¿Dónde se filmó ‘Frankenstein’ de Netflix? Las mansiones británicas detrás del drama gótico
Frankenstein, considerado un clásico de la literatura, vuelve a cobrar vida en estas ciudades británicas y canadienses

La última adaptación cinematográfica de la novela gótica de Mary Shelley de 1818, Frankenstein, ya llegó a Netflix, y algunos espectadores con ojos de lince pueden haber visto mansiones familiares entre sus espeluznantes ubicaciones.
El proyecto fue encabezado por el director Guillermo del Toro, ganador de un Óscar, conocido por su fascinación por los monstruos y lo insólito.
La película tardó años en gestarse y el equipo de Frankenstein llevó a cabo un exhaustivo proceso de exploración por toda Europa para encontrar las mejores ubicaciones.
“Quería que pareciera una película antigua hecha en el apogeo de Hollywood”, dijo del Toro. “Quiero que sea exquisito, bello y operístico”.

El rodaje comenzó en Toronto, Canadá, a principios de 2024, antes de que el equipo se dirigiera a numerosos lugares del Reino Unido para filmar en exteriores y con miniaturas.
“Lo único que se sabe en esta película es que todo fue creado, y la mayor parte fue hecho a mano. Tienes... decorados reales, ubicaciones reales”, explica del Toro. “Viajamos, una caravana de personas, durante horas y horas para encontrar una habitación que se viera bien”.
La casa ancestral de Victor Frankenstein
Gosford House y Dunecht House, en Escocia, junto con Burghley House y Wilton House, en Inglaterra, sirvieron para recrear la casa ancestral de Victor Frankenstein.

Este último fue uno de los lugares de rodaje más queridos del director, ya que se utilizó en una de sus películas favoritas de Stanley Kubrick.
“Creo que parte del encanto para Guillermo como cinéfilo es que estaba rodando en la casa de Barry Lyndon”, dice la diseñadora de producción de Frankenstein, Tamara Deverell. “Esa película tiene un ambiente muy diferente al nuestro, pero la miramos mucho como referencia, ya que está ambientada en una época similar, y hay luz de velas, iluminación ambiental, ese tipo de cosas”.

Residencia del XVIII conde y la condesa de Pembroke, la casa de estilo palladiano Wilton House, en Wiltshire, se alza en un parque paisajístico de 8 hectáreas. Actualmente, está cerrada por temporada, pero reabrirá al público en Semana Santa de 2026, donde los huéspedes podrán visitar la casa y los terrenos, que incluyen una rosaleda, elementos acuáticos y un paseo por el bosque.
El equipo de filmación utilizó principalmente su comedor y el cementerio en la película.
Junto a Frankenstein y Barry Lyndon, la casa se utilizó para múltiples largometrajes de época, incluida la adaptación de Emma en 2019, así como para series de televisión de éxito como Bridgerton y The Crown.

También se utilizaron para la producción los salones de Burghley House, en Lincolnshire, como el Gran Salón, la Sala de Arcos y la Antigua Cocina.
Se puede acceder a la mansión neoclásica de Gosford House durante las visitas a la casa, donde sus más de 2.000 hectáreas combinan zonas verdes y costa. En la película, Gosford se utilizó como exterior principal, así como su doble escalera para una escena de boda muy conmovedora al final de la película.

Dunecht House, un ecléctico mosaico arquitectónico de elementos del renacimiento griego de 1820 y añadidos románicos, es popular por su campo de golf arbolado de nueve hoyos. Su ornamentada biblioteca se utilizó en las primeras escenas.
Edimburgo de Shelley
Partes de la novela de Shelley transcurren en Edimburgo, la capital escocesa. Del Toro incluyó este elemento en su adaptación al mostrar partes de la ciudad, como Parliament Square, además de callejones bien conservados que han mantenido su encanto histórico, como Lady Stair's Close y Bakehouse Close.
“El viejo Edimburgo desprendía ese aspecto gótico y de adoquines mojados que queríamos”, dijo Deverell a Condé Nast Traveller. “Es un gran tesoro de ciudad, casi 360 grados de edificios históricos. Rodamos justo en la Royal Mile. Fue una locura. Trabajábamos rodeados de turistas”.

El Ártico nevado
Al abrir la película en el hostil entorno del Ártico, del Toro retoma uno de los temas clave de Shelley en el libro: resaltar la sublimidad y el poder de la naturaleza.
En ella, los espectadores conocen a unos marineros daneses que se dirigen al Polo Norte y cuyo barco se congeló tras desembarcar, cuando se cruzan con Victor Frankenstein, que estaba fatigado.
Algunas de las escenas con nevadas se rodaron en el lago Nipissing, en la bahía norte de Canadá, pero el barco se construyó en un backlot de Toronto, dando vida a la dureza del Ártico sin tener que desplazarse a un extremo polar.
En consonancia con la filosofía táctil de la película, del Toro se negó a crear digitalmente la nave.
Del Toro explicó: “La mayoría de la gente ahora construiría seis metros del barco y el resto sería digital, pero nosotros queríamos que fuera una declaración de imagen muy dramática y romántica. Si estás abierto a eso, estás en la película. Estás en el espíritu de Mary Shelley”.
‘Frankenstein’ ya se puede ver en algunos cines y en Netflix.
Traducción de Olivia Gorsin





