El telescopio James Webb de la NASA localiza un conjunto de galaxias enormes que “no deberían existir”
Las impactantes galaxias son tan maduras como la nuestra, pero se encuentran en los comienzos del universo
El telescopio espacial James Webb de la NASA encontró un conjunto de galaxias masivas que no deberían existir.
El equipo se usó para observar un conjunto de galaxias masivas que se formaron alrededor de 500 a 700 millones de años después del Big Bang, cuando el universo tenía solo el 3% de su edad actual. Esas galaxias tienen masas estelares de hasta 10 mil millones de veces la de nuestro Sol, y una en particular que podría ser tan masiva como 100 mil millones de nuestro Sol.
En total, los científicos encontraron seis galaxias, que juntas plantean la posibilidad de cambiar lo que los científicos saben sobre los comienzos de las galaxias en nuestro universo. Los investigadores se refieren a los objetos como “rompedores de universos” y alegan que contradicen el 99% de los modelos existentes del universo.
No es de esperarse que semejantes galaxias sean tan grandes tan poco tiempo después de los comienzos del universo, señalan los investigadores. La masa de las estrellas examinadas en la nueva investigación es hasta 100 veces mayor de lo que los investigadores habían pensado antes.
“Estos objetos son mucho más masivos de lo que cualquiera esperaba”, aclaró en un comunicado Joel Leja, profesor asistente de astronomía y astrofísica en Penn State, quien modeló la luz de las galaxias.
“Solo esperábamos encontrar galaxias diminutas, jóvenes y bebés en este momento, pero descubrimos galaxias tan maduras como la nuestra en lo que se creía que era el amanecer del universo”.
Si logran confirmarlas, sugieren que nuestra historia del cosmos primitivo puede estar equivocada y que las galaxias crecieron mucho más rápido de lo que suponíamos. Eso requeriría cambiar nuestros modelos del universo o nuestra comprensión de cómo comenzaron las galaxias.
“Examinamos el universo primitivo por primera vez y no teníamos idea de lo que íbamos a encontrar”, Leja dijo. “Resulta que encontramos algo tan inesperado que en realidad crea problemas para la ciencia. Pone en duda todo el panorama de la formación temprana de galaxias”.
No obstante, los científicos advierten que la distancia y la edad de las galaxias significan que no pueden estar absolutamente seguros de qué son. Algunos podrían resultar ser agujeros negros supermasivos, afirman los investigadores, pero dado que hay seis candidatos, es probable que varios de los mismos sí sean galaxias, como se sospecha.
“Si siquiera una de estas galaxias es real, rebasará los límites de nuestra comprensión de la cosmología”, dijo Erica Nelson, coautora de la nueva investigación y profesora asistente de astrofísica en la Universidad de Colorado en Boulder.
E incluso si resultan ser otros objetos serían igual de impactantes, dicen los investigadores. “Otra posibilidad es que estas cosas sean un tipo diferente de objeto extraño, como cuásares débiles, que serían igual de interesantes”, mencionó la profesora Nelson.
Los hallazgos podrían confirmarse mediante la toma de imágenes de espectro de las galaxias, lo cual ayudaría a confirmar qué tan lejos están y de qué están compuestas. Dichas imágenes, a su vez, permitirían a los científicos comprender cómo se verían y qué tan grandes son.
El nuevo estudio, ‘A population of red candidate massive galaxies ~600 Myr after the Big Bang’, se publicó hoy en Nature.
Traducción de Michelle Padilla