Consumir aceite de oliva durante el embarazo “mejora la calidad de la leche materna”

El consumo de aceite de oliva virgen extra durante el embarazo mejora la calidad de la leche materna, según una nueva investigación.

El aderezo para ensaladas es rico en grasas omega 3 y omega 6, que alimentan el crecimiento del bebé.

Incluso atraviesan la barrera placentaria, mejorando el desarrollo del niño en el útero.

La autora principal, la Dra. María Rodrígues-Lagunas, dijo: “Este es el primer estudio que documenta la transmisión de compuestos vegetales de aceite de oliva virgen extra de madre a hijo durante la lactancia”.

Los hallazgos se basan en ratas hembras alimentadas con aceite de oliva durante seis semanas. Análisis de muestras de sangre identificaron derivados químicos en las madres y sus crías.

Los antioxidantes llamados hidroxitirosol y tirosol destruyen los radicales libres que dañan el ADN.

La Dra. Rodrigues-Lagunas agregó: “Nuestros resultados respaldan que las dietas enriquecidas con aceite de oliva virgen extra podrían modificar o incluso aumentar el contenido químico de la leche materna, con posibles beneficios para la salud del bebé.

“Además, se detectaron niveles prometedores de compuestos de aceite de oliva y sus metabolitos en el plasma de las crías.”

La leche materna es la mejor fuente de nutrición para los bebés. Contiene nutrientes esenciales, hormonas y anticuerpos que protegen contra infecciones y enfermedades metabólicas.

La lactancia materna también proporciona muchos beneficios a corto y largo plazo para la madre, incluida la reducción del riesgo de cáncer de mama.

El aceite de oliva virgen extra es la principal fuente de grasa en la dieta mediterránea, que desde hace mucho tiempo ha sido aclamado por sus beneficios para la salud.

La Dra. Rodrigues-Lagunas, de la Universidad de Barcelona, dijo: “Nuestros hallazgos arrojan nueva luz sobre la importancia de la dieta materna durante el embarazo y la lactancia.

“Son la base para futuros estudios sobre el impacto de los compuestos vegetales en la salud de la madre y la descendencia.”

El aceite de oliva virgen extra es de fácil digestión y ayuda al funcionamiento gástrico, evitando el estreñimiento y los cólicos.

Ayuda en la absorción de la vitamina D, importante para el crecimiento de bebés y niños porque regula el calcio.

También favorece la ingesta de minerales que son esenciales para el fortalecimiento óseo y muscular.

Esto brinda a los niños protección adicional contra las fracturas óseas en sus primeros años y el riesgo de osteoporosis en la vejez.

El aceite de oliva reduce el colesterol malo, un gran contribuyente a la obesidad que afecta a uno de cada tres niños de entre seis y nueve años. Los médicos han recomendado reemplazar las grasas animales con él.

También se ha informado un menor riesgo de asma en madres que han consumido una cantidad constante de aceite de oliva durante el embarazo.

Se ha descubierto que sus bebés tienen un sistema inmunológico más desarrollado, menor riesgo de rinitis y alergias.

En Italia, los médicos recomiendan encarecidamente el uso de aceite de oliva en sólidos para los bebés que están siendo destetados de la leche materna.

Incluso recomiendan agregarlo a la leche de fórmula para obtener los beneficios de la sustancia, especialmente para los bebés que sufren cólicos.

Agregó la Dra. Rodrigues-Lagunas: “Hasta la fecha, varios estudios han descrito que la composición de la leche materna puede verse afectada por factores biológicos y ambientales a los que está expuesta la madre, como la dieta de la madre.

“Por lo tanto, las intervenciones nutricionales durante el embarazo y el período de lactancia pueden tener un impacto en la calidad de la leche materna y, en consecuencia, en la salud del lactante.”

El aceite de oliva virgen extra se encuentra en panes italianos como la pizza y la focaccia. También se puede utilizar para hornear o freír verduras o rociar sopas y pastas.

El estudio se publicó en la revista Food Chemistry.