Hombre ciego camina 11 km al día repartiendo volantes para encontrar a su perro de servicio robado
Bam Bam, el perro de servicio de Ángel Santiago, desapareció hace dos meses tras ser robado de su casa

Un hombre ciego de Chicago, cuyo perro de servicio fue robado, recorre hasta 11 kilómetros al día repartiendo volantes de “se busca” con la esperanza de encontrar a su querido compañero.
Ángel Santiago, quien quedó ciego debido al glaucoma y además padece diabetes tipo 2, contó que su perro salchicha de 14 años, Bam Bam, fue robado del patio de su casa en el barrio de Logan Square, durante la madrugada del 5 de junio, según informó Fox 32 Chicago.
Desde entonces, Santiago camina hasta 11 kilómetros diarios entregando volantes a personas en la calle con la esperanza de que alguien haya visto a su perro.
“Bam Bam lo es todo para mí, y siento que mi cuerpo se va desgastando. Solo puedo hacer hasta donde me da el cuerpo”, dijo Santiago.
Según relató, dos hombres entraron a su patio alrededor de las 4:00 de la madrugada del 5 de junio, mientras Bam Bam salía al baño, y se lo llevaron.
Aunque Santiago escuchó el alboroto e incluso logró sujetar a uno de los sospechosos para intentar detenerlo, los hombres lograron escapar con Bam Bam.
Santiago cree que el joven que alcanzó a agarrar tenía voz de adolescente, pero logró zafarse. Contó que escuchó a Bam Bam ladrar mientras los hombres huían con él.
Ahora, dos meses después, Santiago sigue decidido a reencontrarse con Bam Bam, quien además cumplía el rol de perro de servicio.
Aunque Santiago no ha dejado de buscar a Bam Bam, asegura que hasta ahora solo ha recibido llamadas fraudulentas y pistas falsas.
“Prometí que voy a seguir caminando y caminando, gritando su nombre. Solo pido que me ayuden con sus ojos y me digan si lo ven”, expresó Santiago.
“Sean mis ojos y ayúdenme a encontrar a Bam Bam. Se los ruego”, dijo al aire.
Aunque sus volantes aún no han dado resultados, Santiago dice que mantiene la esperanza de reencontrarse con Bam Bam, quien tiene un microchip.
Las autoridades piden que, si alguien ve al perro, no lo llame ni lo persiga. En su lugar, recomiendan atraerlo con golosinas o contactar a la policía de Chicago.
Traducción de Leticia Zampedri