Un ataque aéreo israelí sobre un campamento en un hospital de Gaza mata a dos palestinos
Un ataque aéreo israelí golpeó el domingo un campamento de carpas en un recinto hospitalario en el centro de Gaza, donde mató a dos palestinos e hirió a otros 15.
El ataque golpeó una de varias carpas en el patio del hospital Mártires de Al-Aqsa en Deir al-Balah, donde miles de personas se cobijan desde hace meses tras huir de sus hogares en otros lugares del territorio devastado por la guerra.
Había periodistas trabajando desde carpas cercanas y un reportero de Associated Press presenció el ataque y sus consecuencias. El ejército israelí no hizo comentarios en un primer momento.
Decenas de miles de personas han buscado cobijo en los hospitales de Gaza desde que comenzó la guerra, al considerarlos como relativamente a salvo de los ataques aéreos. Israel acusa a Hamás y otros milicianos de operar en instalaciones médicas y sus alrededores, y el ejército ha asaltado varios hospitales.
Las tropas israelíes llevan casi dos semanas registrando el hospital de Shifa, el más grande del enclave, y dicen que han librado intensas batallas con milicianos en el recinto médico y sus alrededores. El ejército dijo que ha matado a decenas de combatientes, incluidos miembros destacados de Hamás.
Familias palestinas que huyeron de la zona, muchos de los cuales ya se habían visto desplazados antes en la guerra, dijeron que soldados israelíes les habían ordenado que marcharan hacia el sur tras días de fuertes combates.
Apenas un tercio de los hospitales de Gaza funcionan aunque sea de forma parcial, mientras los ataques israelíes matan y hieren a decenas de personas cada día. Los médicos dicen que a menudo se ven obligados a atender a los pacientes en el suelo de los hospitales porque todas las camas están ocupadas, así como a operar sin anestesia ni otros suministros médicos cruciales.
Los miembros de un equipo internacional de médicos que visitó hace poco el hospital Mártires de Al-Aqsa, donde ocurrió el ataque del domingo, dijeron estar horrorizados por el espantoso impacto de la guerra sobre los niños palestinos.
La guerra comenzó cuando milicianos liderados por Hamás sobrepasaron la frontera el 7 de octubre y asaltaron poblaciones del sur de Israel, donde mataron a unas 1.200 personas y se llevaron a unos 250 como rehenes de vuelta a Gaza. Más de 100 cautivos fueron liberados el año pasado a cambio de palestinos encarcelados por Israel.
Israel respondió al ataque con una de las campañas militares más letales y destructivas en la historia reciente, que ha expulsado de sus casas aproximadamente al 80% de los 2,3 millones de habitantes de Gaza.
Naciones Unidas y sus socios han advertido del riesgo de una hambruna en el norte de Gaza, una región devastada y aislada en su mayor parte, a partir de este mes. El máximo tribunal de Naciones Unidas ha ordenado a Israel que abra más pasos terrestres y tome otras medidas para abordar la crisis.
Al menos 32.782 palestinos han muerto desde que comenzó la guerra, según dijo el domingo el Ministerio gazatí de Salud, incluidos 77 cuyos cuerpos llegaron a los hospitales en las 24 horas previas. Los datos del ministerio no distinguen entre civiles y combatientes, aunque el organismo señala que las mujeres y los niños suponen dos tercios del total.