Detectan vínculo entre sustancias tóxicas en alimentos y enfermedades como el cáncer y el Alzheimer
Según un informe, los efectos de los químicos tóxicos se subestiman y su impacto en el cáncer podría igualar al del consumo de cigarrillos
Las sustancias químicas tóxicas presentes en el aire, los alimentos y el agua están fuertemente vinculadas a una gran cantidad de problemas ambientales y graves afecciones de salud, entre ellas el cáncer, la obesidad, la demencia, la infertilidad y el TDAH.
A través de un nuevo informe, un grupo de ivestigadores describe la toxicidad como “la amenaza más subestimada a la que se enfrenta la humanidad” y advierte que “la contaminación del cuerpo humano es endémica”.
Según el documento, los riesgos para la salud humana y del planeta están “ampliamente subestimados” y el impacto del uso de plaguicidas en las tasas de cáncer podría ser comparable al del tabaquismo.
En el estudio también se detectó más de 3.600 sustancias químicas sintéticas en el cuerpo humano, provenientes de materiales que están en contacto con los alimentos, como envases y pesticidas. Al menos 80 de estas sustancias se consideran especialmente peligrosas para la salud.
Sustancias químicas conocidas como PFAS (sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas) fueron detectadas en casi todas las personas analizadas. En Europa, el 14 % de los adolescentes presentaron niveles en sangre lo suficientemente altos como para representar un riesgo grave para la salud.
Entre los hallazgos más alarmantes del estudio está la relación entre el uso de pesticidas y enfermedades como la leucemia, el linfoma no Hodgkin y los cánceres de vejiga, colon e hígado. Incluso se sugiere que la exposición prenatal a pesticidas podría aumentar en más del 50 % el riesgo de que los niños desarrollen leucemia o linfoma.

En el informe también se reunió evidencia que muestra que los químicos sintéticos a los que están expuestas las personas han contribuido al descenso global en la cantidad de espermatozoides. Por ejemplo, se ha encontrado que los hombres con altos niveles de ciertas sustancias PFAS presentan menos de la mitad del conteo normal de esperma en comparación con quienes tienen niveles bajos.
En un contexto de aumento en las tasas de cáncer, caída de la fertilidad y alza de enfermedades crónicas, el equipo detrás del informe advierte que el enfoque internacional actual para gestionar los químicos sintéticos es “inadecuado” y “mal entendido”. Por ello, piden una acción más coordinada a nivel global y una mejor estandarización para proteger tanto a las personas como al planeta.
El informe, titulado ‘El tsunami invisible’, fue elaborado por el equipo científico de Deep Science Ventures en colaboración con la Grantham Foundation for the Protection of the Environment. Surgió tras una investigación de ocho meses que incluyó el análisis de estudios científicos revisados por pares, además de entrevistas con investigadores, líderes de organizaciones sin fines de lucro, emprendedores e inversionistas.
Según los investigadores, la economía industrial ha generado más de 100 millones de sustancias químicas nuevas, y actualmente unas 350,000 se utilizan de forma comercial. Desde la década de 1950, su producción se ha incrementado 50 veces. Advierten que la exposición a químicos tóxicos, a través del aire, el agua y los alimentos, tiene su origen en compuestos derivados de combustibles fósiles, como el petróleo y el gas natural, que son la base de muchos productos industriales.
El equipo advirtió que la producción de sustancias químicas persistentes, un grupo de compuestos tóxicos que permanecen en el ambiente durante largos períodos, ha crecido tanto que ya se sobrepasó un “límite seguro para el planeta”. Como ejemplo, señalaron que las PFAS han “contaminado todo el planeta”: se han detectado niveles en el agua de lluvia que superan los límites seguros para el consumo humano y estas sustancias están presentes en la sangre de casi toda la población mundial.

La contaminación no persistente también está presente en casi todas partes. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 99 % de la población mundial respira aire con niveles de contaminación que superan los límites recomendados.
El equipo señaló que el informe presenta vínculos “fuertes”, tanto causales como correlativos, entre la exposición a sustancias tóxicas y una amplia variedad de problemas graves de salud humana, como cáncer, obesidad, Alzheimer, complicaciones en el embarazo, TDAH, infertilidad, enfermedades cardíacas y respiratorias.
Más allá del impacto en la salud humana, advirtieron que los químicos tóxicos también están causando daños “visibles y generalizados” en los ecosistemas, afectando la biodiversidad y el equilibrio natural del medio ambiente.
“En esta investigación, que recopila trabajos revisados por pares, se demuestra que la humanidad está enfrentando una exposición química masiva, y ampliamente subestimada, a través de los alimentos, el aire y el agua”, señaló Adam Tomassi-Russell, director de Clima en Deep Science Ventures.
“El problema es de gran escala y la evidencia muestra que necesitamos un cambio profundo en cómo entendemos, financiamos e innovamos para enfrentar esta crisis”, advierten en el informe.
Por su parte, Jeremy Grantham, cofundador y presidente de la Fundación Grantham para la Protección del Medio Ambiente, afirmó: “La toxicidad es la amenaza más subestimada que enfrenta la humanidad”.
Traducción de Leticia Zampedri