Aranceles de Trump pondrán a prueba la unidad entre aliados en la cumbre del G7

Los principales funcionarios financieros de los países más ricos del mundo se reúnen esta semana en un centro vacacional de las montañas canadienses, en lo que podría ser una reunión contenciosa tras los amplios aranceles impuestos por el presidente estadounidense Donald Trump.
Las reuniones anuales de los ministros de finanzas del Grupo de los 7, conocido simplemente como G7, suelen ser cordiales y en años anteriores han producido compromisos conjuntos para combatir la inflación y contrarrestar la pandemia de COVID. Puede que haya menos acuerdo este año, ya que los aranceles de Trump amenazan con frenar el crecimiento de muchas de las naciones reunidas, entre ellas, la anfitriona Canadá, a la que Trump también ha sugerido que podría convertirse en el estado número 51 de Estados Unidos.
“Preveo una conversación un tanto difícil entre los funcionarios del G7”, dijo Eswar Prasad, economista de la Universidad de Cornell y ex alto funcionario del Fondo Monetario Internacional. “Este es un período muy difícil para las relaciones entre los países del G7″.
El gobierno de Trump ha alcanzado un acuerdo comercial inicial con uno de los miembros del G7, Reino Unido, y está en conversaciones con Japón y la Unión Europea. Pero Canadá aún enfrenta aranceles del 25% en muchas de sus exportaciones a Estados Unidos, incluidos los automóviles, y los otros tres miembros del G7 —Francia, Alemania e Italia— hacen frente a un arancel base del 10% en todas sus exportaciones como parte de la Unión Europea.
Será la primera reunión formal del G7 a la que asistirá el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, quien participó en una breve reunión del grupo el mes pasado, al margen de las reuniones del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial en Washington, D.C. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, también asistirá junto con los gobernadores de los bancos centrales de las otras naciones del G7.
Francois-Philippe Champagne, ministro de finanzas de Canadá, dijo el martes: “El mensaje de los colegas es bastante claro: un sistema de comercio multilateral libre, justo y basado en reglas es un sistema en el que todos ganamos”.
Aunque es probable que muchos de los ministros de finanzas reunidos en Banff esta semana busquen reuniones individuales con Bessent, es difícil que se alcancen acuerdos comerciales, según una persona informada sobre los preparativos de la reunión que habló bajo condición de anonimato porque no está autorizada para declarar públicamente al respecto.
En lugar de ello, los funcionarios financieros buscarán allanar el camino hacia cualquier acuerdo antes de una reunión de los jefes de estado de los países del G7 en junio en la cercana Kananaskis, Canadá.
Prasad comentó que Bessent podría aportar un tono más conciliador a las reuniones, ya que a menudo se le ve como una influencia moderadora en los aranceles dentro de la Casa Blanca de Trump.
Y probablemente habrá algunas áreas de acuerdo, particularmente en torno al objetivo de la administración de Trump de abordar lo que denomina “desequilibrios globales” en el comercio mundial, una referencia a los grandes déficits comerciales anuales de Estados Unidos, que reflejan que el país importa más de lo que exporta. La Casa Blanca ve a China como el principal impulsor de tales desequilibrios. El país asiático tiene un amplio superávit comercial.
“Las decisiones políticas intencionales de otros países han vaciado el sector de fabricación de Estados Unidos y han socavado nuestras cadenas de suministro críticas, poniendo en riesgo nuestra seguridad nacional y económica”, dijo Bessent el mes pasado, en un discurso pronunciado durante las reuniones del FMI y el Banco Mundial.
El estado del dólar estadounidense también podría surgir, al menos en conversaciones informales. El valor de la divisa cayó inesperadamente el mes pasado después de que Trump revelara sus amplios aranceles, mientras que la tasa de interés de los bonos del Tesoro aumentó, una señal de que los inversores internacionales podrían haber estado deshaciéndose de activos estadounidenses a medida que se erosionaba la confianza en la gobernanza y la economía del país.
“En los pasillos, no hablarán más que de aranceles y del dólar”, afirmó Steven Kamin, investigador principal del American Enterprise Institute y execonomista de alto nivel de la Reserva Federal.
En la reunión del año pasado de los funcionarios de finanzas del G7 realizada en Stresa, Italia, acordaron una declaración conjunta que decía que los miembros tienen un “fuerte compromiso con un sistema de comercio libre, justo y basado en reglas”. Aún no está claro si podrán acordar una declaración similar este año.
Otra cuestión que se cierne sobre las reuniones será si el G7 puede llegar a un acuerdo sobre una nueva ronda de sanciones a Rusia. El martes, la Unión Europea y Reino Unido anunciaron sanciones al petróleo ruso, dirigidas a la “flota en las sombras” de petroleros rusos no registrados que transportan su petróleo y le permiten financiar su guerra con Ucrania.
En las reuniones del miércoles también podrían discutirse las propuestas para reducir un tope de precio al petróleo ruso, establecido como parte de anteriores rondas de sanciones internacionales, desde su nivel actual de 60 dólares.
Sin embargo, el gobierno de Trump, aunque ha pedido mayores sanciones al petróleo ruso, aún no aprueba las nuevas restricciones. El mandatario estadounidense habló el lunes con el presidente ruso Vladímir Putin y el líder ucraniano Volodymyr Zelenskyy, y dijo que ambos países pronto comenzarían conversaciones de alto el fuego, aunque no se disponía de detalles.
El ministro de Finanzas de Ucrania, Sergii Marchenko, también asistirá a las reuniones del G7 esta semana, aunque Ucrania no es miembro.
Daleep Singh, economista global en jefe de PGIM Fixed Income y exasesor adjunto de seguridad nacional en el gobierno del expresidente Joe Biden, dijo que el tema de las sanciones al petróleo ruso será una prueba clave de la unidad que queda en el G7.
“Si buscas algo que genere una paz justa y duradera, las sanciones al petróleo son el lugar donde hay que mirar”, afirmó.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.