agentes infringieron una orden de restricción temporal dictada por la jueza de distrito Sara Ellis, que limita el uso de tácticas agresivas y exige el uso de cámaras corporales durante las operaciones federales en Chicago.
Ellis ordenó al comandante de la Patrulla Fronteriza Greg Bovino, que supervisa la “Operación Blitz Midway”, que comparezca ante ella todos los días de esta semana tras las acusaciones de que él mismo arrojó gas lacrimógeno “sin justificación” la semana pasada y de que sus agentes detuvieron con violencia a manifestantes y lanzaron de manera indiscriminada gas lacrimógeno en los vecindarios.
Bovino declaró a ABC News que “no hay santuarios en Chicago ni en ningún otro lugar de Estados Unidos”, y defendió el uso de gas lacrimógeno como “medidas antidisturbios” después de que los agentes fueran supuestamente atacados por “alborotadores”.
Traducción de Michelle Padilla






