Bukele defiende reformas que permiten la reelección presidencial indefinida en El Salvador

El presidente Nayib Bukele defendió las reformas a la Constitución de la República aprobadas por el Congreso controlado por el partido Nuevas Ideas, que elimina los límites a los mandatos presidenciales y permitiría que se mantenga indefinidamente en el poder.
En una jornada maratónica, el Congreso aprobó y ratificó reformas a cinco artículos de la Constitución con el fin de avalar la reelección presidencial sin limites, extender el periodo presidencial de cinco a seis años, eliminar la segunda vuelta electoral y reducir el periodo presidencial actual para que Bukele pueda participar en los próximos comicios de febrero 2027.
La decisión del Congreso provocó críticas de organizaciones nacionales e internacionales defensoras de los derechos humanos contra el autodenominado “el dictador más cool del mundo”.
La organización no gubernamental Acción Ciudadana consideró que las reformas perpetúan el presidente en el poder y son señales de autoritarismo comparables con las dictaduras de Daniel Ortega en Nicaragua y de Nicolás Maduro en Venezuela.
“La democracia ha muerto” afirmó la diputada de Arena, Marcela Villatoro durante el acalorado debate en el Congreso.
“Ya se quitaron la máscara. Dejen de querer disfrazar de popularidad y de querer romantizar las dictaduras porque la gente los quiere”, agregó.
Bukele, un experto en comunicaciones muy activo en las redes sociales se mantuvo en silencio y fue hasta la medianoche del sábado que reaccionó al escribir un mensaje en el inglés en la red social X, donde empezó señalado que “el 90% de los países desarrollados permiten la reelección indefinida de su jefe de gobierno, y nadie se inmuta”.
Y agregó que cuando un país pequeño y pobre como El Salvador intenta hacer lo mismo, “de repente se convierte en el fin de la democracia”.
Defendiendo sus argumentos, Bukele dijo que “si El Salvador se declarara una monarquía parlamentaria con las mismas reglas que el Reino Unido, España o Dinamarca, seguirían sin apoyarla. De hecho, se pondrían furiosos si eso sucediera”.
“¿Por qué?”, preguntó: “Porque el problema no es el sistema, sino que un país pobre se atreva a actuar como si fuera soberano”.
“Se supone que no debes hacer lo que ellos hacen. Se supone que debes hacer lo que te dicen. Y se espera que te mantengas en tu carril”, agregó Bukele en su mensaje.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE), ya anunció que realizará modificaciones en sus planes estratégicos para desarrollar el proceso electoral programado para febrero de 2027.
Las reformas fueron respaldadas por 57 de los 60 diputados del Congreso unicameral. Los dos diputados de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena) y la diputada del conservador partido VAMOS votaron en contra.
Con las reformas se aprueba que el periodo presidencial sea de seis años y no de cinco.
Promueve también “eliminar todo lo concerniente a la segunda vuelta electoral, para que se consideren electos como presidente y vicepresidente de la República los candidatos que hayan obtenido el mayor número de votos válidos en el correspondiente proceso electoral”, agregó Figueroa.
Además, se impulsa una disposición transitoria para que el más reciente período presidencial de Bukele, el cual inició el 1 de junio de 2024 y está programado para concluir el 1 de junio de 2029, finalice “anticipadamente”, el 1 de junio de 2027, con el propósito de unificar las elecciones presidenciales, legislativas y municipales.
Esta disposición transitoria que establece esa última fecha electoral permitiría que el empresario, en el poder desde 2019, se postule para otro periodo presidencial.
La ratificación obedece al mandato constitucional que se tomó en abril de 2024, cuando se aprobó un c ambio en el artículo 248 de la Carta Magna para facilitar reformas constitucionales sin necesidad de tener que esperar a la siguiente legislatura.
En la Constitución vigente desde 1983 se incluyó como requisito para modificar la Carta Magna que la reforma deba ser ratificada en el Congreso posterior. Es decir, que la reforma constitucional debe enviarse y aprobarse en una legislatura, pero ratificarse en la siguiente, después de elecciones.
Pero con la modificación se permitirá cambiar el texto constitucional en una sola legislatura con 45 de los 60 votos —tres cuartas partes— en una sola sesión plenaria. La reforma quedará vigente ocho días después de que sea publicada en el Diario Oficial.
Pese a las críticas contra las políticas de seguridad de Bukele, el último sondeo de opinión concede al mandatario salvadoreño un 85,2% de aprobación y solo un 1,4% de los encuestados considera que la concentración de poder en una sola figura es un problema.