¿Por qué la Corte Suprema de EEUU declaró inconstitucional la política del acceso a la universidad por raza?

Este 29 de junio, la Corte Suprema de EEUU brindó el estatus de “inconstitucional” a las admisiones universitarias orientadas en la raza de un aspirante. Esta medida forma parte de las denominadas acciones afirmativas, que han servido en el país para apoyar a las minorías.

La decisión fue avalada por seis jueces de mayoría conservadora de la Corte Suprema, a petición del caso de Students for Fairs Admissions, Inc, el presidente y becarios de Harvard, y la Universidad de Carolina del Norte.

El autor de la sentencia, el juez John Roberts, dijo que “los estudiantes deben ser tratados y elegidos de acuerdo con su experiencia, y no por cuestiones raciales”. En tanto, Clarence Thomas, el segundo juez afroamericano elegido en la historia de la Corte Suprema, expresó que la decisión de la mayoría “ve las políticas de admisión de las universidades por lo que son: sin timón, preferencias basadas en la raza diseñadas para asegurar una determinada combinación de razas en las clases”.

En tanto, Sonia Sotomayor, una jueza que se ha beneficiado por esta política, dijo que la resolución es “indefendible”. Y agregó que, para los jueces que aprobaron esta medida, “el color de la piel puede jugar un rol en juzgar una sospecha individualizada”, según dice Univision.

Por su parte, la primera mujer negra en ser elegida para la Corte Suprema, la jueza Ketanji Brown Jackson, dijo que la decisión de la mayoría “es realmente una tragedia”.

Según expertos, el término “acción afirmativa” no es más que la intención política de abrir espacios que favorezcan a grupos en desventaja que, históricamente, han sido vulnerables y vulnerados por género, raza, orientación sexual, credo e, inclusive, nacionalidad o estatus migratorio; sobre todo en áreas de educación y empleo.

A este respecto, el expresidente de EEUU, Barack Obama, emitió un comunicado de prensa asegurando que la acción afirmativa “permitió a generaciones de estudiantes, como yo y como Michelle, demostrar que pertenecíamos. Ahora dependerá de todos nosotros darle a los jóvenes las oportunidades que merecen y ayudar a los estudiantes en todas partes a beneficiarse de nuevas perspectivas”.

Desde 1978, esta medida ha permitido fortalecer la diversidad en los grupos estudiantiles. De acuerdo con cifras oficiales del Departamento del Censo de EEUU, de 2005 a 2021, un número cada vez mayor de hispanos se inscribieron en la universidad y se convirtieron en una mayor proporción de la población estudiantil total. El número de personas hispanas de 18 a 24 años matriculadas en la universidad aumentó a 2,4 millones en 2021, frente a 1,2 millones en 2005.

La proporción de todos los estudiantes universitarios de 18 a 24 años que eran hispanos también creció. La participación más baja durante el período (11,4%) fue en 2006; para 2021 se había orientado a casi el 20%.

Tras la decisión de la Corte Suprema, esta podría afectar seriamente la matriculación de estudiantes latinos, cuando la expansión educativa estaba alcanzando a todos los estratos, pero con mayor énfasis a este grupo.

Prueba de ello es que, en el año 2005, un tercio de los hispanos de 25 a 34 años tenían algún grado universitario; 2,7 millones tenían menos de una educación secundaria; 2,3 millones solo tenían un título de escuela secundaria; 1,6 millones tenían alguna universidad; y menos de 1 millón tenían un título de licenciatura o superior.

Una década y media después, en 2021, más de la mitad de los jóvenes hispanos tenían un título de universidad. El número con menos de un título de escuela secundaria se redujo del 45,8 % a 1,5 millones. Hubo aumentos en todas las demás categorías: solo la escuela secundaria (hasta el 28,3 % a 2,9 millones); alguna universidad (hasta el 76,5 % a 2,9 millones); y un título de licenciatura o superior (hasta el 145,2 % a 2,2 millones).