Victorias sobre el aborto dan impulso a los demócratas; al mensaje republicano le falta impacto
Los votantes respaldaron el derecho al aborto en Ohio, Virginia y otros lugares, y los demócratas intentan aprovechar esas victorias para impulsar la participación y dar forma a las contiendas del año próximo para la Casa Blanca, el Congreso y otras elecciones.
Ohio ofreció el martes la imagen más clara de la importancia del tema, más de un año después de que la Corte Suprema federal puso fin al derecho al aborto en todo el país. Los votantes del estado, cada vez más inclinados hacia los republicanos, aprobaron rotundamente una enmienda a la constitución estatal para proteger el acceso a los servicios para abortar.
Los demócratas también aprovecharon el tema en Virginia, valiéndose de él para retomar el control del poder legislativo, y en Kentucky, para dar al gobernador demócrata Andy Beshear un segundo mandato luego de que hizo del derecho al aborto un elemento central de su campaña en este estado profundamente republicano.
La noche de las elecciones fue un momento energizante para los demócratas, que esperan que el derecho al aborto atraiga a los votantes a las urnas en las elecciones presidenciales de 2024. La campaña y los resultados de la enmienda en Ohio —el único estado con una pregunta sobre el aborto en la boleta electoral este año— son un precursor de medidas electorales similares que se prevé sean sometidas a votación en varios estados el año próximo. Eso incluye a Arizona y Nevada, que desempeñan papeles cruciales en la carrera por la Casa Blanca.
El aborto también estará en el centro de una serie de elecciones para Cortes Supremas estatales en 2024.
Para el movimiento antiaborto, esta última derrota posterior a Roe ocurrió después de que sus mensajes dispersos no fueran eficaces para granjearse a los votantes en un estado que se ha convertido en un campo de pruebas. El alcance de la victoria para el acceso al aborto en Ohio deja entrever que un número significativo de republicanos votó a favor de la enmienda, lo que muestra que hay profundas divisiones en el partido sobre cuáles serán sus próximos pasos.
Elisabeth Smith, directora de políticas estatales y defensa del Centro de Derechos Reproductivos, dijo que el movimiento antiaborto está “en segundo lugar” tras recurrir a la desinformación y al alarmismo en Ohio en una causa perdida.
“Ha quedado claro que la mayoría de los estadounidenses apoyan el derecho al aborto y quieren que el aborto siga siendo legal y accesible, y el lado antiaborto lo sabe”, añadió Smith.
Según AP VoteCast, una encuesta nacional a más de 94.000 electores, el 63% de los votantes en las elecciones intermedias de 2022 dijo que el aborto debería ser legal en la mayoría o en todos los casos. Aproximadamente una tercera parte de los votantes respondió que debería ser ilegal en todos o en la mayoría de los casos.
Marjorie Dannenfelser, presidenta del grupo antiaborto SBA Pro-Life America, dijo que los resultados de Ohio “sirven como una señal de advertencia para el Partido Republicano rumbo a 2024” y “demostraron que esta no es una fórmula para el éxito”.
“La verdadera lección de la derrota de anoche es que los demócratas van a poner al aborto en el lugar protagónico de las campañas de 2024”, declaró Dannenfelser en un comunicado. “El grupo de consultores del Partido Republicano necesita despertar. Los candidatos deben invertir dinero y mensajes para contrarrestar los ataques de los demócratas o perderán en cada ocasión”.
Los grupos antiaborto dijeron que el resultado fue impulsado por millones de dólares en donaciones de campaña que los partidarios del derecho al aborto invirtieron en la contienda de Ohio, incluidas grandes donaciones de grupos externos al estado.
La Unión Americana de Libertades Civiles, una organización sin fines de lucro que aboga por el derecho al aborto, gastó más de 9 millones de dólares en las elecciones de Ohio, Pensilvania y Virginia este año, de los cuales más de 6 millones se destinaron a Ohio, dijo Deirdre Schifeling, directora política y de activismo del grupo.
El problema de los mensajes de los grupos antiaborto es más profundo que su derrota en Ohio.
En Virginia, el gobernador republicano Glenn Youngkin intentó que los votantes respaldaran a los candidatos legislativos republicanos, defendiendo lo que él y otros republicanos sentían que era un enfoque intermedio: una propuesta para prohibir el aborto después de las 15 semanas de embarazo, con excepciones por violación, incesto y situaciones donde la vida de la madre esté en riesgo.
Muchos candidatos republicanos en distritos donde los candidatos de ambos partidos tienen buenas probabilidades de ganar respaldaron públicamente la propuesta.
Sin embargo, no pareció ser de utilidad. Los demócratas preguntaron si Youngkin y los republicanos irían más lejos si es que llegaban a controlar la oficina del gobernador y el Congreso.
El gobernador “pensó que iba a darles un manual de estrategias a los republicanos, pero en realidad les dio un manual a los demócratas sobre cómo ayudar a los votantes a atar cabos con respecto a los candidatos y sus políticas sobre el aborto”, dijo Mini Timmaraju, presidenta y directora ejecutiva de Reproductive Freedom for All, un grupo partidario del aborto conocido anteriormente como NARAL Pro-Choice America.
Los demócratas han dejado en claro que planean hacer que el tema sea protagónico en las elecciones presidenciales y las demás del próximo año.
En un nuevo indicio de cómo el gobierno intenta vincular sus perspectivas electorales a los resultados, la vicepresidenta Kamala Harris hizo una inusual presentación ante los reporteros frente a la Casa Blanca el miércoles y dijo: “Fue una buena noche, y el presidente y yo obviamente tenemos mucho trabajo por hacer para ganarnos nuestra reelección. Pero confío en que vamos a ganar”.
En las primarias presidenciales republicanas, Tim Scott, senador de Carolina del Sur, y Ron DeSantis, gobernador de Florida —que firmó una prohibición al aborto en su estado después de las seis semanas de embarazo—, han dicho que apoyarían una prohibición a nivel nacional del aborto a las 15 semanas. Otros candidatos han sido más vagos en sus respuestas.
El expresidente Donald Trump, quien nominó a tres jueces de la Corte Suprema que ayudaron a anular el caso Roe vs. Wade, se ha negado a decir si suscribiría una prohibición a nivel nacional, y ha advertido que puede ser políticamente difícil hacer campaña sobre el tema. Trump ha dicho que podría “vivir con” el hecho de que estados individuales prohíban el procedimiento o que esté prohibido en todo el país mediante una acción federal.
A raíz de la votación de Ohio, Vivek Ramaswamy, aspirante a la candidatura republicana a la presidencia y empresario de biotecnología, dijo en CNN que los opositores al aborto deben hablar sobre el tema de manera distinta para obtener más apoyo. Él ha expresado su respaldo a los estados que promulgaron prohibiciones a partir de las seis semanas de embarazo, pero también dijo que no respaldaría una prohibición federal del aborto.
“Nuestro movimiento antiaborto —y yo soy parte de él— necesita ser mejor en la forma en que hablamos sobre el tema, de hecho hablar de un mayor acceso a la adopción, al cuidado infantil, e incluso ir más lejos al hablar de la responsabilidad sexual de los hombres”, dijo Ramaswamy, que vive en Ohio.
J.D. Vance, senador republicano por Ohio, hizo eco de esas afirmaciones, al decir que los republicanos “necesitan que la gente nos vea como el partido a favor de la vida, no sólo como el partido antiaborto”.
Ohio fue el séptimo estado desde que se anuló el fallo del caso Roe vs. Wade que apoyó medidas electorales que protegen el derecho al aborto o rechazó medidas destinadas a limitar el acceso a este.
En estados donde el aborto podría estar directamente en las boletas electorales en 2024, los defensores del derecho al aborto dijeron que siguieron muy de cerca las elecciones en Ohio. Ese estado “proporcionó un ejemplo” a Arizona para la planeación de estrategias y la construcción de una coalición estatal de grupos de defensa, dijo Chris Love, asesora principal de Planned Parenthood Advocates de Arizona.
En un primer vistazo al impacto del tema del aborto en las contiendas electorales, los votantes de Pensilvania eligieron el martes al demócrata Dan McCaffery para un puesto vacante en la Corte Suprema estatal. McCaffery hizo de la defensa de los derechos al aborto un elemento central en su contienda contra la republicana Carolyn Carluccio.
Varios grupos antiaborto señalaron que la manera en que respondan a la serie de derrotas será una de las discusiones políticas más cruciales para los republicanos rumbo al 2024. Una cosa parece segura: planean aprovechar su influencia dentro del partido para asegurarse de que la lucha por las restricciones al aborto siga siendo una prioridad para sus candidatos.
“Perseveramos durante 50 años para anular el fallo del caso Roe vs. Wade”, señaló Protect Women Ohio, que encabezó el mensaje antiaborto en ese estado, en un comunicado el martes por la noche. “El nuestro es un movimiento que siempre ha perdurado y siempre lo hará”.
“Mañana”, agregó el grupo, “el trabajo comienza de nuevo”.
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La periodista de The Associated Press Seung Min Kim contribuyó a este despacho.
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