Reino Unido: Gobierno aprueba plan de enviar migrantes a Ruanda, pero batalla legal no ha terminado

Jill Lawless
Jueves, 25 de abril de 2024 10:25 EDT
AP EXPLICA REINO UNIDO MIGRANTES
AP EXPLICA REINO UNIDO MIGRANTES (AP)

El Parlamento británico finalmente aprobó legislación para enviar a solicitantes de asilo a Ruanda, allanando el camino para que este verano comiencen los vuelos bajo los controvertidos planes del primer ministro Rishi Sunak para detener las arriesgadas travesías por el Canal Mancha por parte de personas desesperadas por llegar al Reino Unido.

La propuesta para desentrabar el plan, antes obstruido por desafíos legales y batallas parlamentarias, fue aprobada el martes en la mañana, permitiendo lo que Sunak espera será una muy necesitada victoria política para cumplir su promesa de “parar los botes”.

Grupos de derechos humanos y activistas proinmigrantes han jurado continuar la lucha contra la política, a la que califican de inhumana y falta de ética.

Aquí un vistazo al plan y cómo ha llegado a este punto.

¿DE QUÉ SE TRATA EL PLAN?

Es la respuesta del gobierno británico a la llegada de migrantes de todo el mundo — en el 2022 ascendieron a 46.000 — que cruzan el Canal de la Mancha desde Francia en pequeños botes.

La mayoría de los que llegan por esa vía piden asilo, y hasta ahora muchos lo han recibido. El gobierno conservador dice que estos migrantes no deben ser tratados como refugiados de verdad porque no han pedido asilo en el país a donde llegaron primero, en este caso Francia.

En un intento por disuadir las peligrosas travesías por mar, Reino Unido llegó a un acuerdo con Ruanda en abril del 2022 para enviar al país africano a los migrantes que hayan llegado a Reino Unido como polizones o en botes. En Ruanda se procesarían sus solicitudes de asilo y, si son aprobadas, se podrían quedar.

Los grupos de derechos humanos y otros críticos dicen que el plan no funcionará y que no es ético enviar a migrantes a un país a 6.400 kilómetros (4.000 millas) de distancia en donde no quieren vivir. Hasta ahora nadie ha sido enviado a Ruanda, pero Sunak ha anunciado que los primeros vuelos saldrán en julio.

¿POR QUÉ TARDÓ TIEMPO?

El plan para enviar a los migrantes a Ruanda inmediatamente se topó con desafíos legales. El primer vuelo con destino a Ruanda fue cancelado a último minuto en junio de 2022 a raíz de un fallo de la Corte Europea de Derechos Humanos.

El caso eventualmente llegó a la Corte Suprema británica, que asestó una derrota al gobierno en noviembre al fallar que el plan era ilegal porque Ruanda no es un país seguro. Cinco magistrados fallaron por unanimidad que “el envío de los solicitantes a Ruanda los expondría a un riesgo real de maltrato” porque podrían ser enviados de vuelta a sus países de origen.

Los magistrados dijeron que hay evidencias de que Ruanda tiene una cultura que malinterpreta sus obligaciones bajo la Convención sobre Refugiados, ignoraba las necesidades de los solicitantes de asilo del Medio Oriente y Afganistán, y tenía escasa experiencia en los procedimientos necesarios para personas que vienen de todas partes del mundo para pedir asilo.

¿CÓMO RESPONDIÓ EL GOBIERNO BRITÁNICO?

Gran Bretaña y Ruanda firmaron un tratado en diciembre prometiendo fortalecer las protecciones a los migrantes, en parte al prohibirle a Ruanda el envío de migrantes de regreso a sus países de origen. El gobierno de Sunak argumentó que el tratado le permitió aprobar la ley que declara a Ruanda un destino seguro.

La Ley de Seguridad de Ruanda, aprobada el martes, declara seguro a ese país africano, lo que le hace difícil a los migrantes resistir las deportaciones y permite al gobierno británico ignorar órdenes de la Corte Europea de Derechos Humanos de bloquear los envíos.

Si eso no detiene los desafíos legales, Sunak ha dicho que considerará ignorar o abandonar tratados internacionales, como la Convención Europea de Derechos Humanos. Eso cuenta con el respaldo de algunos miembros del Partido Conservador, pero atraería la oposición interna y críticas a nivel internacional. Los únicos países que no son miembros de esa convención son Rusia y Bielorrusia.

El gobierno de Ruanda insiste en que está “comprometido con sus obligaciones internacionales” y que ha sido reconocido por Naciones Unidas y otras instituciones internacionales “por nuestro ejemplar tratamiento a los refugiados”. El gobierno ruandés dice que el país está listo para recibir migrantes de Gran Bretaña y que tiene planes de construir más de 1.000 viviendas, incluyendo instalaciones recreativas, para los deportados.

¿HAY OTROS PAÍSES QUE HAN INTENTADO POLÍTICAS SIMILARES?

Gran Bretaña no es la única que está tratando de controlar la migración irregular. Estados Unidos y muchos países europeos están debatiendo maneras de lidiar con la inmensa entrada de migrantes que huyen de guerras, represión y un calentamiento climático que ha provocado sequías e inundaciones.

Algunos países han enviado migrantes a otros territorios para procesar allí sus solicitudes de asilo, particularmente Australia, que envió a migrantes a la nación insular de Nauru en el océano Pacífico en 2001 y ha operado un centro de procesamiento de asilos desde 2012.

Del 2013 al 2018, Israel tenía un acuerdo con Ruanda para deportar allí a migrantes africanos, hasta que la Corte Suprema israelí declaró el plan ilegal.

Dinamarca se ha distanciado de un acuerdo que tenía con Ruanda y está tratando de hallar una solución junto con otros países de la Unión Europea.

“Una solución británica o danesa resolverá el problema de esos países particulares”, expresó el martes el ministro de Inmigración danés Kaare Dybvad Bek a la emisora danesa DR. “Pero creemos que una solución común europea resolverá más problemas, porque así frustraremos a los contrabandistas de personas que ganan miles de millones al transportar a personas por el Mar Mediterráneo”.

El año pasado, Italia llegó a un acuerdo con Albania para que ese país balcánico aloje y procese las solicitudes de algunos de los miles de migrantes que llegan a las costas italianas. Pero hay una diferencia crucial con respecto al plan británico: el viaje no es de una sola vía. Los que consigan asilo podrían rehacer sus vidas en Italia y no tendrán que quedarse en Albania.

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Jan M. Olsen en Copenhague, Dinamarca, contribuyó a esta nota.

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