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Gerente de pub atribuye “dolores de cabeza intensos” a su estilo de vida pero resultan ser tumor cerebral

Ben Wilson, de 36 años, de Ackworth, Inglaterra, sólo se dio cuenta de que algo andaba mal cuando sus dolores de cabeza continuaron después de empezar una licencia laboral por covid-19

Miyo Padi
Lunes, 18 de julio de 2022 19:09 EDT
<p>Ben Wilson, de 36 años, y su pareja</p>

Ben Wilson, de 36 años, y su pareja

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El gerente de un pub que atribuía sus intensos dolores de cabeza a su ajetreado estilo de vida se sorprendió al descubrir que en realidad tenía un tumor cerebral.

Ben Wilson, de 36 años, de Ackworth, en el norte de Inglaterra, trabajaba muchas horas como gerente regional de 10 pubs cuando comenzó a sufrir dolores de cabeza diarios en enero de 2020, así que, atribuyéndolo a su apretada agenda de trabajo, trató de dormir más y beber más agua.

No fue hasta tres meses después de que le dieron licencia debido al covid-19, cuando su ritmo de vida se ralentizó y siguió teniendo dolores de cabeza y también mareos, que se dio cuenta de que algo andaba mal y llamó a su médico de cabecera.

Ben, que vive con su pareja, una trabajadora del NHS (Servicio Nacional de Salud), a la que prefiere no nombrar, dijo: “Siempre he intentado cuidar de mí mismo en lugar de correr al médico o pensar lo peor”.

“Entonces, antes del confinamiento, simplemente bebí más agua y traté de dormir más para lidiar con los dolores de cabeza”.

Ben Wilson, de 36 años, y su pareja

Añadió: “Pero cuando me dieron la licencia, ya no tenía que trabajar ni hacer largos viajes, pero los dolores de cabeza, una sensación de martilleo en la cabeza que parecía durar todo el día, seguían ahí”.

“Entonces me di cuenta de que no podía ser por mi ajetreada vida”.

La vida de Ben, que siempre ha estado en forma y activo, cambió drásticamente cuando se enfermó de covid-19.

Dijo: “Obviamente, el sector de los pubs se vio muy afectado por el confinamiento. Yo tenía un trabajo a tiempo completo. De repente me quedé en casa mientras mi pareja seguía trabajando para el NHS”.

Después de sufrir un mes entero de dolores de cabeza mientras estaba de licencia, Ben finalmente se animó a emprender medidas a principios de mayo de 2020.

Ben Wilson, 36 años, mientras está en el hospital

Explicó: “Estaba en el jardín dando vueltas cuando me di cuenta de que tenía que hacer algo”.

“Sentía un martilleo y un vértigo en la cabeza cuando la inclinaba hacia atrás, como cuando miraba al cielo o bebía de una botella o una lata”.

“Busqué en Internet y supuse que era vértigo. Definitivamente no era un tumor cerebral”.

“Pero ese día me di cuenta por fin de que no era algo aleatorio. Sólo ocurría cuando movía la cabeza en esa dirección”.

Ben recibió una cita telefónica poco después, un martes por la mañana, pero el médico estaba tan preocupado por sus síntomas que le pidió que acudiera urgentemente a una cita presencial.

Ben Wilson, de 36 años, después de enfermarse

Dijo: “Ese fue mi primer indicio de que algo iba muy mal, ya que, obviamente, en plena época de covid-19, no tenían prisa por atender a la gente en el consultorio”.

Esa misma mañana acudió a la consulta y el médico le hizo una pregunta crucial: si sus dolores de cabeza eran los peores que había sufrido.

Cuando Ben dijo que sí, le dijeron que se dirigiera directamente al Hospital General Pinderfields de Wakefield.

Ben dijo: “Me hicieron una tomografía computarizada inmediatamente. Cuando me llamaron, la mujer me explicó que habían encontrado un tumor muy grande en mi cerebro”.

“Eso fue un martes y no regresé a casa durante dos semanas”.

Ben Wilson, de 36 años, y su pareja, disfrutando de un día de paseo

Aunque en un principio los médicos no pudieron determinar el tipo de tumor que tenía Ben, más tarde se le diagnosticó un astrocitoma pilocítico de crecimiento lento.

Se sugirió que el tumor, que contenía materia sólida y líquida, podría haber estado creciendo hasta en los últimos 10 años en el cerebelo de Ben, una zona de la parte posterior del cerebro que desempeña un papel importante en el movimiento, la coordinación y el equilibrio.

En un giro del destino, Ben ingresó inicialmente en la misma sala de neurología en la que trabajaba su pareja de toda la vida como instructora técnica de fisioterapia, aunque ella estaba de baja debido a sus problemas de salud.

Ben dijo: “Todo fue un gran shock. Creo que no tuve tiempo de asimilarlo”.

El 12 de mayo, exactamente una semana después de haber acudido por primera vez a su médico de cabecera y tras ser trasladado a la Leeds General Infirmary, Ben fue sometido a una operación de ocho horas con anestesia general para extirparle el tumor.

Ben Wilson, de 36 años, con su cicatriz de la cirugía

Cuando se despertó en cuidados intensivos, tenía a un miembro del personal junto a su cama noche y día durante 24 horas, quien se aseguraba de que él pudiera permanecer despierto, levantarse y de comprobar sus signos vitales.

Ben dijo: “Me sentía fatal. La cicatriz estaba en el centro de la cabeza, así que era muy difícil acostarme. Estaba muy incómodo. Sufría mucho dolor”.

Increíblemente, Ben fue dado de alta exactamente una semana después.

Todavía bajo licencia laboral, pudo recuperarse en casa, limitando las actividades y descansando mucho durante las seis semanas requeridas.

Ben dice: “Fue un torbellino, desde llamar a los médicos hasta que dos semanas después estás en casa con una cicatriz y necesitando ayuda para bañarte".

Ben Wilson, de 36 años, con su cicatrización

Y añadió: “En el momento álgido de mi recuperación, durante las semanas siguientes a la operación, tomaba 27 pastillas al día”.

Pero Ben se recuperó rápidamente. En seis meses pudo volver a conducir y, más o menos al mismo tiempo, regresó al trabajo, algo que puede hacer mucho mejor ahora que sus dolores de cabeza son cosa del pasado.

Ben dijo: “Me siento muy afortunado de que mi tumor no fuera canceroso y de haberme recuperado tan bien. Ahora me siento bien en general y sólo tengo algunos mareos persistentes de vez en cuando”.

Está seguro de que, de no haber sido por el primer confinamiento, habría pasado más tiempo sin un diagnóstico o la cirugía que necesitaba.

Ben dijo: “Mi experiencia de tener un tumor cerebral se entrelaza con la experiencia de todos los demás del covid-19”.

Ben Wilson, de 36 años, con su pareja, una trabajadora del NHS

Explicó: “No puedo decir qué habría pasado si no me hubiera hecho revisar cuando lo hice, pero no habría sido bueno. Imagino que mis dolores de cabeza habrían empeorado”.

Agradecido por haber recuperado la salud, Ben apoya ahora a The Brain Tumour Charity en su nueva campaña Better Safe Than Tumour ("Más vale prevenir que tener un tumor"), cuyo objetivo es hacer énfasis en los síntomas de los tumores cerebrales tanto en niños como en adultos.

El Dr. David Jenkinson, Director Científico de The Brain Tumour Charity, que financia investigaciones de primera clase y ofrece apoyo confiable a todos los afectados por la enfermedad, dijo: “Estamos muy agradecidos con Ben por apoyar esta campaña al compartir su historia”.

“Con más de 10.000 personas a las que se les diagnostica un tumor cerebral en Inglaterra cada año, es absolutamente vital que apoyemos a más personas para que sepan a qué estar atentos y hagan que su médico de cabecera compruebe cualquier cosa que les preocupe”.

“Los síntomas de la enfermedad varían de una persona a otra, pero los más comunes entre los adultos incluyen dolores de cabeza, cambios en la vista, convulsiones, mareos, problemas de memoria, náuseas y fatiga”.

“Animamos a cualquier persona que esté preocupada por un síntoma inusual para ella, o si alguien experimenta una combinación persistente de estos síntomas, a que acuda a su médico de cabecera para ayudar a descartar un tumor cerebral”.

Para obtener más información, visita www.headsmart.org.uk.

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