La NASA dice que investigará montículos misteriosos en la Luna en la misión Artemisa
Formaciones como los domos de Gruithuisen necesitan océanos de agua líquida y placas tectónicas para formarse, dicen los científicos
La NASA ha seleccionado dos nuevos conjuntos de instrumentos para lo que llama misiones científicas “prioritarias” en su próximo programa espacial lunar Artemisa, incluido uno para explorar unos montículos misteriosos en la Luna.
La agencia espacial estadounidense ha seleccionado un instrumento llamado Lunar-Vise (Lunar Vulkan Imaging and Spectroscopy Explorer) para estudiar los domos de Gruithuisen en la Luna, que han desconcertado a los científicos ya que parecen haber sido formados por un magma rico en sílice, similar en composición al granito.
Los investigadores dicen que formaciones como estas necesitan océanos de agua líquida y placas tectónicas para formarse en la Tierra.
Sin estos “ingredientes clave” en la Luna, los científicos están desconcertados acerca de cómo se formaron y evolucionaron estos domos con el tiempo.
El Lunar-Vise, dicen, incluye un conjunto de cinco instrumentos, dos de los cuales estarán montados en un módulo de aterrizaje estacionario y tres estarán montados en un vehículo móvil.
“Los dos estudios seleccionados abordarán cuestiones científicas importantes relacionadas con la Luna”, dijo en un comunicado Joel Kearns, administrador asociado adjunto para exploración en la Dirección de Misiones Científicas de la NASA.
“El primero estudiará los procesos geológicos de los primeros cuerpos planetarios que se conservan en la Luna, mediante la investigación de una forma rara de vulcanismo lunar. El segundo estudiará los efectos del entorno de baja gravedad y radiación de la luna en la levadura, un organismo modelo utilizado para comprender la respuesta y la reparación del daño del ADN”, agregó.
Usando los instrumentos Lunar-Vise, los investigadores esperan analizar el suelo lunar en la parte superior de una de estas cúpulas en el transcurso de 10 días terrestres (un día lunar).
Esperan que los datos recopilados por los instrumentos puedan desentrañar preguntas fundamentales sobre cómo surgieron estas formaciones rocosas lunares.
Los científicos de la NASA también esperan utilizar los datos de estos estudios para futuras misiones robóticas y humanas a la Luna.
Con otra investigación, llamada la suite científica Leia (Lunar Explorer Instrument for space biology Applications), los investigadores esperan llevar la levadura Saccharomyces cerevisiae a la superficie lunar y estudiar su respuesta a la radiación y la gravedad lunar.
S. cerevisiae es un organismo modelo importante, que se utiliza para comprender la biología humana en las áreas de genética, procesos de división celular y respuesta al daño del ADN a factores ambientales como la radiación.
Los investigadores creen que los datos de Leia podrían desentrañar preguntas que se han hecho durante décadas sobre cómo la gravedad parcial y la radiación del espacio profundo en combinación influyen en los procesos biológicos.
Ambas cargas útiles de investigación lunar se entregarán a la superficie de la Luna en vuelos futuros a través de la iniciativa CLPS (Commercial Lunar Payload Services) de la NASA, una parte de la arquitectura de exploración lunar más grande de la agencia planificada para esta década, señaló la agencia.
El programa lunar Artemisa tiene como objetivo volver a llevar a los humanos a la superficie lunar en 2025 como parte de la misión Artemisa III.
La NASA señaló que los astronautas pasarían semanas o meses en la luna durante las misiones que se espera se lancen una vez al año a partir de 2027 hasta la década de 2030, lo que la convierte en la primera misión tripulada a la luna desde el Apolo 17 en 1972.