Trump, Tesla y un pago billonario: así fue el turbulento 2025 de Elon Musk
El hombre más rico del mundo tiene un nuevo paquete salarial. Sin embargo, 2025 estuvo marcado tanto por los problemas como por los avances, escribe Karl Matchett
Elon Musk rara vez sale del foco público. Sin embargo, incluso para sus propios estándares, 2025 ha sido un año intenso.
Durante los últimos 12 meses, el empresario convertido en asesor gubernamental alcanzó importantes hitos empresariales y sufrió reveses de peso. Además, perdió el primer lugar como el hombre más rico del mundo y ahora volvió a ubicarse con una ventaja aún mayor que antes.
Todo esto ocurrió en un contexto de un entorno económico cada vez más desafiante, tanto en Estados Unidos como a nivel global. A eso se sumaron acontecimientos de su vida privada, entre ellos el anuncio del nacimiento de un supuesto decimotercer hijo, ocurrido meses antes.
En el plano empresarial, Musk mantuvo una actividad constante a lo largo de todo el año. Sin embargo, no todo transcurrió con la fluidez que habría deseado. A continuación, The Independent repasa un año en la vida de Elon Musk.
DOGE y Donald Trump
Parece que hubiera pasado mucho tiempo, pero el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) se creó recién en enero de 2025. En ese contexto, Elon Musk fue designado empleado especial del gobierno. De ese modo, asumió un período efectivo de 130 días al frente de recortes al presupuesto federal de Estados Unidos, la reducción de empleos en el sector público y la planificación de recortes al programa de ayuda exterior del país por casi 10.000 millones de dólares. Naturalmente, muchas de estas medidas generaron fuertes críticas. Entre ellas, Bill Gates acusó al hombre más rico del mundo de “matar” a los niños más pobres del planeta.
Aunque podía esperarse que al menos contara con el respaldo de quien lo nombró en el cargo, el presidente Donald Trump, la relación resultó conflictiva y volátil. En determinado momento, derivó en ataques personales abiertos difundidos a través de redes sociales.
En junio, Musk calificó el “Gran y Hermoso Proyecto de Ley” de Trump como una “abominación”. Poco después, sugirió en X que la verdadera “gran bomba” era que Trump estaba en los archivos de Epstein. Por su parte, el presidente arremetió contra Musk y lo describió como una decepción. Las disputas continuaron cuando Trump afirmó que su administración evaluaría los subsidios otorgados a las empresas de Musk, con la posibilidad de ponerles fin, aunque aclaró que debía hacerse de manera justa tanto para el país como para el empresario. Además, insinuar que analizaría una eventual deportación de Musk tampoco encajó con la idea de una relación cercana.
Musk puso fin oficialmente a su etapa en Doge en mayo. Esto ocurrió semanas después de haber dicho a los accionistas de Tesla que dedicaría “mucho más tiempo” a la compañía de vehículos eléctricos, en medio de la caída del precio de las acciones y de cuestionamientos sobre el lanzamiento de nuevos productos.
Altibajos empresariales
Sería un error no detallar los éxitos y los hitos que Elon Musk alcanzó a lo largo del año en sus múltiples empresas.

Sin embargo, como suele ocurrir en la industria y especialmente cuando se busca ampliar límites, muchos avances pueden ir seguidos de retrocesos. Aun así, sus compañías continuaron operando y produciendo resultados.
Por ejemplo, Tesla lanzó a mitad de año la versión de largo alcance de la Cybertruck, que recibió elogios de sus seguidores. No obstante, ese avance quedó empañado por un retiro masivo del mercado que afectó a decenas de miles de modelos anteriores debido a problemas con algunas piezas.
En el caso de Neuralink, la firma dedicada al desarrollo de implantes cerebrales para ayudar a personas con movilidad limitada a controlar dispositivos mediante el pensamiento, se realizaron varios ensayos clínicos. Musk afirmó que existe una lista de espera de 10.000 personas inscritas. El potencial impacto positivo resulta evidente. Sin embargo, también surgieron críticas por el trato a animales y por haberse registrado en Estados Unidos como una “pequeña empresa desfavorecida”, pese a una valuación de nueve mil millones de dólares.
En otros frentes, xAI lanzó en julio el nuevo modelo de inteligencia artificial Grok 4. Además, SpaceX logró un aterrizaje controlado en el mar con uno de sus cohetes Starship. Por último, The Boring Company mostró avances en su enfoque ZPIT (Zero People In Tunnel), que consiste en excavar túneles, mover tierra e instalar segmentos de muros de hormigón sin personas dentro, lo que mejora la seguridad y la eficiencia del proceso.
Tesla
Por otra parte, resulta imposible separar a Elon Musk de una empresa en particular, y esa ha tenido más retrocesos que avances durante 2025: Tesla.
El precio de la acción, como suele ocurrir, cuenta su propia historia. Tras alcanzar un máximo cercano a los 480 dólares luego de la victoria electoral de Donald Trump el invierno pasado, cayó hasta alrededor de 220 dólares en abril. Este descenso estuvo marcado por la percepción pública sobre su director ejecutivo, la baja en las ventas, la incertidumbre económica generalizada por los aranceles y las dudas en torno a la valuación de la empresa.
Si invertir en Tesla, y en acciones individuales en general, siempre ha sido una montaña rusa, 2025 parece haber representado el tramo con giros, retornos y aceleraciones bruscas, que avanzan rápidamente hacia el punto más alto a medida que se acerca el cierre del año. Más allá de eso, como en cualquier atracción de feria, el desenlace solo se conoce al llegar, con la mezcla habitual de emoción y temor.
Los concesionarios de Tesla fueron blanco de actos vandálicos. Además, Musk enfrentó numerosas protestas, desde concentraciones de personas y afiches en paradas de autobús hasta un automóvil destrozado.

Algunas reacciones surgieron por su labor en Doge. Otras se produjeron por un gesto interpretado como un saludo insultante durante la investidura de Trump. A eso se sumaron críticas tras declaraciones del director ejecutivo que parecían involucrarlo en la política o las decisiones de otros países.
El resultado fue claro: una caída en las ventas.
En Europa, en particular, el retroceso fue pronunciado. Datos del verano mostraron una baja del 40 % en las ventas de Tesla. En ese escenario influyeron la competencia de fabricantes chinos, el daño reputacional y la falta de nuevos modelos. Todo ello permitió que BYD superara a Tesla como la marca emergente dominante de vehículos eléctricos en el continente. Para entonces, la cuota de mercado de Tesla había caído por debajo del 1 % y las ventas disminuyeron en comparación interanual, pese a que el mercado de vehículos eléctricos en su conjunto creció más de un 25 %.
Las débiles ventas en India, China y Estados Unidos sumaron nuevas preocupaciones. Esto ocurrió a pesar de un repunte en septiembre en el mercado estadounidense, impulsado por compradores que adelantaron adquisiciones antes del vencimiento de los créditos fiscales.
En Noruega, un efecto similar generó un impulso reciente en Europa. Tesla rompió récords de ventas mensuales por fabricante en noviembre. Sin embargo, más que una tendencia sostenida, el aumento pareció responder al anuncio de incrementos impositivos a la compra de vehículos eléctricos que entrarán en vigor el próximo año.
Aun así, Musk ha sostenido desde hace tiempo que la venta de automóviles no es el único ni el principal as bajo la manga de Tesla a largo plazo.
La conducción autónoma, la robótica, la inteligencia artificial y los datos figuran entre los factores que muchos inversores señalan como futuras fuentes de ingresos para la compañía. Además, tanto dentro como fuera de la empresa, los acontecimientos recientes sugieren que esa visión sigue vigente.
La persona más rica del mundo
Elon Musk ya es la persona más rica del mundo desde hace tiempo, con la excepción de unas pocas horas en las que perdió brevemente el primer lugar frente a Larry Ellison, de Oracle.
Desde entonces, Musk volvió a ampliar de forma considerable la distancia. Además, a comienzos de diciembre registraba un patrimonio neto de 450.000 millones de dólars, según el Índice de Multimillonarios de Bloomberg.

Esa cifra lo sitúa 180.000 millones de dólares por encima del segundo lugar, ocupado por Larry Page, de Alphabet. El patrimonio de Musk creció casi 17.500 millones de dólares a lo largo de 2025. Incluso, se convirtió durante un breve período en la primera persona en alcanzar la marca de los 500.000 millones de dólares. Sin embargo, el cierre de su año bajo los reflectores va mucho más allá de esas cifras.
Cerca de un billón de dólares está en juego en su nuevo paquete salarial en Tesla. La propuesta fue sometida a votación y aprobada el mes pasado por más de tres cuartas partes de los accionistas. De mantenerse al frente del crecimiento de la empresa y cumplir objetivos clave de producción y valuación, Musk recibiría 878.000 millones de dólares a lo largo de una década. El último de esos hitos llevaría a Tesla a una valuación de 8,5 billones de dólares, equivalente a la capitalización bursátil combinada de las dos mayores empresas cotizadas del mundo en la actualidad: Nvidia y Apple.
Tras la aprobación de ese paquete salarial, Musk afirmó que el camino hacia esas cifras no representa solo “un nuevo capítulo”, sino “un libro completamente nuevo”.
Cualquiera sea el rumbo que tome 2026 para Musk y sus múltiples proyectos, es poco probable que se aleje del progreso vertiginoso, las críticas intensas o los titulares llamativos. Además, los hitos financieros continúan acumulándose.
Traducción de Leticia Zampedri







Bookmark popover
Removed from bookmarks