Una experiencia cercana a la muerte inspiró a Bruses para su segundo álbum
La cantautora mexicana Bruses recibió cuatro nominaciones al Latin Grammy, en total, por su debut “Monstruos” y por su álbum de mediana duración “Cuando ella me besó probé a dios”. Luego vino el silencio por tres años antes de que lanzara su segundo álbum.
“DESDE EL COMA” está inspirado en un accidente ocurrido hace siete años, el cual le hizo replantearse su relación con la vida y la muerte. Caótico, luminoso, intempestivo y a la vez tranquilo, con temas como “F MY X (I’M A MESS)”, “ME ESTOY RINDIENDO am0r :(” y “MALEFIKA”. Bruses charló sobre esta producción con The Associated Press.
Un mar gigante
Cuando se debatía entre la vida y la muerte, Bruses no vio un túnel, pero sí un mar gigante y tranquilo sobre el cual estaba flotando.
“Eso para mí fue el camino, hasta que ya no quise avanzar y me regresé”, señaló.
Al estar en coma estaba semiconsciente, escuchaba cosas a su alrededor y podía darse cuenta de que había otros pacientes que no sobrevivían en el hospital. Pero por más que trataba de despertar o entender lo que le estaban diciendo no podía expresarse.
“Fue una constante pesadilla … Y me imaginaba mundos fantásticos en donde peleaba como con estos monstruos que no existen”, señaló. “Lo más desgarrador era escuchar las muertes porque te das cuenta”, señaló.
Antes de estar en coma por más de un mes, Bruses dijo que estaba pasando por un momento muy oscuro y con mucha depresión, extrañamente la experiencia la impactó al grado de considerar que estaba mejor.
“Le dejé de tener miedo a la muerte. Eso es algo bueno, porque siento que la viví tan de cerca que en serio, ya no le tengo miedo, sino que es como una compañera que me dio una segunda oportunidad. ¿Sabes?, de hecho, la tengo tatuada aquí”, agregó. “Y sí, me siento más ligera desde el accidente”.
Creemos que somos indestructibles
El accidente fue por manejar en estado de ebriedad. Bruses era una de las pasajeras y no había bebido tanto. El conductor iba intoxicado, pero no se lo hizo saber, un segundo pasajero iba muy ebrio. El conductor perdió una pierna y el otro pasajero resultó ileso. A Bruses se le perforó el intestino y el pulmón, también se le rompió el bazo.
“No lo recomiendo”, señaló.
A pesar de “que suena a cliché”, Bruses, de ahora 27 años, advirtió contra manejar en estado de ebriedad.
“Nadie piensa que le va a pasar”, dijo. “Y más cuando estamos jóvenes. Siempre creemos que somos invencibles, que nada nos va a pasar. Vemos películas y todo mundo nos advierte y nos dice ‘no hagas esto’. Y lo haces porque crees que nada te va a pasar. Y ahí es cuando me di cuenta. Cualquier cosa me puede pasar. Somos tan frágiles”.
Años después
Bruses tuvo que procesarlo, incluso fue a terapia y todavía le da miedo estar en un carro. Al enfrentarse al reto de su segundo álbum de estudio, que también le daba mucho temor, pensó en unir estos dos grandes elementos que la intimidaban. Escribió cerca de 180 temas, de los cuales eligió 15 para contar su historia.
“Yo lo veía como una obra de teatro, porque así me sentía. Siento que yo cuando estaba en el coma navegué por varias capas, yo lo escribo como purgatorio porque nadie sabe qué es el purgatorio, solo lo describen como una zona de tortura”, señaló. “Ni vivo, ni muerto, ni en el cielo, ni en el infierno”.
El álbum aborda otros temas como el ego, la sexualidad, la tristeza y la sed de poder.
“Me sentí superincómoda al principio”, señaló. “Nunca me había atrevido realmente a estar en un lugar así de incómodo. Pero la incomodidad de estos dos miedos, en serio, siento que me hizo mejor artista y me liberó un montón”.
Una voz familiar en medio del caos
En “tengo miedo pero vamos a estar bien?? (con Mi Mamá)” incluyó una grabación de la voz de su madre, que a su vez le cuenta el apoyo que tuvo con su abuela cuando ella era joven.
“¿Le pregunté, mamá qué sentías cuando tenías 20 años? Y ¿quién fue la persona que más te ayudó? Y me respondió su mensaje y se me hizo súper, súper, súper fuerte”, dijo Bruses, quien sin rodeos contó durante la entrevista de los orígenes de su familia.
“Venimos de una familia pobre de rancho, así que mis abuelos eran de rancho, así de pisca. Y luego ellos con la pisca le dieron carrera a mi mamá y sus hermanas”, señaló. “Mi mamá, con eso, con poco dinero, se fue a Tijuana a estudiar enfermería y fue la primera de su familia en tener una carrera profesional y yo la admiro un montón por eso, porque dice que no fue fácil”.
Del lado de su padre son músicos.
“Mi abuelo era músico, pero era músico de calle, o sea, de esos que tocaban en los tacos… Tocaba cabrón, guitarra. Y mi abuela cantaba con él”, señaló. “Mi papá tuvo una banda de rock, es súper rockero y con esta banda también tocaba en (fiestas de) 15 años”.
Aunque inicialmente su padre se resistió a que ella siguiera el camino de la música, por las dificultades propias de su carrera, Bruses los tomó como ejemplo para lanzarse al ruedo.
“Esto me inculcó mucho el amor al arte sin importar qué, porque nadie hizo dinero con eso”, agregó. “No me importa lo que pase, no me importa si termino como mi abuelo o mi papá, está en la familia. Y yo tuve mucha suerte de que, número uno, soy compositora y eso lo supe desde muy chiquita, que tenía el don de escribir. Y número dos, el Internet, porque yo sé que mi carrera funcionó por internet, que es algo que ellos no tenían”.
Otras canciones
“F MY X (I’M A MESS)” se la dedica a una ex con la que tuvo una relación tóxica, “veintialgo” aborda la angustia de los 20 y la intensidad emocional de esa década en la vida. En “así suena mi mente.” la transición de la muerte a la vida en su coma, pasa de la oscuridad a la luminosidad y termina con un llamado para despertar. “I’M SO HAPPY” va en contra de la teoría de la felicidad absoluta que promueve la época actual.
“Reprimo las emociones negativas y ahí es como se vuelven un monstruo y te ataca. Porque siempre van a estar ahí las emociones negativas. Simplemente, es como mantener un balance, sentir todas de una forma sana”, señaló.