Cristianos conservadores alaban historial antiabortista de Trump pero dicen que no ha hecho bastante
Para los cristianos conservadores contrarios al aborto, el expresidente Donald Trump consiguió en cuatro años lo que ningún otro republicano antes que él había sido capaz de hacer: una Corte Suprema de Estados Unidos con mayoría conservadora que anulara el fallo del caso Roe vs. Wade. Es decir: un santo grial para el movimiento.
Con el derecho al aborto controlado ahora por cada estado, en lugar de legalizado en todo el país por el fallo judicial de 1973, Trump dejó claro el lunes que no impulsaría una prohibición federal del aborto mientras compite por su segundo mandato en el Despacho Oval. Algunos líderes religiosos antiabortistas criticaron su postura, mientras que otros agradecieron sus pasadas victorias contra el aborto y prometieron seguir presionando para obtener restricciones federales.
“Roe ya se acabó. La oportunidad de proteger la vida está al alcance”, afirmó en un comunicado Brent Leatherwood, líder del brazo político de la Convención Bautista del Sur.
En su opinión, los candidatos que comparten la postura antiabortista de los votantes a los que se dirigen “deberían articular una visión sólida para establecer una verdadera cultura de la vida, en que se salve a los bebés, se atienda a las madres, y se respalde a las familias”.
“Todo lo que no le apueste a eso no representa un esfuerzo serio para ganarse al electorado antiabortista”, añadió.
El equipo de campaña de Trump no respondió a la solicitud de comentarios de The Associated Press. Pero en el video publicado el lunes en su sitio Truth Social, el expresidente respaldó la variedad de leyes estatales sobre el aborto que surgieron tras la decisión de 2022 de la Corte Suprema que anuló la protección federal del aborto. Trump se atribuyó el mérito del resultado, un fallo histórico celebrado por su base evangélica.
“Muchos estados serán diferentes. Muchos tendrán un número diferente de semanas o algunos serán más conservadores que otros, y eso es lo que serán”, dijo. “A fin de cuentas, todo es cuestión de la voluntad del pueblo”.
Ed Stetzer, decano de la Escuela Talbot de Teología de la Universidad de Biola, categorizó el enfoque de Trump como una postura que es funcionalmente proderechos de los estados y proacceso al aborto, y los demás cristianos antiabortistas deberían reconocerlo tal como la maniobra política que es.
“Es mejor tener convicciones sobre la vida que seguir los vientos políticos, y parece que las convicciones del presidente Trump han cedido a los vientos políticos”, afirmó Stetzer, quien piensa que es demasiado pronto para saber si esto hará que algunos cristianos conservadores no voten por él.
Para muchos activistas antiaborto, votar por el presidente Joe Biden, que promete restaurar las protecciones de Roe vs. Wade si es reelegido, no es una opción. SBA Pro-Life America, uno de los mayores grupos del país que se oponen al aborto, reprochó la postura de Trump, pero sigue comprometida a derrotar a Biden y a los demócratas del Congreso.
“Estamos profundamente decepcionados por la postura del presidente Trump. Los niños no nacidos y sus madres merecen una protección a nivel nacional y una defensa nacional contra la brutalidad de la industria del aborto”, comentó Marjorie Dannenfelser, católica y presidenta de la organización, en un comunicado.
“Decir que la cuestión ‘es remitida a los estados’ cede el debate nacional a los demócratas”, añadió.
Como los estados gobernados por los republicanos han ilegalizado o restringido aún más el aborto, los demócratas creen que la lucha por el derecho al aborto les ayuda en las urnas. Este tema volverá a estar presente en las papeletas de algunos estados este año.
La Coalición Fe y Libertad, un grupo activista evangélico fundado por el conservador Ralph Reed, dijo en un comunicado que sigue planeando ponerse en contacto con millones de votantes creyentes de aquí a las elecciones para asegurarse de que sepan cuál es la postura del actual presidente sobre el aborto: “Biden y la extrema izquierda son los verdaderos extremistas, y su postura radical sobre el aborto no sólo es moralmente repugnante, sino que está muy alejada de la opinión general".
Tony Perkins, presidente del Consejo de Investigación Familiar, indicó en un comunicado que está presionando para que se impongan restricciones federales al aborto y para que el expresidente Trump, si es reelegido, revierta las políticas del gobierno de Biden que amplían el acceso al aborto.
“Aplaudo al presidente Trump por el trabajo que ha hecho, pero ese trabajo no ha terminado”, dijo.
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