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Pakistán persigue y arresta a seguidores de expremier detenido

Con el ex primer ministro Imran Khan detenido, las autoridades de Pakistán reprimen a sus seguidores y arrestan a cientos de ellos en redadas nocturnas, además de movilizar al ejército en todo el país para controlar la ola de violencia posterior a su arresto a principios de semana

Munir Ahmed
Jueves, 11 de mayo de 2023 06:08 EDT

Con el ex primer ministro Imran Khan detenido, las autoridades de Pakistán reprimieron el jueves a sus seguidores y arrestaron a cientos de ellos en redadas nocturnas, además de movilizar al ejército en todo el país para controlar la ola de violencia que siguió a su arresto a principios de semana.

Para la nación islámica, acostumbrada a golpes militares, las crisis políticas y la violencia, los disturbios no tienen precedentes. Recuerda a los registrados tras el asesinado de la ex primera ministra Benazir Bhutto durante un acto electoral en la ciudad fortaleza de Rawalpindi en 2007. Sus partidarios, enojados por su muerte, arrasaron el país durante días.

Los choques con la policía desde el dramático arresto de Khan el martes han dejado al menos a ocho partidarios fallecidos y docenas de heridos. Cinco de los decesos ocurrieron en la provincia noroccidental de Khyber Pakhtunkhwa, dos en la ciudad oriental de Lahore y una en Quetta, en el suroeste. Más de 200 policías resultaron heridos. Los inconformes calcinaron una estación de tren a las afueras de la capital, Islamabad, el miércoles en la noche.

La policía reportó el jueves que cerca de 1.600 seguidores de Khan fueron arrestados durante la noche acusados de dañar propiedades públicas y atacar instalaciones militares. Horas después del arresto del político, una turba prendió fuego a la residencia de un alto mando del ejército en Lahore. Alrededor de 2.000 de los partidarios de Khan fueron detenidos el miércoles y el jueves.

Khan fue sacado a rastras el martes de un tribunal en Islamabad en el que respondía a cargos de corrupción. Ahora está retenido en un complejo policial en la capital, donde se instaló una corte provisional y un juez decretó el miércoles que la detención del líder opositor, de 70 años, podrá alargarse durante al menos ocho días, lo que aumenta las posibilidades de más disturbios.

También el jueves, la policía presentó nuevos cargos de terrorismo contra Khan y altos cargos de su partido, Pakistan Tehreek-e-Insaf, por incitar a las masas a la violencia. Según las autoridades, las turbas atacaron instalaciones militares, dañaron propiedades públicas, quemaron docenas de autos policiales, agredieron a agentes y alteraron la vida cotidiana bloqueando carreteras y autovías.

En un discurso a la nación el miércoles en la noche, el primer ministro Shahbaz Sharif — quien llegó al poder en abril del año pasado tras derrotar a Khan en una moción de censura en el Parlamento — dijo que los disturbios perpetrados por los seguidores del político habían “dañado propiedades públicas y privadas sensibles”, obligándole a desplegar al ejército en Islamabad; en Punjab, la provincia más poblada del país, y en regiones volátiles del noroeste.

“El pueblo de Pakistán nunca ha visto escenas así", afirmó Sharif tras una reunión de su gobierno. “Se sacó incluso a pacientes de ambulancias y se prendió fuego a las ambulancias".

Sharif calificó los ataques de “imperdonables” y advirtió que los implicados en la violencia recibirán castigos ejemplares. Además, apuntó que Khan fue arrestado por su implicación en casos de corrupción y que había evidencias disponibles para respaldar esas acusaciones.

A raíz de la violencia, el gobierno ha cerrado escuelas y universidades en Punjab y Khyber Pakhtunkhwa, donde Khan tiene un gran apoyo de base y donde se reportaron la mayoría de los incidentes. El gobierno suspendió también el acceso a internet en varias zonas del país.

El gobierno culpa a Khan y a los líderes de su partido de incitación a la violencia, que continuaba el jueves en Punjab y en el noroeste.

Los militares han gobernado de forma directa Pakistán durante más de la mitad de los 75 años transcurridos desde su independencia del gobierno colonial británico, y ejercer un poder considerable sobre los gobiernos civiles.

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Los reporteros de The Associated Press Babar Dogar en Lahore y Riaz Khan en Peshawar, Pakistán, contribuyeron a este despacho.

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